En apenas tres semanas se creó la mayor plataforma en la historia de Fuerteventura para reivindicar soluciones al problema del agua. Este grupo, bautizado como ¿Tienes agua Fuerteventura?, ha puesto el foco en el drama que vive la población de la Isla en sus hogares y negocios, y los enormes perjuicios económicos que supone quedarse sin suministro hídrico. La plataforma social denuncia que prácticamente todos los pueblos de la geografía insular sufren escasez y cortes de agua, pero la zona centro-sur es la más afectada por este problema.

“Puedo afirmar que en Guerepe vivimos sin agua y, en mi caso, me está llevando a la ruina económica”, manifiesta la vecina Susana Alonso Pérez. El agua se ha convertido en una obsesión para los habitantes de esta zona del municipio de Pájara, donde se había fomentado la plantación de olivos, árboles frutales y la cría de ganado. “Hemos llegado a estar 22 días sin una gota de agua y estamos marginados con respecto al resto de la Isla, porque nadie nos escucha y lo habitual es comprar cubas a precio de oro, con el desembolso económico que eso supone”, denuncia esta vecina.

Si por la noche llega un hilo de agua durante unas horas, en las casas no duermen para llenar los depósitos y regar. El resto del día racionan el líquido para asearse y lo emplean en lo esencial. Susana Alonso desvela que, incluso, con el calor intenso que se ha sufrido, por ejemplo en el mes de octubre, la situación se agravó hasta el extremo de que no les abastecían ni las empresas privadas. “No cogían el teléfono, las cubas de agua no llegaban porque las empresas privadas estaban colapsadas al suministrar a las ganaderías y los depósitos en el sur del CAAF (Consorcio de Abastecimiento de Aguas a Fuerteventura)”, afirma. Una situación, asegura, que corroboró con muchas personas a las que les ocurrió lo mismo. “Es deprimente, desquiciante y te vuelves loca, porque nadie nos escuchaba, no atendían nuestras demandas, mandé varios escritos al CAAF y no recibí ni una respuesta”, añade.

Para Susana, lo peor es que el Cabildo majorero fomentó el sector primario en la zona, dio subvenciones para el cultivo del olivo y de árboles frutales, pero ahora se siente incapaz de mantener su finca. “Todo se seca y esta situación nos ha llevado a una situación extrema desde el punto de vista económico en este último año”, critica Susana Alonso, indignada. Además, convirtió su casa en una vivienda vacacional para poder ganarse la vida al tener problemas de salud, pero sin agua no puede alquilarla. “Tengo una vivienda vacacional para sobrevivir, porque no podía aguantar una jornada laboral, necesito estar en casa, pero no puedo traer turistas sin un servicio tan básico como el agua”, lamenta. La falta de suministro afecta a esta vecina de Guerepe a todos los niveles: personal, laboral y familiar. “Todo el mundo me conoce, me quejo pero con razón, porque estamos totalmente abandonados en esta zona, cuando llega agua es como la meada de un gato”.

Susana Alonso, vecina de Guerepe: “Hemos llegado a estar 22 días sin una gota”

Desde Las Hermosas, Pepy Goyes confiesa que su piscina ha sido, paradójicamente, su salvación. “No es un lujo, se ha convertido en nuestro estanque, en un oasis en el desierto”, explica. “Al pasar hasta 15 días sin agua pudimos regar e incluso sobrevivir gracias a la piscina”. Su familia también apostó por los cultivos y el sector primario. “Para nosotros ha sido una afición fomentar el sector primario y trabajar por una isla sostenible, pero sin agua no hay vida”, reflexiona. Para Pepy, este verano, cuyas altas temperaturas se han extendido hasta el inicio del otoño, ha sido tan complicado que flaquearon las fuerzas y estuvo a punto de desfallecer ante la pertinaz falta de agua. “No es fácil vivir aquí con un hilo de agua y con un calor asfixiante”, advierte.

Pepy lleva en Las Hermosas sólo cinco años, antes residía en Morro Jable. “No recuerdo tener este problema en Morro y aquí, este verano, hemos pagado cubas de agua a precio de oro, 130 euros por rellenar nuestros aljibes para poder asearnos y sobrevivir en pleno siglo XXI”, denuncia. Además, deben tener “el hidro siempre en marcha para contar con algo de presión y la factura de la electricidad se ha disparado este verano, por lo que los problemas se multiplican”, agrega. Las conversaciones entre el vecindario se reducen a si suben o bajan los niveles del agua. Las amas de casa se han convertido en unas expertas en la materia.

Iván Rodríguez, vecino de Las Hermosas, exige “soluciones reales”.

Un pozo, seguro de vida

Tener un pozo de agua, aunque sea salobre, se ha convertido en un seguro de vida para Iván Rodríguez, también vecino de Las Hermosas, que decidió participar de forma activa en la nueva plataforma social por el agua. “Dentro de mi finca tenemos un pozo y es una ventaja, porque podemos regar y dar de beber a los animales, dado que tiene poca salinidad e incluso podemos utilizarla para la casa”.

