MEDIO AMBIENTE

Alerta por el cambio climático: el mar acabará con gran parte de la playa de Gran Tarajal

Los expertos alertan de que Fuerteventura podría ser la isla más afectada por la subida del nivel del mar

Imagen de uno de los temporales más fuertes de los últimos tiempos en Tarajalejo. Fotos: Carlos de Saá.
Eloy Vera 3 COMENTARIOS 22/12/2020 - 06:20

¿Cómo estará el litoral de Fuerteventura en cien años? La ciencia ya ha comenzado a dar respuestas. Los expertos en cambio climático calculan que la subida del nivel del mar podrá hacer perder hasta diez metros de playa, en zonas como Morro Jable, Cofete o Costa Calma, o hacer desaparecer gran parte de otras como la de Gran Tarajal. Tampoco se librarán de los efectos de la subida del nivel zonas turísticas como Corralejo, El Cotillo o el islote de Lobos.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas alertaba hace algo más de un año en su informe sobre océanos y criosfera en un clima cambiante, realizado por más de 100 científicos de 36 países diferentes, de que la crisis climática acelerará la subida del nivel del mar.

El ritmo de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocará que la criosfera, superficies de la tierra donde el agua se consolida como una masa sólida, se derrita. Esto acarreará un aumento de los niveles del mar y que el clima pase a ser mucho más extremo. Los científicos del IPCC calculan una subida del nivel del mar de un metro para 2100 debido a la crisis climática.

El coordinador del comité de expertos para el Estudio del Cambio Climático y el Fomento de la Economía Circular y Azul del Gobierno de Canarias e investigador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Aridane González, corrobora lo expuesto por el grupo de científicos de la ONU, asegurando que la subida del nivel del mar, derivada de los efectos de la crisis climática, puede ser de entre 0,8 metros y un metro de aquí a finales de siglo.

Aunque a simple vista un metro podría parecer poco, este profesor del Instituto de Oceanografía y Cambio Global asegura que este aumento “implica que playas de Fuerteventura, una isla con mucha menos elevación que las occidentales, puedan perder gran cantidad de metros”.

El biólogo y coautor del libro Cambio climático en Canarias. Impactos, José Luis Martín Esquivel, va más allá y apunta a que será Fuerteventura la isla donde “más puede afectar la subida del nivel del mar al ser una isla plana. Las Islas Canarias se levantan de forma abrupta, por lo que la subida les puede afectar menos. En cambio, en Fuerteventura hay grandes llanuras, como la playa de Sotavento, donde ya en marea alta gran parte queda inundada”. Con las previsiones de los científicos, “quedará mucho más y eso pasará también en otras zonas de la Isla como Corralejo”, añade.

Martín Esquivel apunta que en Fuerteventura ya hay un testigo del pasado que podría servir de indicador de qué puede suceder si el nivel del mar sigue subiendo. Se refiere a la zona de Matas Blancas. Hace 120.000 años, cuando la temperatura subió en torno a dos grados, tal y como se estima ahora que puede ocurrir, “el nivel del mar se elevó casi dos metros. En ese lugar, hay fósiles tropicales que actualmente están en Cabo Verde y están a esos dos metros de altura”, indica.

El prestigioso biólogo señala que el nivel del mar está subiendo en torno a tres milímetros al año aproximadamente. “Eso será tres centímetros en una década y 30 en un siglo, pero es un proceso que se está acelerando. Hace unas décadas era un milímetro. Si se sigue acelerando se puede llegar a un metro a finales de siglo”, indica.

“Habrá que proteger las viviendas con diques de contención”

Pero ¿qué ocurrirá con las playas de Fuerteventura? Su principal atractivo turístico y nicho económico se encuentra en la costa. Miles de personas en la Isla viven ligadas al sector turístico. Aridane González explica que existen trabajos preliminares sobre los efectos que puede tener la crecida del nivel del mar en el litoral majorero, donde ya se puede ver cómo algunas playas se verán muy afectadas debido a los efectos de la crisis climática que azota el planeta.

Apunta que, si la subida del nivel del mar llega a 0,8 metros o un metro de aquí a finales de siglo, puede ocurrir que se vean afectados hasta diez metros de playa, una situación que afectaría a zonas del litoral con escasa pendiente como Morro Jable y Costa Calma.

