-¿Cuántas veces se ha arrepentido de abrir el proceso para la reforma que legislará el uso turístico de las viviendas?

-Ninguna, de verdad. Creo firmemente en lo que estamos haciendo. Necesitamos regular mejor la actividad. Necesitamos que el cien por cien de las viviendas no se vayan a la actividad turística. Necesitamos tener porcentajes para garantizar la calidad de vida de los canarios. Que no se tensionen los mercados. Que los canarios puedan vivir cerca de las zonas de trabajo y no tengan que coger un coche a 40 kilómetros. Necesitamos que la vivienda se produzca a precios adecuados, dignos y evitar la especulación sobre el suelo residencial, sobre esos inversores que apuestan por comprar suelo residencial para luego, 24 horas después, dedicarlo a uso turístico. Y necesitamos que los ayuntamientos asuman las competencias que tienen atribuidas por ley, que no se las estoy dando yo, que las ha ratificado el Supremo en una sentencia, sobre la ordenación pormenorizada de cada uno de los núcleos, tanto los que están tensionados como los que son o tienen posibilidad de crecer en este ámbito de actividad. Por tanto, ningún arrepentimiento. Podemos discutir los matices de la ley si queremos, pero creo que todo el mundo coincide en que era necesario regular esto.

-Esta mañana salí de un ‘parking’. Y enfrente había un edificio con cinco rótulos de alquiler vacacional. ¿Esto es bueno? ¿Es malo? ¿Es inocuo?

-Pues yo siempre digo: es como el vino, ¿no? Una copa de vino es lo que te recomienda el médico, pero cuando te bebes diez botellas todos los días pues muy probablemente ya no sea tan bueno. Pero yo creo que la actividad simplemente hay que equilibrarla en el territorio. El resto de las unidades alojativas, es decir, los apartamentos, los hoteles, las casas rurales, todo lo que se imagine, tienen su categoría de suelo asignada y no pueden construirse fuera de esos suelos. La vivienda vacacional está en todos los tipos de suelo hoy en Canarias, tanto los permitidos como los no permitidos. Nadie ha revisado en nueve años las declaraciones responsables, ni cabildos ni ayuntamientos. Lo están iniciando ahora y agradezco el trabajo de los cabildos insulares en este sentido. Y ahora necesitamos poner orden. Simplemente eso. Yo soy la mala porque he venido a corregir una situación que creo que estaba siendo caótica en Canarias, pero desde luego yo creo que todos coincidimos en que hay que hacerlo.

-¿Usted tuvo alguna vez alguna esperanza de que hubiera un consenso con el sector del alquiler vacacional, que ha sido tan ruidoso respecto al contenido de la ley?

-No sé cómo contestar, porque esto ha ido por días. O sea, había días que pensábamos que estábamos cerca del acuerdo, porque en las distintas reuniones que manteníamos se llegó a decir: la música suena bien, pero queremos conocer la letra. Mientras me decían esa frase, se hizo una nota de prensa en contra del proyecto, pero lo cierto es que, desde la consulta pública, cuando no había texto a que atacar, ya esta asociación estaba diciendo que no quería regular. Evidentemente ellos están defendiendo su interés particular y es legítimo, pero nosotros estamos defendiendo algo mucho mayor, que es el interés general de más de dos millones de canarios.

“Nunca me he arrepentido de haber impulsado la ley del alquiler vacacional”

-En este proceso alguien ha dicho: ¿qué hace el PP regulando la economía, por Dios? Ustedes son liberales.

-Yo cuando me dicen eso me río muchísimo, porque es que hasta los liberales necesitamos reglas del juego. Y la fortuna que tenemos es que, si miramos la regulación que están emprendiendo todas las ciudades de España, que están en manos del PP, y las comunidades autónomas, todas coinciden en la ratio de 90-10, todas coinciden en que hay que zonificar, todas coinciden en que hay que tener una capacidad de carga y que superada esa capacidad de carga hay dos opciones: declarar la zona tensionada con crecimiento cero o incluso zona de decrecimiento. Eso lo está haciendo el PP en Sevilla, y yo aquí lo único que escucho son discursos de: no puedo, no sé, no es mi competencia...

-¿Quién dice eso?

