El turismo da el verano por perdido en Fuerteventura y Lanzarote
El Gobierno estima que se perderá el 60% del turismo este año y los responsables de la promoción en las Islas orientales consideran que es clave que se mantenga la conectividad aérea
“El verano de 2020 se puede dar casi por perdido, habrá que esperar a ver qué ocurre con la temporada de invierno y, si todo va bien, siendo optimistas, podríamos hablar de recuperación en el verano del próximo año”. Es la reflexión de Moisés Jorge, gerente del Patronato de Turismo de Fuerteventura, que coincide con las previsiones que se escuchan en el sector.
La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, ha pedido medidas específicas de apoyo para el principal motor económico del Archipiélago. En su departamento consideran que la caída este año se situará en torno al 60 por ciento en comparación con 2019.
¿Cuándo se puede retomar la actividad? En un escenario optimista, Castilla considera que en julio puede iniciarse la reapertura de uno de cada diez hoteles, con el objetivo de captar básicamente turistas canarios –en esa estrategia coincide, en términos generales, con el análisis de Moisés Jorge- pero la vuelta a la “normalidad” no se iniciará antes de octubre.
En el mejor de los casos, a las Islas orientales, que dependen principalmente del turismo, les espera una larga travesía en el desierto. La crisis sanitaria que azota al planeta es solo la antesala de una recesión económica global. Tras la preocupación por parar los contagios de Covid-19 llegará la inquietud por cómo queda el paisaje de la economía tras la batalla, especialmente en los principales mercados emisores de turistas a Lanzarote y Fuerteventura: Reino Unido y Alemania.
“Hay muchas variables en juego”, señala Jorge. Desde cuándo se levanta el estado de alarma y se permite el tráfico aéreo regular a si hay quiebras entre aerolíneas y turoperadores o cómo de maltrechas quedan las carteras de británicos y alemanes.
En el diagnóstico coincide el economista Pedro Calero, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, quien destaca que “la renta y las expectativas” de los europeos van a resultar tocadas. “La gente se ha asustado y, ante la pérdida de dinero o la percepción de que lo vas a perder, el instinto te lleva a ahorrar y dejar de consumir, postergando en el tiempo las vacaciones, y eso sí que sería un problema para Lanzarote y Fuerteventura”, señala.
El problema de la conectividad
TUI, el gran turoperador que queda en Europa tras la quiebra de Thomas Cook, ha tenido que recurrir a un préstamo gubernamental de 1.800 millones de euros. El Gobierno alemán también ha intervenido en el plano político y ha acordado instar a la Comisión Europea que autorice a aerolíneas y turoperadores a no reembolsar el dinero adelantado por sus clientes para vuelos o vacaciones que se han tenido que cancelar y que éste pueda ser canjeado por bonos a utilizar hasta final del año que viene, un rescate encubierto en toda regla.
“Habrá que esperar a ver qué ocurre con la temporada de invierno y, si todo va bien, siendo optimistas, podríamos hablar de recuperación en el verano del próximo año”, destaca Moisés Jorge, gerente del Patronato de Turismo de Fuerteventura
La intranquilidad es lógica: “Si cae TUI tendríamos un problema serio en Canarias, porque no sólo nos trae turistas alemanes sino del Reino Unido, Francia, Suecia o Noruega”, destaca el responsable de la promoción turística de Fuerteventura. Precisamente los aviones del turoperador germano eran los que este verano “iban a propiciar el crecimiento” turístico en la Maxorata. Todas esas previsiones se han volatilizado.
Otros turoperadores, como FTI, que tiene marcas de elevada implantación en las Islas orientales, como Meeting Point o Labranda, han entrado en una suspensión de pagos por la vía de hecho. “Muchas empresas esperaban los ingresos del primer trimestre del año, que tocaba ahora, para mantenerse a flote, y esa decisión de congelar los pagos, al menos hasta el 30 de abril, las puede terminar de hundir”, señala una fuente del sector.
En el otro lado de la balanza, se ha recibido con optimismo el anuncio de Jet2, una de las aerolíneas más pujantes, de que confía en retomar los vuelos el 17 de junio y de que tiene sus oficinas abiertas. El mercado británico, en el que es fuerte Jet2, se antoja fundamental para Lanzarote –donde uno de cada dos turistas proceden del Reino Unido- y también para Fuerteventura –donde uno de cuatro visitantes es británico-.
