-En noviembre, cuando se celebra la feria WTM de Londres, ¿en qué punto está la Isla y qué se puede esperar del turismo para el próximo año?

-Fuerteventura ha realizado un gran esfuerzo estos últimos dos años por mejorar la conectividad aérea regular, diversificar mercados y posicionarnos como un destino amable y atractivo en segmentos con poco impacto sobre el territorio y mucha demanda, que estaban poco trabajados aquí, y en los que sin embargo la Isla tiene mucho potencial, como el de la salud y el bienestar, el gastronómico o el turismo azul. Esto no solo nos hace más competitivos, también nos ayuda a captar la atención de turistas sostenibles, respetuosos con el medio ambiente y comprometidos con la naturaleza, y de paso consolidamos ocupación e ingresos y se amplían los márgenes de beneficio que esta industria deja en la Isla. No es una fórmula sencilla pero lo estamos haciendo bien en mi opinión, y en estrecha colaboración con el sector, que es un valor añadido. Las previsiones para la temporada de invierno indican que mejoramos en conectividad regular un 4,7 por ciento, este es muy buen dato, y recuperamos por fin turismo escandinavo, que desde hace unos tres años lo habíamos perdido. Los mercados tradicionales se mantienen estables y, en la percepción internacional, Fuerteventura es un destino que destaca por su autenticidad, el clima, sus paisajes y la estrecha relación con la naturaleza. Es lo que más atrae de nosotros y en eso precisamente inciden las campañas de fidelización y promoción que se están desarrollando en toda Europa.

-¿Y de qué manera se está trabajando para que la Isla sea más sostenible?

-La Isla no es solo un destino turístico, también es el lugar donde residimos los que aquí vivimos y desarrollamos nuestros proyectos de vida. La economía debe estar al servicio de la sociedad y no al revés, y si el turismo es nuestra principal fuente de riqueza y de desarrollo, debe contribuir también a compartir los costes por el uso de las infraestructuras y los servicios públicos, y desde luego reducir su impacto sobre la naturaleza y los recursos. Estamos ante la tesitura de tener que reinventar el producto turístico poniendo el énfasis en la cohesión social, para tratar de avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo más justo, equitativo, integral y del que participe más y se beneficie la sociedad en su conjunto. Observamos que los turistas europeos están ya muy sensibilizados en este sentido, de manera que tenemos mucho ganado, y aquí en la Isla comenzamos a ver los frutos. El Cabildo en su conjunto, y desde las áreas que dirijo muy particularmente, que incluyen, además de Turismo, la Reserva de la Biosfera y la de Economía Azul, se contribuye económicamente a financiar prácticamente todos las grandes eventos que se desarrollan durante el año, exigiendo elevados estándares de compromiso medioambiental y de calidad, y debo subrayar que la respuesta por parte de los ayuntamientos y de la iniciativa privada suele estar a la altura.

-En estos momentos hay un debate social abierto y críticas de una parte de la sociedad sobre el modelo de crecimiento turístico.

-Me preocupa cuando observo los datos recientes sobre el repunte de la pobreza severa y la desigualdad en nuestro Archipiélago, datos que contradicen el auge económico y que nos obligan a repensar seriamente el pacto social. Está claro que hay un serio problema de redistribución de la riqueza en Canarias y también en nuestra Isla. En el Cabildo hemos congelado el presupuesto de Turismo y otras áreas desde hace tres años, para poder destinar el grueso del presupuesto a las infraestructuras esenciales que garantizan los servicios públicos. Es un buen ejemplo de compromiso. La clave está en la gestión. Hemos conseguido ser mucho más eficientes y eficaces con los mismos recursos que hace años. Entiendo el debate abierto en la sociedad en estos momentos sobre los beneficios y los perjuicios que supone la actividad turística, un debate que tiene todo el sentido, como es lógico, pero que hemos de afrontar con seriedad y rigor porque nos jugamos mucho. Es obvio que la actividad turística ejerce una presión e impacto y precisamente por eso hay que trabajar para encontrar equilibrios. En eso consiste la sostenibilidad, que no es solo un concepto económico y medioambiental, también tiene una dimensión social.