-Bueno, pues lo he escuchado de algún que otro dirigente de partido, alegando que no hay consenso en torno a lo que hay que hacer; pero el consenso está y la competencia está definida. En Canarias el mayor problema que tenemos es la escasez de vivienda, y la vivienda vacacional es parte de la solución, pero no es la solución, y nunca lo hemos defendido así. En esta ley, es duro decirlo, planteamos elegir entre turistas y residentes, y creo que, en un contexto de emergencia habitacional, al menos el Gobierno lo tiene claro, elegimos residentes.

-Los ayuntamientos no han mostrado demasiado entusiasmo por la ley, no hay un ataque directo, pero tampoco un apoyo entusiasta.

-Yo los entiendo, las oficinas técnicas están atascadas, las licencias de construcción de viviendas, en algunos ayuntamientos, no en todos, afortunadamente, tardan dos y tres años en salir, el inversor a lo mejor ya no invierte, porque después de dos años o ha decidido invertir en otro lugar o simplemente ya no tiene disponible la liquidez suficiente. Entiendo que la normativa a la hora de elaborar cualquier proyecto de zonificación en Canarias es complicada, pero también he visto que ayuntamientos como el de Granadilla, en apenas un mes, con una ordenanza de folio y medio ha dicho: yo quiero las viviendas vacacionales en viviendas aisladas y en primera planta y fuera de la primera planta con entrada independiente, y ya tengo regulada la vivienda en mi municipio, fuera de esto no lo permito. Por tanto, este es el ejercicio que hay que hacer en Canarias, y si un ayuntamiento lo ha podido hacer en un mes y medio, estoy convencida de que los 88 municipios lo pueden hacer. Y además les hemos dicho que estamos dispuestos a darles un borrador de ordenanza para que ellos solo tengan que zonificar.

“Canarias debe elegir hoy a un turista que aporte mayor valor añadido”

-El otro día un diputado de CC, y no era un diputado novato, me dijo que la ley va a tener muchos cambios.

-Puede ser. El Parlamento es soberano de decidir los cambios que quieren hacerle a la ley. Yo, desde luego, tengo claro que vivimos en una emergencia habitacional, que los trabajadores están consiguiendo casas a 40 y 50 kilómetros de los puestos de trabajo, que la principal causa de rechazo hoy de un puesto de trabajo en Canarias es ya la vivienda, que el principal problema de los canarios es la vivienda, que los propietarios han visto que la ley estatal de vivienda les impide o no les da seguridad jurídica para poner sus inmuebles en alquiler residencial, y que la única forma que tienen de ganar un ingreso extra es dedicando su vivienda al alquiler vacacional. Estas son las cosas que el Gobierno tiene claras. ¿Es mejorable? Pues claro que sí, seguramente, y por eso estamos en democracia y cuando los proyectos de ley entran a los parlamentos son los grupos los que tendrán que mejorarlos. A mí lo que sí me ha decepcionado es que nosotros hemos presentado el anteproyecto de ley hasta en tres ocasiones a los grupos políticos, y salvo los grupos que apoyan al Gobierno y Nueva Canarias, los demás ni se han interesado por el anteproyecto ni por el contenido. El grupo mayoritario de la oposición [el PSOE] ni ha contestado a los correos electrónicos.

-Este escenario que dibuja usted de demanda muy fuerte de vivienda, de trabajo, está asociado al éxito del turismo en Canarias. ¿Tenemos que promocionarnos turísticamente?

-Esa pregunta siempre es recurrente. El mayor anunciante del mundo es Coca-Cola. El mayor anunciante de España es Telefónica. ¿Se dejan de anunciar porque sean compañías exitosas?

-Hay destinos turísticos que han dejado de hacerlo. Hawai ya no hace promoción turística. Ni Ámsterdam.

-Ámsterdam hizo una campaña que fue: no venga a Ámsterdam, y provocó el efecto contrario. En todo caso, creo que no es la reflexión que tenemos que hacer. Creo que Canarias tiene la capacidad de elegir hoy al turista que quiere. Y hoy tenemos que elegir a un turista que aporte mayor valor añadido al destino, porque con 18 millones podemos permitirnos el lujo de elegir a un visitante mejor. La reconversión hotelera nos empuja a que podamos tener una demanda de mayor poder adquisitivo. Que por otro lado será la gran fortaleza de Canarias cuando baje la demanda. Porque no siempre vamos a tener 18 millones de turistas en cartera.