Con todo, una incógnita que preocupa, y mucho, es cómo quedará la conectividad de las Islas. Los expertos auguran una carrera de fusiones, pero también de quiebras. “El proceso de concentración empresarial en las líneas aéreas y los turoperadores se va a acelerar”, opina Héctor Fernández, consejero delegado de la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote, quien recuerda que ya el año pasado Michael O’Leary, el máximo responsable de Ryanair, pronosticó que en Europa sólo quedarían IAG (Iberia y British Airways), Lufthansa, EasyJet, Air France y su propia aerolínea. El pronóstico del directivo de Ryanair era para dentro de 10 años, pero no hay que descartar que la crisis del coronavirus lo convierta en mucho más próximo en el tiempo.
La “cadena de valor del turismo” está compuesta por muchos más eslabones, y más débiles, que los grandes turoperadores. Los bazares, cafeterías o restaurantes en las zonas turísticas, que conforman ese tejido de pequeñas empresas y autónomos son los que peor lo van a pasar, reconocen los expertos. “Es imposible sostenerse si no pasa nadie por delante de tu puerta”, señala de manera gráfica Moisés Jorge, que incide en que el turismo en las Islas “jamás se ha enfrentado a una crisis de estas características”.
Las oportunidades
Sin obviar la crudeza del momento económico, Héctor Fernández considera que incluso de una situación como ésta se puede salir reforzado. “Está claro que el mundo va a cambiar de valores, de preferencias y de prioridades, y entre lo que va a cambiar están las motivaciones turísticas”, admite. Eso sí, urge a actuar con celeridad: “Tenemos que adaptarnos a las circunstancias y amoldar nuestra estrategia como destino turístico”. Pone un ejemplo claro: el binomio formado por la seguridad y la atención sanitaria va a ser tenido muy en cuenta y “aquellos destinos que sean capaces de convertir esos factores en pilares de su modelo turístico van a salir reforzados”.
“Está claro que el mundo va a cambiar de valores y tenemos que adaptarnos, destacando el binomio formado por la seguridad y la atención sanitaria”, subraya Héctor Fernández, consejero delegado de la Sociedad de Promoción de Lanzarote
Fernández señala que “el Covid-19 u otras posibles pandemias van a estar presentes en el futuro, con bastantes posibilidades de que vuelvan a aparecer crisis sanitarias cada cierto tiempo”. En ese contexto, considera que Canarias debe “poner en valor” su sistema sanitario, y reforzarlo, y cree que se abre “una oportunidad frente a nuestros competidores del norte de África o de Asia”. ¿Promocionar la cobertura sanitaria como antes se hacía con las playas o la gastronomía? “Pues es así”, señala.
Otro aspecto que está sobre la mesa es cómo aprovechar la tecnología, “como ha hecho por ejemplo Corea, que está dando una lección de cómo intervenir en una crisis sanitaria como la del coronavirus y controlarla de forma brillante”, subraya Héctor Fernández. “Se han utilizado aplicaciones para controlar los contagios y debemos desarrollar también la tecnología en este ámbito si queremos ser ‘Islas inteligentes’”, añade.
En su opinión, “los destinos que muestren seguridad en el control de un posible contagio serán los que primero levanten cabeza”. “El mundo va a cambiar y nuestro sector también lo hará, pero mientras siga habiendo gente que quiera viajar el turismo existirá”, sentencia.
Imagen del aeropuerto de Fuerteventura en pleno estado de alarma. Foto: Carlos de Saá.
Los casos de coronavirus en el Archipiélago representan poco más del uno por ciento de los diagnosticados en España, que el sábado 4 de abril se aproximaba a los 125.000, el segundo país del mundo con más positivos acumulados, solo por detrás de Estados Unidos. El cierre de fronteras y del espacio aéreo, en virtud del estado de alarma, ha sido generalizado, aunque Canarias podría aspirar a tener un estatus distinto en el futuro, con más capacidad de decisión.
El anhelo lo sostienen distintos actores empresariales consultados por este periódico, que lo disocian de cualquier objetivo político nacionalista. “Que seamos una especie de Puerto Rico, con más competencias en materia de aguas y de espacio aéreo, objetivamente nos beneficiaría”, recalca el economista Pedro Calero. “Aunque lograrlo de forma inmediata no deja de ser una ensoñación del confinamiento”, ironiza.
Comentarios
1 Tofy Mié, 08/04/2020 - 14:05
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