“Una tasa turística es factible, los europeos entienden que generan un impacto”

-¿En qué magnitudes se encuentra la aportación económica del turismo a Fuerteventura?

-La aportación de la industria turística a la Isla en el sentido que me pregunta se podría sintetizar con algunos datos, como por ejemplo los puestos de trabajo vinculados al sector servicios, que han crecido este año y nos permitirá superar la cifra de 52.000 empleos, de los que más del 20 por ciento son empleados de forma directa en establecimientos alojativos y el resto conforman el tejido de trabajadores, profesionales y autónomos. Esperamos cerrar el año llegando a los mil millones de ingresos totales en la Isla atendiendo a los niveles de ocupación, estancias medias, precios y el gasto en destino. Esto es fruto de gestión y planificación. El objetivo del Cabildo es promover una mejor redistribución de los beneficios, porque tenemos que conseguir que el turismo repercuta más directamente en la economía local, que sirva para mejorar realmente la calidad de vida de los que vivimos aquí, y sirva como un instrumento más de convivencia.

-¿Y cómo considera que puede mejorarse la redistribución de esa riqueza?

-El turismo es ocio, tiempo de descanso y búsqueda de experiencias, y por tanto depende de muchos factores que influyen en un sentido positivo o negativo, como la sensación de seguridad, la necesidad de tranquilidad o desconexión o la búsqueda de contacto con la naturaleza. Garantizar esto es algo saludable tanto para los que aquí vivimos como para quienes nos visitan. Son indicadores de calidad de vida real. La estabilidad política y en las Administraciones más cercanas a los ciudadanos y ciudadanas es otro intangible importante; y por qué no decirlo, ahora que las cosas van bien es cuando hay que hacer esfuerzos para mejorar las condiciones de los trabajadores del turismo que son quienes ofrecen su sonrisa y prestan el servicio a los turistas. Tienen todo el derecho a participar de la buena coyuntura de llegadas, precios y hábitos de consumo, y estoy convencida además de que esto será clave para mejorar la competitividad del destino. Las políticas de reparto de presupuestos son las que deben incidir en aquellas debilidades que se van manifestando en nuestras sociedades, y también creo que es muy importante involucrar a los sectores productivos, convencerles de que las desigualdades no son buenas para una sociedad y tampoco para un destino turístico.

“Hay que mejorar las condiciones de los trabajadores del turismo, tienen derecho”

-Desde su partido, el PSOE, se está defendiendo la aplicación de una tasa turística. ¿En su opinión eso es factible en Fuerteventura?

-Por supuesto que sí. Los turistas europeos entienden perfectamente que generan un impacto sobre territorios sensibles y sociedades insulares frágiles y no ven ningún problema en participar en los costes del mantenimiento de las infraestructuras, la conservación o la limpieza. Esto está ya plenamente asumido por parte de la demanda: en casi todos los destinos europeos hay impuestos turísticos, que son un pequeño porcentaje a la factura de cada individuo pero que supone una interesante fuente de ingresos. Lo importante es que sea finalista, y esta es la clave, para que realmente vaya destinado a la conservación y mejora de las infraestructuras, los espacios naturales o el patrimonio del lugar donde se produce el impacto. Hago un llamamiento al Gobierno de Canarias para que priorice esta línea, teniendo en cuenta que el fin no debe ser recaudatorio.

-¿Cómo es el perfil del turista que está viniendo a la Isla?

-Resulta interesante observar que las nuevas generaciones reclaman unas vacaciones más experienciales, no solo buscan descansar, quieren sentir y vivir la autenticidad del destino, pero sin perder las comodidades de unas buenas infraestructuras, servicios, internet, porque además son muy activos e interactivos en redes sociales. En este sentido Fuerteventura tiene mucho que ofrecer.