Incluso Cofete, una de las pocas playas vírgenes que quedan en España, también podría a finales de siglo ver reducida su playa unos diez metros. “Puede ser un poco menos en algunas zonas, pero también bastante más en función de la topografía de la playa”, matiza este investigador.

Parques inundados

En el caso de Gran Tarajal, la playa podría desaparecer si continúan los índices de subida del nivel del mar. González recuerda que durante el aumento de mareas de 2012 ya quedó inundado el parque de la playa, que se sitúa en la zona más alejada de la línea de costa.

Con el mapa topográfico en la mano, el experto calcula que zonas del litoral norte de Fuerteventura como El Cotillo podrían llegar a perder hasta seis o siete metros en algunas de sus calas debido a su escasa pendiente, mientras que en Corralejo también habrá playas que se verán gravemente afectadas con pérdidas de superficie de entre tres y cuatro metros.

“Al crecer la línea de costa, algunas especies tendrán que emigrar al interior”

Tampoco se libraría de los efectos del calentamiento de las aguas el islote de Lobos. El parque natural vería cómo en la playa de La Concha la subida del mar podría invadir hasta seis o siete metros del litoral. También afectaría a la zona de Las Lagunitas, una charca intermareal donde se encuentra una siempreviva (Limonium ovalifolium spp. canariense) un endemismo de Lobos que, periódicamente, el agua la inunda. Si se cumplen los pronósticos de subida del nivel del mar, el agua lo cubriría y la planta sucumbiría o tendría que mirar hacia el interior.

Macarena González Torres es graduada en Ciencias del Mar por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En su estudio de fin de carrera Una vista preliminar de los efectos de la subida del nivel del mar en la isla de Fuerteventura analiza el impacto que puede tener la subida del nivel en zonas concretas de la geografía majorera.

Entre los objetivos de este estudio, su autora explica que está el de conocer las zonas de Fuerteventura cuya exposición a la subida del nivel del mar “pueden tener una repercusión importante: núcleos turísticos con alta población, playas con gran afluencia turística o empresas con gran número de trabajadores”.

González Torres seleccionó para su estudio las zonas de la playa de La Concha, en El Cotillo; el casco viejo, los hoteles de las dunas y Punta Elena, en Corralejo; Puerto Lajas; El Jablito; Gran Tarajal y la zona donde se encuentra instalada la central eléctrica de Unelco, en Puerto del Rosario.

Con este trabajo en la mano y con el cálculo de una subida del nivel del mar de un metro, se observa cómo en la parte litoral este del pueblo de Corralejo se verían afectadas viviendas y alojamientos turísticos debido a su proximidad al mar. Durante la pleamar, el agua contactaría directamente con los edificios, una subida que traería consecuencias pues, tal y como apunta esta investigadora majorera, “el agua tiene un gran poder destructivo, produce erosiones y podrían verse afectadas las estructuras edificativas”.

En el caso de la playa donde se encuentran los hoteles Oliva Beach y Tres Islas, las llamadas mareas astronómicas, conocidas como las mareas del Pino podrían provocar la subida del nivel del mar hasta dos metros. Esto haría que se perdiera la zona actual de playa, viéndose afectado el Oliva Beach, parte de la carretera y los aparcamientos.

En Puerto Lajas, la subida de un metro al ser una playa con escasa pendiente haría que el mar estuviera en contacto con algunas viviendas que se construyeron pegadas al mar. Durante las mareas del Pino, la playa se perdería en su totalidad y se verían afectados los locales dedicados a la hostelería y el club náutico que existen en la zona.

La investigadora pone el foco de atención en Gran Tarajal donde, a finales de siglo, la subida del nivel del mar haría llegar las olas hasta el muro del paseo marítimo, lo que produciría la desaparición de la zona de playa en su totalidad.

También alerta de cómo podría afectar esta subida a la zona donde actualmente se encuentra la central de Unelco, que abastece de electricidad a toda Fuerteventura y parte de Lanzarote. Ahí el agua llegaría a contactar con parte del muro exterior de la instalación. González Torres insiste en que “no hay que pensar que va a ser en 2100 porque los efectos se percibirán mucho antes. Nosotros no llegaremos a ver el metro, pero sí el medio metro de altura y eso va a traer efectos”.

Mitigar y adaptar

El profesor Aridane González insiste también en la necesidad de hacer un estudio detallado en Fuerteventura para saber hasta dónde puede subir el nivel del mar y cómo se debe actuar.

