El Cabildo de Fuerteventura ha dictado una resolución en la que concluye “no autorizar la actividad” de la cantera denominada ‘Andrea’, en La Caldereta, “en el área que afecta” al Bien de Interés Cultural (BIC) del barranco de Tinojay.

El Gobierno ha sacado a exposición pública la solicitud para reanudar la explotación de la citada cantera, que fue suspendida judicialmente. El proyecto plantea utilizar parte del área catalogada como BIC como zona de acopio de material.

Según indicó el Cabildo, su resolución establece “no autorizar las actuaciones del proyecto para el aprovechamiento de recursos” mineros “en la cantera de basalto 'Andrea', que afecta al entorno del BIC”, motivado en que las actuaciones proyectadas van en contra de lo estipulado en la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias.

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Según esta resolución, “el estudio de impacto ambiental del proyecto debe incorporar, además, como medida preventiva, que antes del comienzo de las actuaciones previstas de reanudación de la cantera, se deberá balizar y señalizar el área del entorno de protección del BIC, a fin de evitar cualquier incidencia sobre el mismo y, como medida correctora, contemplar la limpieza y restauración del área del BIC afectado por la antigua explotación minera”.

Esta resolución, según precisó el Cabildo majorero este miércoles, se notificará al Servicio de Minas de la Dirección General de Industria del Gobierno de Canarias, a la empresa Áridos Maxorata, promotora del proyecto, al Ayuntamiento de La Oliva y se trasladará a la Inspección Insular de Patrimonio Cultural y al pleno de la Corporación insular.

Delimitación del BIC.

“Museo naval en piedra”

El barranco de Tinojay se localizan las estaciones de grabados naviformes, reticulados y un podomorfo, destacando unas 66 inscripciones en mejores condiciones que el resto. Los grabados están realizados sobre bloques basálticos y rocas sueltas, localizados la mayoría en la margen izquierda del barranco, siendo más escasos en su margen derecha, probablemente porque en esta parte los líquenes impiden visualizarlos con claridad.

A este deterioro natural se le une el producido por la acción humana al efectuarse algunas de estas inscripciones, sobre otras más antiguas destruyendo, en algunos casos los trazos de grabados anteriores.

El principal motivo grabado a lo largo del barranco de Tinojay es la representación de barcos que, por su “extraordinaria singularidad”, constituyen “un referente cultural para la historia de Canarias en general y de Fuerteventura en particular”, según precisa el Gobierno en su declaración de Bien de Interés Cultural.

Hay investigadores que estos grabados “como un museo naval en piedra, ya que en el barranco se aprecia la evolución de la navegación a través del tiempo, tanto de la de remo como a vela”.

Algunas de estas manifestaciones rupestres son estimadas por los investigadores como coetáneas a la época aborigen, al menos desde las primeras expediciones a las Islas Canarias, entre un período cronológico que abarca entre fines del siglo XIII y fines del siglo XV.