Desde hace unos meses venimos leyendo en algunos medios acerca de las intenciones de la Consejería de Educación de Canarias respecto al mapa escolar del sur majorero.

Parece ser que, para el equipo de gobierno, el “nuevo” CEIP En Barranco del Ciervo resulta excesivamente grande y no acaba de llenarse de alumnado. La solución: desplazar a chicas y chicos del cercano CEIP El Ciervo -que con la apertura del CEIP antes mencionado ha perdido alumnado- pues ahora resulta sobredimensionado como para estarnos gastando los dineros públicos en él. Con ese movimiento dicen, además, aprovechar la infraestructura del CEIP que cierran (y que hace vecindad con el IES Jandía) para en su lugar acondicionar un centro integrado de formación profesional (un CIFP).

Como es obvio, las familias conscientes del CEIP El Ciervo (y de las restantes comunidades educativas de la zona) han levantado manos y voces como protesta ante la decisión gubernamental.

Si ampliamos el foco de mira,  debemos recordar que el nuevo centro de Infantil/ Primaria se construyó y abrió hace escasos cursos, con un retraso de más de veinte años; se demandaba en el tránsito entre siglos, en un tiempo de auge inmobiliario/turístico que atrajo a la zona a numerosa población laboral joven (con hijas e hijos) a “colocar bloques” y a atender “guiris”. En aquellos años, las chiquillas y chiquillos se repartían en sobresaturados centros sin que a los gobernantes (antes como los de ahora) les importara el asunto.

Ahora, y tras dos decenios, la fotografía dista mucho de la recordada. Siguen viniendo guiris, el sector de la construcción no goza de la salud de antaño (tras la tremenda crisis -entre otras, inmobiliaria- de 2008-2010) y, déjeme recordarles la natural reducción de la natalidad -que ya conocen los gestores de lo público-: en tiempos de dificultades económicas el futuro no se percibe halagüeño y las mujeres se lo piensan mucho para concebir nueva prole.

Ello así, no se les ocurrió otra a nuestros iluminados que seguir apostando por construir un centro sobredimensionado para la realidad presente. Ahora…; pues cerramos otro centro y reubicamos al “piberío”. ¿No saben que centros de esas características (de línea 3) en edades de Infantil/Primaria son absolutamente inadecuados?

¿Y la formación profesional? Vayamos al epicentro de la cuestión. En Morro Jable se vienen ofreciendo módulos de familias profesionales, desde hace veinticinco años, vinculadas solamente a la actividad turística: Hostelería/Turismo e Industrias Alimentarias, enseñanzas que han venido impartiéndose durante todo ese tiempo en el Hotel-Escuela Residencia Esquinzo, de propiedad municipal. Ciertamente, la zona es paradigma del modelo que sustenta la economía archipelágica desde hace décadas; sin embargo, a nadie de nuestros ilustres políticos,  se la ha ocurrido pensar -mucho menos impulsar- formación más variada para la población joven que habita en Morro Jable, la ciudad más habitada del municipio de Pájara, y la más distal y periférica de la isla.

Tampoco desde el Ayuntamiento han visto la necesidad de mejorar la infraestructura del edificio que, hoy, arrastra y acumula serias carencias y problemas estructurales (tras tantos años con escaso mantenimiento). Se previeron partidas presupuestarias para tales reformas, pero…

Sigamos ampliando el foco y retornemos a la enseñanza obligatoria. Quienes conocemos un poco la realidad educativa insular -y del lugar- sabemos que el alumnado del CEIP El Ciervo -ese que nuestros iluminados pretenden cerrar- es el que mejores resultados académicos presenta de la zona. No parece pues eficiente que se cierre el mejor de los colegios de Morro Jable; más bien resulta contraproducente (si atendemos a variables referidas a la calidad educativa). Máxime en una zona que arrastra desde hace décadas unos resultados académicos bastante inferiores al de las restantes zonas educativas en Canarias.

Pero claro… ¡¡qué carajo es eso de la calidad educativa; y menos en un lugar tan periférico y de tanta inmigración!!

Es cierta la necesidad de formación profesionalizante para nuestra población joven. En el IES Jandía se dispone de espacios físicos acondicionados para, en horario de tarde-noche (como se hace en otros centros) ofertar certificados, acreditaciones y ciclos de FP, y por ende dar respuesta a una necesidad más que sentida por nuestra juventud.

Pero nuestros ilustres iluminados, parece, prefieren “vestir a un santo dejando desnuda a buena parte de la parroquia”. Tamaño despropósito este (uno más) de los gobernantes canarios.

* Docente jubilado. Ex director del CEIP Tarajalejo y de los IES Vigán y Jandía