“Es un disparate que el Rey siga siendo el Jefe de las Fuerzas Armadas”
Comenzó denunciando corruptelas en el Ejército, fue arrestado, inició una huelga de hambre y acabó expulsado tras publicar su segunda novela, 'Código Rojo', que ha presentado en Fuerteventura y Lanzarote. El pasado día 22, la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo deliberó su caso y aún no hay sentencia.
- ¿Qué espera que ocurra?
- Si consumiese cocaína estaría muy tranquilo porque seguramente me readmitiesen, o si hubiese puesto en peligro la vida de mis soldados, también seguiría en el Ejército. O como un capitán condenado por 28 agresiones sexuales, que ahora es comandante, o el teniente coronel que acosó a Zaida, hoy es coronel. Los malversadores, los que torturaron a prisioneros en Irak, hoy siguen en sus puestos. Lo único que he hecho es escribir dos novelas y dar mi opinión de las Fuerzas Armadas, y eso está muy castigado.
- ¿Denunciar la corrupción en el Ejército tiene las mismas consecuencias para el denunciante que en la sociedad civil?
- Yo ganaba 2.000 euros y he perdido todo. Me he visto obligado a endeudarme para afrontar los gastos judiciales. Voy a las presentaciones y a veces duermo en coches. Vivo de los libros que vendo. Los denunciantes necesitamos un marco de protección que no tenemos. A mí me han ofrecido que me calle, que deje de escribir y me readmiten. No puede ser que callarse sea tan tentador. Algo se está haciendo mal. La Justicia militar es un gran problema. Exonera a aquellos que cometen delitos. Los que cometieron fraude con las facturas falsas del Ejército del Aire, por diez millones, que es como las Tarjetas Black, que fueron doce millones... todos han acabado con una multa sólo o con prescripciones y no han sido expulsados del Ejército.
- ¿Esto ocurre por la jerarquía, porque siempre hay alguien que estaría por encima?
- Claro. Es un concepto extendido en la sociedad… El concepto de disciplina del Siglo XXI no tiene nada que ver con el concepto de disciplina en los cuarteles en el Siglo XIX. Los policías tienen libertad de expresión, sindicatos y derechos y no hacen peor su trabajo ni son peores policías. ¿Por qué nosotros necesitamos otra disciplina? Porque tener a personas con sus libertades coartadas y con precariedad laboral supone dos ventajas importantes: somos más baratos y se pueden mantener privilegios y prácticas corruptas más fácilmente.
- ¿Los mandos tienen muchos privilegios?
- Todos. Las Fuerzas Armadas son un crisol. Hay tres ejércitos muy distintos, con unidades muy distintas y especialidades diferentes. Asumiendo eso, se puede generalizar que hay un abuso continuado de los altos mandos. Por ejemplo, el conductor de un coronel sabe que si no cumple lo que le mandan, aunque no esté bien, como llevar a su mujer o a su hija, le van a quitar el puesto y va a acabar en el campo con un fusil. Si se retirara la Justicia militar habremos dado un salto hacia adelante.
“Todos los que cometieron fraude con las facturas falsas del Ejército del Aire, por diez millones, han acabado con una multa sólo o con prescripciones y no han sido expulsados del Ejército”
- ¿Hay corrupción en todos los casos, desde las compras más grandes de armamento hasta los contratos de suministro más pequeños?
- En todos los casos hay opacidad, sobrecostes, corruptelas, tráfico de influencias… Si analizamos todos los casos de corrupción en los últimos veinte años, ninguno ha sido detectado por la acción de los órganos de control de las Fuerzas Armadas. Cuando yo he ido con mis denuncias, el sistema piensa que te puede controlar y cierra el caso.
- Pasado el 23F se dijo que el Ejército ya había hecho su propia transición. ¿Es así?