“Ojalá todos los sectores económicos fueran tan competitivos como el turístico”

-¿Qué es para usted la redistribución de la riqueza en el sector turístico?

-Hay dos maneras de redistribuir la riqueza: la vía de los impuestos o tasas y la vía de subida salarial. Hoy el salario medio en Canarias son 17.000 euros, con lo cual creo que tenemos que irnos a una subida salarial, a una mejora de las condiciones laborales y sociales, hacia esa renegociación de los convenios, porque venimos de años muy buenos en el turismo. Creo que es oportuno que abramos esa reflexión. Y luego está la otra fórmula, que me parece importante también, que ha defendido el Gobierno, y es que se produzcan fórmulas en el territorio para que podamos retener más gastos del cliente a través de tasas, por visitas a espacios naturales protegidos, o por visitas a monumentos naturales, o simplemente a redes de centros de arte, donde además se genere empleo. Y siempre pongo el caso de Lanzarote como ejemplo. Si usted me pregunta qué es la redistribución de la riqueza, pues me parece que es aplicar fórmulas inteligentes.

-Según algunas visiones, está la redistribución en función de los beneficios de las empresas.

-Bueno, eso sí que me parece intervenir en la economía. Si estamos hablando de lo que ha propuesto Podemos, que el 50 por ciento de lo que tributen las empresas del Ibex lo redistribuyan, me parece que estamos dando pasos gigantescos hacia algo que odio profundamente, que es la demagogia.

-Me refiero a que, si una cadena hotelera gana mucho dinero este año, pues que una parte de ese beneficio lo aplique a mejorar salarios.

-Pero es que eso ya lo hacen las cadenas hoteleras. No sé si son el cien por cien, pero desde luego una parte importante de las cadenas hoteleras, y me gustaría que alguna vez los hoteleros salieran a contar qué hacen por sus trabajadores cuando tienen beneficios extra. Me parece que hay que tener una comunicación positiva efectiva sobre discursos como estos que estamos viendo, porque eso se produce ya en las empresas del sector turístico.

“Tenemos que ir hacia una mejora de las condiciones laborales y sociales”

-¿Qué papel le corresponde a usted en esa negociación salarial? Porque usted ha recibido una carta de los sindicatos.

-Pues mi papel es el que me ponen en la carta, la mediación.

-¿Y eso se traduce en qué?

-Voy a estar en las mesas de negociación, como estamos haciendo con el campo. El convenio del campo lo dinamitó el anterior viceconsejero de Empleo, las actas están ahí. Ni las patronales ni los sindicatos se querían volver a sentar a la mesa y este Gobierno, callado la boca, sigue negociando con el sector primario. Pues lo mismo haremos con el sector de la hostelería. Lo que no voy a hacer son espectáculos públicos sobre la negociación colectiva para crispar a patronales, a sindicatos, a los agentes sociales. Porque me parece que lo que está pasando a nivel nacional es que la ministra de Trabajo está usurpando la labor que pertenece a los agentes sociales, y en lugar de haber un diálogo social hay un monólogo social.

“Lo que no voy a hacer es espectáculos públicos sobre la negociación colectiva”

-Aquí hay dos variables. Una, los salarios en Canarias están por debajo de la media española. Otra, el sector turístico en Canarias paga más que el sector turístico de otras comunidades autónomas. ¿Con qué situación se queda?

-Nos quedamos con que Canarias tiene que seguir avanzando. Primero, no tenemos que ser complacientes con que pagamos más que en otras comunidades, porque el coste de la vida en las Islas en los últimos cinco años prácticamente se ha duplicado. Por eso llamaré al diálogo, porque creo que es necesario que se suban salarios. Y, evidentemente, ojalá todos los sectores fueran tan competitivos como el sector turístico y pudiésemos tener un sector pujante de la construcción, un sector pujante del sector primario, un sector pujante tecnológico, un sector pujante en industria, porque eso nos garantizaría que los salarios en Canarias subieran. Desde luego, no creo ni en la complacencia, tampoco creo en el triunfalismo ni en los extremismos. O sea, una cosa puede ser cierta y la otra también y tenemos que buscar el mejor encaje de ambas realidades.