El festival Fuerteventura en Música (FEM) que la Consejería de Cultura del Cabildo quería celebrar este fin de semana en el campo de fútbol de El Cotillo y que se ha cancelado, no contaba con autorización sanitaria, según destaca la resolución de la alcaldesa de La Oliva, Pilar González, que rechaza la concesión de la autorización previa para el evento.

El departamento insular de Cultura presentó la solicitud para celebrar el FEM el pasado 14 de junio, aunque ya de entrada lo hizo sin que constase aportada “toda la documentación preceptiva. El pasado 30 de junio se efectuó por parte del Ayuntamiento un requerimiento al Cabildo, que no la entregó hasta este mismo viernes, horas antes del inicio previsto del festival.

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La resolución negativa de la alcaldesa de La Oliva destaca que este jueves Fuerteventura entró en nivel de alerta dos por el aumento de casos de coronavirus. En esta fase, el número máximo de asistentes a una actividad cultural, recreativa, de ocio o deportiva que se desarrolle esporádicamente y en lugares distintos a los establecimientos habituales, como sería el caso del campo de fútbol de El Cotillo, es de 750 personas.

Sin embargo, resalta el Ayuntamiento de La Oliva, en la memoria del FEM se apuntaba que el aforo máximo previsto era de un máximo de 950 personas, ya que se “basó en la situación epidemiológica de semáforo verde”, que se modificó este jueves.

Además, subraya la resolución de la alcaldesa, a la que ha tenido acceso Diario de Fuerteventura, se debía “contar con autorización previa” y que “estos eventos no podrán celebrarse en territorios que se encuentren en niveles de alerta dos, tres y cuatro”, por lo que el permiso aportado por el Cabildo en una situación de nivel uno “carece de efectos actualmente”.

En la actual fase, “no podrán celebrarse espectáculos públicos sujetos a autorización de evento multitudinario”, resalta el Ayuntamiento de La Oliva en su resolución, que recoge un informe técnico “desfavorable subsanable” de este mismo viernes, del mismo sentido que otro dictamen jurídico municipal.

Entre las carencias del festival, además de los motivos sanitarios, se encontraría la falta de un “visado de calidad” y de “diligenciación de los certificados de instalaciones”. Tampoco se aportó “proyecto acústico”.

Los informes municipales desfavorables a la autorización del evento se deben a las “cuestiones subsanables indicadas y en especial por no contar con autorización sanitaria”.