“Lo habitual es comprar cubas a precio de oro, con el desembolso que supone”

Este joven vive en un terreno que perteneció a sus abuelos y también plantó olivos y otros árboles, plantas ornamentales que se han secado, y cría ovejas, burros y cabras para tener leche y queso en casa. “Quiero mantener las tradiciones, pero resulta bastante complicado, porque sin agua no hay vida y aquí, desde hace años, sufrimos cortes de suministros diarios”, expresa. Para Iván, la plataforma social que se ha empezado a movilizar es muy necesaria para exigir mejoras, obtener respuestas y lograr una gestión más eficiente del servicio público de agua en Fuerteventura. “No podemos quejarnos solo en las redes sociales, contar nuestro drama personal y no hacer nada más. Hay que salir a manifestarse y buscar soluciones reales, porque las familias, especialmente con niños y mayores, deben tener agua para algo tan básico como bañarse”, insiste. También incide en que “todos somos iguales” en cuanto al suministro de un bien básico.

Sin embargo, hay municipios que, pese a formar parte del CAAF, externalizaron el abastecimiento a ciertas localidades turísticas o constituyeron empresas específicas. Es lo que sucedió con Suministros de Agua La Oliva para Corralejo, Aguas de Antigua con Caleta de Fuste o Canaragua con centros en Morro Jable y Puertito de la Cruz, en el municipio de Pájara. Fuentes consultadas por Diario de Fuerteventura, que han ocupado responsabilidades en la principal institución insular en materia de agua, resaltan que el Consorcio se tiene que ocupar de áreas rurales, con el coste que conlleva el bombeo y la distribución de agua, de ayuntamientos que la parte más lucrativa, que son las zonas urbanas turísticas, la han externalizado. El consejero de Aguas, Adargoma Hernández, reconoce que existe un reto importante y se reclamará financiación al Gobierno de Canarias y al Ejecutivo central para obras hidráulicas. “Este problema no se va a solucionar en un mes ni en dos, pero vamos a concentrar todos los esfuerzos en este mandato para resolverlo”, enfatiza el consejero.

Leocadio Araya, agricultor, denuncia los perjuicios de los cortes en su finca.

“Cortes diarios”

En Marcos Sánchez, el agricultor Leocadio Araya, conocido por su jugo de tuno indio, se muestra cansado e indignado de que siempre se repita el mismo problema, que resume así: Fuerteventura es una isla sin agua. “Me pregunto cuándo se van a preocupar seriamente de este asunto y solucionar de una vez esta carencia, ya que los cortes son diarios en la finca”, denuncia. El tuno no requiere un riego excesivo, pero se le ha secado el laurel, el aguacatero y no puede mantener los árboles frutales. “Este verano ha sido horrible, siempre estaba cortada, y espero que la plataforma vecinal del agua plante cara a los políticos para que solucionen el problema”, propone. Leo es un agricultor consolidado y conocido por sus jugos de tuno indio, sal de orégano, tomillo, albahaca y flor de sal, junto a su leogrote, mojo picón rojo y verde, o mermelada de tomate. “Resulta complicado sobrevivir como agricultor con esta escasez de agua y entiendo a los colegas que abandonan el sector, porque es muy duro trabajar en estas condiciones, con calor, sequía y sin agua”, relata. En su caso, cuenta con depósitos pero afirma que la agricultura es inviable con esta carencia de agua. “Se agotan los depósitos y he visto con impotencia cómo se secaban mis plantas, algo muy triste”, recuerda.

Leocadio Araya: “He visto con impotencia cómo se secaban mis plantas, es triste”

Ante esta situación tan crítica, la plataforma ¿Tienes agua Fuerteventura? ha generado una pequeña esperanza para las familias majoreras. “En Guerepe, Las Hemosas, Ugán, La Pared y Marcos Sánchez sobrevivimos sin agua, esto es un desierto y consideramos que la culpa es de los políticos, son los responsables de lo que nos está pasando y, si no son capaces de dar una solución, que dimitan pero necesitamos con urgencia que nos garanticen el suministro porque así no se puede vivir”, critican los habitantes de la zona. También invitan a los responsables del agua a visitar estos pueblos diseminados para comprobar cómo viven diariamente, “Se sorprenderían, porque se sobrevive como se puede”. La vecindad recoge agua del mar para rellenar las cisternas, fregar la loza o los pisos. Encima, han recibido facturas de agua de hasta 200 euros, sin tener suministro. “Esto es un engaño, nos están cobrando por el aire porque los contadores corren y no sale agua por los grifos”, destacan las familias de esta zona, que han exigido indemnizaciones. También piden más inversión para renovar mangueras, instalar depósitos, desaladoras y conseguir un abastecimiento de agua eficaz y responsable.

Auditoría e indemnizaciones

La plataforma social considera que existen sospechas de irregularidades en la gestión del agua en la Isla y solicita que se encargue una auditoría de los últimos 15 años. También reclama al CAAF que garantice el suministro en todos los pueblos y que busque soluciones eficientes para conseguirlo. “Pedimos que se indemnice a los principales afectados, que han comprado durante semanas cubas de agua para el aseo personal de la familia, a precio de oro a empresas privadas, que hacen negocio con la necesidad, algo bastante injusto”, considera María del Cristo Delgado. Este colectivo defiende que el servicio sea público y califica de “nefasta” la política desarrollada hasta la fecha en la Isla. “Sólo se ha parcheado el problema y lo vemos cada día con averías, fugas de agua, mangueras rotas y pérdidas de cientos de litros por toda la Isla, algo que está documentado con noticias y fotos de particulares y asociaciones de vecinos en los últimos años”, resume este colectivo. “Buscaremos transparencia hasta el final, porque durante años se han anunciado partidas para el CAAF pero el servicio ha empeorado”, advierte la portavoz. “Hasta ahora la población majorera estaba dormida pero ha despertado y no vamos a parar hasta conseguir soluciones porque hay una emergencia hídrica”, concluye.