- No se ha hecho ninguna. La Transición es una gran mentira y es imposible que, por tanto, se haya llevado a cabo en el Ejército. Después del 23F hubo el Manifiesto de los 100, que amenazaban a la ciudadanía, advirtiendo con lo que se iba a juzgar y cómo se iba a condenar, porque condenar a Tejero y compañía era lo mismo que condenarles a ellos. Seis de esos firmantes terminaron siendo generales, más allá de los años noventa. El Capitán García Armenta, que escoltó a los autobuses de Tejero, terminó siendo General en 1998 y mandó tropas en Yugoslavia. Esa es la transición. Antes del Golpe, Tejero e Ynestrillas ya son condenados por el mismo delito que los miembros de la UMD, que les cayeron ocho años y a ellos seis meses. Es decir, planificar un Golpe de Estado estaba penado diez veces menos que pretender un Ejército demócrata.
- ¿Por qué no cambia la situación?
- Eso es lo que cuento en 'Código Rojo'. Hay una serie de intereses económicos. Tenemos la séptima industria armamentística del mundo, que ha aumentado su facturación de 400 millones a 8.800 en quince años, y no se vende solo fuera. Hay varias empresas públicas y detrás de ellas otras 400 industrias más. En 2011, dos mandos, el JEME Carlos Villar y el JEMA Sebastián Zaragoza, fichan por Santa Bárbara General Dynamics y por Navantia. Es evidente que hay una puerta giratoria y es bochornoso. Es un gran complejo mafioso que resulta que las Fuerzas Armadas sigan siendo una institución franquista, entendiendo por franquista todas las condiciones que tenía el Ejército en esa época, como la corrupción y el pluriempleo.
“Si analizamos todos los casos de corrupción en los últimos veinte años, ninguno ha sido detectado por la acción de los órganos de control de las Fuerzas Armadas”
- ¿En el Ejército hay sagas, se repiten los mismos apellidos que hace cincuenta años?
- Por supuesto. En esto tiene mucho que ver Juan Carlos I, que fue un golpista de manual y no se va a poder quitar esa etiqueta. Si analizas los conceptos de Golpe de Estado que surgen en el Siglo XVII y en los años 30, te das cuenta que en uno y en otro concepto se considera un golpe lo que hizo el Rey Juan Carlos. Así que si tenemos al hijo de un golpista de manual en el cargo, ¿cómo no van a continuar las sagas en el Ejercito?
- ¿Es un anacronismo que el Rey sea el Jefe de las Fuerzas Armadas?
- Es un disparate. En la Transición hubo un choque entre Suárez y Juan Carlos, que acaba con la expulsión del poder de Suárez. Las discrepancias eran por la entrada de España en la OTAN. Ahí teníamos que haber decidido que eso no podía ser. Ya hubo un choque con esa bicefalia, una persona elegida por los ciudadanos y un Rey no elegido, y que sea el Rey el que mande las Fuerzas Armadas no es positivo. Ahora sigue siendo igual. Si mañana se decide hacer un referéndum por la República, resulta que el Rey es el Jefe de las Fuerzas Armadas y está el artículo 8 de la Constitución que convierte a los militares en garantes de la integridad territorial, la soberanía y la independencia. Si yo como Rey entiendo que el hecho de que España sea una República reduce la independencia y la soberanía del país, puedo dar un Golpe de Estado y los militares me tienen que seguir.
- ¿Qué apoyos ha recibido dentro del Ejército?
- Muchos apoyos en la tropa, en suboficiales la cosa está repartida y en oficiales, odio a muerte, aunque hay de todo. Esto valdría para la parte de derechos, libertades, modernización y transparencia, pero cuando me meto en otra parte... porque mi discurso tiene una parte también de revolución, porque considero que Irak y Afganistán son guerras neocoloniales y necesitamos militares con conocimientos en geopolítica, derechos humanos o derecho internacional. Cuando afirmo que la OTAN es una organización criminal en la que participamos nosotros, ahí es complejo que te comprendan y te apoyen. Me han apoyado explícitamente las asociaciones de tropas y la AUGC de la Guardia Civil.
Comentarios
1 ANTONIO FUENTES Sáb, 14/01/2017 - 17:53
2 PEDRO Vie, 02/11/2018 - 19:27
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