Elián López reclama a la Justicia española que le devuelvan a su hijo Daniel
Una vecina de Fuerteventura, con doble nacionalidad española y venezolana, Elián López, de 36 años, sufre los peores momentos de su vida tras entregar a su hijo Daniel al padre que reside en Estados Unidos. Ella se siente en la misma tesitura que Juana Rivas: “Soy la otra cara de la moneda al entregarlo a un mal padre”, afirma. Seguidamente, confiesa que teme las consecuencias de acatar una orden judicial que considera “injusta” para su pequeño con el que señala que no ha podido contactar desde que se fue en julio. “Le han quitado el teléfono para impedirle contarme su sufrimiento”, asegura Elián.
El viernes 28 de julio tuvo que acatar una sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas que daba la razón al padre del pequeño concediendo la custodia del niño al hombre, que reside en Florida, Estados Unidos. “Vivimos momentos de mucha tensión, mi hijo no quería ir con él y me rogaba entre sollozos en Las Palmas que luchara y le dejara quedarse aquí y continuar con sus estudios y amigos de la Isla”, detalla. Sólo llevan un año en Fuerteventura pero han vivido muy felices, asegura.
“El informe psicológico de Daniel detalla trastornos como consecuencia del maltrato físico y psicológico de su padre, colombiano, y afincado en Estados Unidos que se empeña en tener a Daniel”, asegura la madre. “Estoy segura de que lo quiere tener porque el Estado le da una paga por tener un menor a su cargo”, añade. “He pedido un recurso de amparo al Tribunal Constitucional pero la Audiencia no ha esperado a que se pronuncie y ha resuelto el caso en tres meses porque los asuntos con Estados Unidos deben tener prioridad, mientras otras familias esperan años por una resolución”, resume la madre del menor. Elián recuerda que Daniel suplicó al juez que le dejaran quedarse “pero no lo escucharon”.
Una sentencia le obligó a entregar a su hijo Daniel al padre, que reside en Estados Unidos
“Nos conocimos en Miami, yo vivía en Galicia y fui a visitar a mi madre al país, me quedé embarazada. Daniel nació en 2005 y a los 26 días de vida el padre me dejó. Entonces yo tramito los papeles legales para tener la custodia de mi hijo en cualquier lugar del mundo porque el padre me dijo que no lo quería”, cuenta Elián. También afirma que siguió manteniendo el contacto con el padre y lo llamaba para que supiera del pequeño “porque le dio los apellidos, pero nunca le interesó”. En los primeros años pasaba una manutención pero luego dejó de hacerlo, cuenta Elián. “Con tres años lo llevé por primera vez a Estados Unidos para que conociera a su familia paterna”, desvela.
Elián López vive momentos dramáticos en 2012, cuando es víctima de malos tratos por parte de su expareja en España. Lo denunció y logró una sentencia firme que lo condenaba a nueve años de cárcel en 2013. “En 2012 decidí mandar a Daniel un mes de vacaciones con su padre a Florida, y se lo quedó durante tres años, sabiendo que yo no tenía visado para entrar porque superé el tiempo permitido la primera vez”, destaca. “Tras insistir para que me lo devolviera y reclamarlo un día
tras otro, finalmente le renueva el pasaporte al niño que había caducado y el padre lo manda a España”, explica. “Aquí vemos los trastornos del sueño que sufre el niño, y poco a poco mi hijo se sincera y cuenta el maltrato recibido con insultos por parte del hombre”, desvela esta madre desesperada.
La joven suplica al Constitucional que le devuelva a su hijo Daniel, y pide el apoyo del pueblo majorero y español
López recibe el apoyo incondicional de su madre, Carmen Adela, que en los tres años que el niño estuvo “retenido” en Estados Unidos logra entrar al país para visitar a su nieto y descubre el “maltrato” que soportaba el pequeño con la familia de América. “Cuando conseguimos que el niño regresara a España vimos que estaba muy delgadito y había sufrido mucho como consecuencia de la falta de atención y dedicación del tutor”, confiesa la abuela.
Por eso, Elián se negaba este verano a entregarlo a su padre, que incluso le puso una denuncia de secuestro a la madre en Estados Unidos. “Los abogados allí son muy caros y no consigo que nadie quiera llevar mi caso porque el trámite es largo y costoso”, lamenta esta vecina angustiada. Por ello, el pasado 4 de agosto organizó una concentración en la Plaza de la Iglesia de Puerto del Rosario para pedir la solidaridad y el apoyo de los ciudadanos de Fuerteventura para reclamar a la Justicia que le devuelvan a su hijo Daniel. “Mi hijo me ha pedido que luche para poder ser feliz como el último año, y no voy a parar hasta conseguirlo porque se lo merece. Ha sufrido mucho y merece vivir conmigo, tranquilo y feliz como es su deseo”, cuenta emocionada.
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