El inicio del curso se vive con especial intensidad en el IES Jandía, el único instituto de Morro Jable, que sigue masificado y deteriorado. Reabre sus puertas con las mismas deficiencias en sus infraestructuras que en la clausura del pasado mes de junio, e incluso peor por la falta de profesorado.

El IES Jandía estrena director con el veterano maestro Rafael Marrero, que dirigió el IES Vigán de Gran Tarajal y se caracteriza por “no tener pelos en la lengua”. De hecho, ya ha comenzado su labor exigiendo la misma calidad educativa para el alumnado de Morro Jable que para cualquier otro centro del Archipiélago. Han pasado cuatro directores en los últimos cinco años por el instituto más alejado de Canarias en todos los sentidos. El IES Jandía, inaugurado en 2001, presenta un abandono considerable por la falta de reformas durante todos estos años.

“Desde que cogí el cargo me propuse conseguir que este instituto resultara agradable para nuestro alumnado, es de ellos y deseamos que se sientan cómodos, atendidos y quieran venir a estudiar, así como impulsar nuevos proyectos atractivos”, anuncia el director. Una misión casi imposible ante los desperfectos y daños existentes en las instalaciones.

“He pedido pupitres nuevos, puertas en las aulas, mejorar los exteriores, cancha, patio, arreglar las paredes interiores, columnas, puertas y una reforma integral del pabellón deportivo”, añade Marrero. Además, el equipo directivo ha introducido al instituto en un programa para impartir clases de apoyo por las tardes a fin de que el centro permanezca abierto y se ofrezca también formación para los padres.

“La realidad de nuestro centro es de 670 estudiantes, con ratios de más de 30 por aula, no sólo está masificado, sino que también faltan algunos profesores por nombrar, en la actualidad cuentan con una plantilla de 79 docentes y el Aula Enclave se ha abierto casi un mes más tarde”, denuncia públicamente Rafael Marrero. Casi todos los centros de secundaria coinciden en que este curso se han detectado recortes presupuestarios. Concretamente, Morro Jable sufrió la marcha de muchas familias durante la pandemia, pero la economía local se ha recuperado y sigue en alza.

La presidenta de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del IES Jandía, Teresa Lado, califica de “grave” la situación que presenta el inmueble. “Desde el principio, el diseño no era el más idóneo, un patio central abierto resultaba atractivo en Canarias, pero el alumnado sufre cada día las consecuencias de la entrada de arena en el interior del edificio, el sol, el calor y el viento porque tiene corrientes por todos los pasillos, y eso hace que el espacio central sea casi intransitable”, relata. Aunque lo peor, asegura, es que “no se ha invertido casi nada en mantenimiento y se nos cae encima”.

El curso pasado, el Ampa realizó una colecta para reunir fondos con la intención de reparar las cornisas exteriores porque “estaban rotas y eran un peligro para el alumnado”. “Eso fue un parche, pero urge una inversión potente para reparar todas las instalaciones, cornisas incluidas, barandillas y todo en general”, añade.

“El centro está masificado, con una ratio de más de 30 alumnos, y faltan docentes”

Los padres invitan a las autoridades municipales y a los responsables educativos de Fuerteventura y Canarias a que comprueben “en vivo y en directo” los desperfectos que presentan las instalaciones donde estudian los hijos de muchos cargos públicos. “Hay baños cerrados, que ya ni siquiera se usan porque están rotos, con humedad y tan deteriorados que se han convertido en almacenes, además, los del pabellón están obsoletos y necesitan modernizarse”, según destaca la portavoz de los padres.

Sin embargo, “hay ventanas fijas, sin persianas y no se puede usar el proyector, en algunos espacios te mueres de calor y en otros de frío. Hay óxido en las vallas exteriores de todo el instituto, paredes desconchadas, humedad, falta de pintura, zonas de sombra y ni hablamos de la cancha deportiva, dependiente de Educación, que por las tardes se presta a clubes municipales”, según informa Teresa.

“No llueve nunca, pero cuando lo hace la pared se convierte en una cortina de agua, y se inunda la cancha, así que desde hace años pedimos un convenio entre el Ayuntamiento de Pájara, el Cabildo y la Consejería de Educación para que inviertan en reformarlo íntegramente, que dejen a un lado las disputas políticas y piensen en el bienestar de nuestros hijos y de los estudiantes de Morro Jable que merecen hacer deporte y estudiar en unas instalaciones dignas porque es el único instituto que tenemos en el pueblo y debería estar en perfectas condiciones”, expone públicamente esta madre.

Además, el material deportivo está viejo y roto, las paredes de los almacenes se caen y no existen puertas”. “Queremos que nuestros hijos estudien en espacios más modernos y bonitos”, recalca Lado.

No todo es negativo. Uno de los pocos puntos a favor es que este año, al menos, han conseguido colocar puertas nuevas en las aulas que daban al pasillo central, abierto al aire libre, y el instituto ha participado en programas Erasmus y en la FP Dual con Hostelería.

Recuperar espacios

Los padres describen que la localidad de Morro Jable tiene connotaciones especiales, no goza de bibliotecas ni locales culturales como cualquier otra ciudad, por lo que los centros educativos se convierten en espacios esenciales. “De momento hemos conseguido que se abra el centro por las tardes, ofrecer clases de apoyo, trabajar en la formación de padres, profesores y alumnos, y nos gustaría que este instituto se convierta en el motor cultural del pueblo”, apuntan.

La presidenta del Ampa recuerda que cuando se abrió el instituto se impartían por las tardes clases de ballet, idiomas, música, pintura y manualidades, pero “todo se fue perdiendo”. “Queremos recuperar todas esas actividades porque son fundamentales para nuestros hijos que demandan cursillos y en Morro Jable no hay nada. Con el inconveniente de que resulta imposible desplazarse hasta Gran Tarajal o Puerto del Rosario por las tardes”.

“Nos gustaría que este instituto se convierta en el motor cultural del pueblo”

Los padres planean organizar unas jornadas de puertas abiertas para que las familias, estudiantes, autoridades y asociaciones conozcan el instituto de Jandía y apoyen su lucha para lograr transformarlo en un centro más moderno y funcional. “Morro Jable tiene una gran población que va y viene, pero también somos muchos los que vivimos aquí y tenemos que apostar por la diversidad, el respeto, el estudio de idiomas, culturas del mundo y gastronomía”, insisten.

“Los padres proponen dar a conocer el trabajo que se hace en el centro y enseñar el talento juvenil que hay en Morro Jable”, reflexiona Teresa. Sin embargo, la presidenta del Ampa teme que el alumnado sienta la falta de apoyo porque la mayoría quiere marcharse a estudiar a otras islas, debido a la escasa oferta de ocio y cultura en el pueblo.

La comunidad educativa pide recursos porque el núcleo sureño puede ser un modelo a seguir en integración social y cultural en Canarias. Hay familias en las que se hablan dos y tres idiomas. “Aquí muchos jóvenes encuentran rápidamente un empleo y dejan de estudiar, pero en ocasiones es precario y falta formación”, sentencian los padres.

Otros centros de Secundaria de la Isla también se hallan masificados, como el IES Corralejo, que este curso pidió con urgencia la construcción de dos aulas para evitar el hacinamiento, además de que carecen de espacios comunes y se sustituyen por aulas.

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