“Para luchar contra el cambio climático y todos sus efectos en Canarias existen dos caminos: la mitigación, es decir, dejar de emitir gases de efecto invernadero y absorberlos y, por otro lado, apostar por la adaptación. Se trata de adaptarnos a lo que va a venir. Nosotros no podemos impedir que suba el nivel del mar, pero sí amortiguar esos efectos negativos que puede tener”, señala.

“No hay que pensar en el año 2100. Los efectos se percibirán mucho antes”

El coordinador del comité de expertos para el Estudio del Cambio Climático y el Fomento de la Economía Circular y Azul insiste en la necesidad de activar medidas de adaptación. “En función de cada zona hay experiencias donde se puede modificar la playa, la zona litoral de forma natural y adaptarla al territorio sin crear daños ambientales. Hay que intentar, sobre todo, que no se hundan lugares que sean de valor esencial para la vida, como las de dominio público o aquellas donde se encuentran instalaciones esenciales eléctricas, potabilizadoras, depuradoras, etcétera”, señala.

En un futuro no muy lejano, “todo lo que esté cerca de la costa serán zonas muy vulnerables. Si asumimos que la línea de costa asciende a 0,8 metros o un metro, cuando venga la mala mar lo que ahora se inunda una o dos veces al año por esas olas grandes, puede que se inunde muchas veces más”, indica González.

“En el cambio climático nos centramos en la lucha a través de la mitigación, pero no debemos olvidar que no podemos frenar tormentas ni el nivel del mar, lo que hay que hacer es adaptarnos a nuestro territorio para minimizar el impacto”, insiste. Es más, “el IPCC muestra en sus modelos cómo la suma de estrategias de mitigación y adaptación siempre dan mejor resultado que avanzar por caminos separados”, apostilla.

González apunta que, ante la llegada de temporales marinos, hay que estar preparados. “Hay zonas que tienen que estar protegidas y adaptadas”. A su juicio, “lo importante en Canarias es adaptar el territorio a la vulnerabilidad climática derivada de la subida del mar y también por la llegada de fenómenos adversos como tormentas fuertes o lluvias. Si no se adapta el territorio vamos a sufrir problemas tanto en las instalaciones como en la infraestructura urbana”.

En este sentido, recuerda que hay viviendas que están muy cerca del nivel de mar “a las que habrá que proteger usando nuestra experiencia en ingeniería, por ejemplo, con diques de contención, que también pueden ser naturales y de uso regenerativo”.

“Canarias, al igual que el resto de los territorios, necesita adaptar su territorio al impacto del cambio climático. Los efectos los estamos viendo y viviendo, pero no le damos la importancia que requiere. Adaptar nuestro territorio significa reducir el riesgo para las sociedades, territorios y nuestras ciudades. Se trata, en definitiva, de minimizar ese impacto y garantizar la conservación del territorio y la seguridad de las personas”, señala.

La subida del nivel de mar traerá efectos económicos para las poblaciones, sobre todo aquellas cuya profesión está ligada al litoral, pero también impactos en los ecosistemas marinos. “Todo el espacio que el nivel va a ocupar va a cambiar el ecosistema costero”, asegura el profesor González.

“Todo va a estar sumergido y eso significa que si tenemos especies que son vulnerables al impacto del nivel del mar van a tener que emigrar al interior. Eso ya se está viendo en islas pequeñas del Pacífico donde especies animales y plantas, que vivían en la zona de costa, cada vez están más adentro, En el caso de Fuerteventura, al crecer la línea de costa, el mar ganaría espacio a la costa, lo que va a hacer que tengan que emigrar también algunas especies al interior”, aclara.

Comentarios

Para todos aquellos que pasan del tema con la excusa demagógica de la economía, el empleo, etc. Si las personas y los animales no disponen de un espacio digno en el que vivir, ya pueden especular con todo el dinero que quieran que no habrá mucho que hacer. ¿En serio tenemos que esperar a llegar al límite?
Pero a que esperan, la naturaleza va a recuperar lo que es suyo, como se han permitido esas construcciones dentro del mar prácticamente, si no tiene que crecer, solo con que haya un poco de mal tiempo, mar y vientos juntos con cierta contundencia a recibir el salitre y salir por la puerta de atrás si la tienen. UN aplauso para esas autoridades que permiten construir donde quieran los vecinos con tal de que les den el voto.
Tranquilos, no se preocupen Los políticos majoreros se cargarán las playas mucho antes de que eso suceda.

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