Jiménez del Valle, el principal acusado, sostiene que “no tenía ningún interés oscuro” y que compró 10.000 metros en 2001 a la empresa Plalafusa en la localidad
Cinco de los acusados dicen ser víctimas de lo ocurrido en el Casco Viejo de Corralejo
Jiménez del Valle, el principal acusado, sostiene que “no tenía ningún interés oscuro” y que compró 10.000 metros en 2001 a la empresa Plalafusa en la localidad
Cinco de los once acusados en la presunta trama creada para estafar a vecinos del Casco Viejo de Corralejo se sienten víctimas también, al haber perdido su inversión como consecuencia de las compraventas efectuadas por el principal imputado en la causa, José Manuel Jiménez del Valle, tras adquirir en 2001 cerca de 10.000 metros cuadrados en la zona.
En la tercera sesión del juicio que se sigue por este caso en la Audiencia de Las Palmas, en la que ha declarado durante dos horas Jiménez del Valle, este ha negado al tribunal la existencia de trama alguna con el resto de imputados a los que vendió propiedades y también que conociera "ni antes ni ahora" la situación legal de la comunidad de Corralejo.
Ha recalcado que cuando adquirió en 2001 los terrenos del Casco Viejo a Plalafusa sabía que había tenido pleitos, pero que todos los había ganado, y que la compra la llevó a cabo a través de su sociedad Delval Internacional, que había creado en 1986 para la gestión de suelos, porque "no tenía ningún interés oscuro" en esa operación, ya que en ese caso lo hubiera hecho con una "sociedad fantasma".
A preguntas del letrado del acusado de José Blas Alonso Vera, Jiménez del Valle ha explicado que le ofreció una propiedad con una construcción en estado de abandono en 2001, después de comprar a Plalafusa SA, pero que nadie podía saber que existía un tercero que iba a exigir la titularidad del inmueble que le vendió, según ha asegurado.
El principal acusado ha manifestado que, en el caso del procesado Feliciano Alonso Carreño, perdió el restaurante El Patio que regentaba y pagó y se quedó sin nada tras recuperar la titularidad sus legítimos propietarios mediante las acciones judiciales que emprendieron.
En el caso del procesado Eloy Sampedro Bañado, al que vendió dos propiedades, la segunda para compensar el fracaso de la primera operación al reclamar los terrenos también sus legítimos propietarios, pero que también perdió por los mismos motivos, ha indicado que a causa de esta acción penal no ha podido repararle sus pérdidas y que la relación que mantienen es "tensa" por esos motivos.
Sobre los imputados Patrick Nagel, al que conoció de forma fortuita, y Juan Lagos Orta, también se quedaron sin las parcelas que le compraron y sin dinero, ha indicado José Manuel Jiménez del Valle.
Montar una jamonería
El acusado José Blas Alonso Vera ha explicado en su declaración al tribunal que su intención era montar una jamonería en la casa abandonada que había comprado a Jiménez del Valle el 13 de septiembre de 2001 y que desconocía que existiera otro titular de la propiedad distinto a Plarafusa SA cuando se interesó por el inmueble y pidió información en el Registro de la Propiedad.
Su sorpresa fue que, al comprar el inmueble, que además estaba tapiado, a los dos días un vecino suyo se trasladó a vivir en él y en las acciones judiciales emprendidas no se le ha reconocido la propiedad ni a uno ni a otro, ha indicado este imputado, quien ha dicho que esta ha sido su única acción en el caso que se juzga.
Sin negocio ni local
El acusado Feliciano Alonso Carreño ha indicado al tribunal que explotaba el restaurante El Patio desde 1982 y pagaba por ello una renta a una familia de Lanzarote. Su intención no era comprarlo hasta que Blanca Ortega se lo ofreció y, tras consultar que estaba a su nombre en el Registro de la Propiedad, lo compró mediante una hipoteca y pagarés, ha añadido.
En la época de crisis tuvo problemas y pidió ayuda José Manuel Jiménez del Valle, que era cliente del restaurante, y le cedió una parte de la sociedad y constituyó una nueva hipoteca para hacer frente a sus deudas y emprender reformas en el local, ha explicado Feliciano, quien había dejado de pagar a la familia de Lanzarote, que finalmente logró la propiedad y le echó, por lo que pese a que lo pagó se quedó sin el negocio y sin el local.
“Solo quería hacerme una casita”
En el caso de Eloy Sampedro Bañado, según lo que ha relatado al tribunal, conoció a José Manuel Jiménez del Valle en una comida en Tordesillas (Valladolid) en la que le contó que poseía propiedades en Fuerteventura, sobre las que más adelante se interesó porque a su mujer y a él les hacía ilusión tener una casa en la Isla.
Contaba con 39 años y ahorros, pero nunca pensó que las dos operaciones fueran a terminar de este modo y que se viera inmerso en una causa judicial. "No tenía ningún interés en especular con esos terrenos, solo quería hacerme una casita", por lo que ha dicho que solo quiere que José Manuel J.V. le devuelva los más de 90.000 euros que le pagó y que le causaron un "agujero brutal" en su economía.
El acusado, que es natural y residente en Salamanca, ha afirmado que "no entiende el desaguisado administrativo" en torno al Casco Viejo de Corralejo y formuló su petición a la Fiscalía es que le retire la acusación, pues no alcanza a comprender tampoco el motivo por el que está sentado en el banquillo de los acusados.
Es más, ha destacado que tras la declaración efectuada el miércoles por el testigo Gustavo Antonio Albarracín, que perdió 1,1 millones de euros al comprar un solar y una nave abandonada, vio un "fiel reflejo" de su situación.
Continúa la vista oral
El juicio continuará el próximo lunes con la declaración de los otros cuatro acusados en la causa en la que la fiscal reclama penas de seis años de cárcel para tres de los procesados y cuatro para el resto, además de que abonen las costas de los procedimientos que tuvieron que iniciar 21 vecinos para mantener sus viviendas, así como la nulidad de los contratos de compraventa fraudulentos.
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