“Las fronteras no sirven para nada sino para separar y dividir los pueblos”
Sergio Rodrigo, director de documentales
Sergio Rodrigo (Málaga, 1988) es periodista especializado en migraciones y está al frente de EntreFronteras, una productora social que aborda el documental y el periodismo desde diferentes realidades. En diciembre participó en las jornadas que cada año programa la asociación majorera Entre Mares. En ellas dio a conocer Jornaleros: el mal patrón, una cinta que aborda la desaparición de dos trabajadores migrantes mientras recolectaban aceitunas en Villacarrillo (Jaén). Con este argumento sobre la mesa, Rodrigo se sumerge en la explotación laboral que sufren sus víctimas.
-Visita Fuerteventura para presentar su último trabajo documental ‘Jornaleros: el mal patrón’. ¿Qué nos cuenta en este proyecto?
-Es un documental con narrativa true crime. Hemos querido usar estas nuevas narrativas de thriller y docuthriller con el objetivo de acercarnos al público mayoritario que puede consumir el género documental, y lo hacemos en torno a una temática social. Podemos decir que es uno de los primeros documentales true crime sobre migraciones. Abordamos una doble desaparición. Por un lado, la de Tidiany Coulibaly, un maliense que vino vía Canarias y se fue a la Península a trabajar al campo. Iba empalmando campaña tras campaña hasta que topó en Villacarrillo (Jaén) con la persona menos indicada, un patrón que fue acusado de su desaparición forzosa. Finalmente, no fue condenado. Ocho años después, otro de sus trabajadores volvió a desaparecer: Ibrahima Diouf, de Senegal. Él también sigue en paradero desconocido. Abordamos esa realidad en un documental en el que participan policías, jueces, abogados, periodistas y familiares.
-Más allá de abordar el suceso, subyacen otros mensajes en la cinta...
-En el documental queremos dejar un mensaje muy claro: el aceite de oliva con el que mojas el pan todas las mañanas para el desayuno o cualquier fruta o verdura lo están recolectando personas migrantes. Muchos de ellos no tienen otra vía para llegar a nuestro continente sino las irregulares y eso deja mucho que desear como sociedad. A estas personas se les condena a una irregularidad continua. Aun así, los sectores a los que les interesa hablar mal de la inmigración son los que están pagando 20 euros el día cuando el convenio dice que hay que pagar 57. Interesan los migrantes en la campaña, pero no que estén en mi pueblo el resto del año. Ahí hay una serie de incongruencias provocadas por esos sectores. Por suerte, el campo no es mayoritario en la explotación laboral, pero eso no quiere decir que no la haya y que no haya irregularidades. Es un sector tan básico para nuestro país que debe tener garantías de derechos. Si necesitamos mano de obra, deberíamos ver cómo darles los mismos derechos a los trabajadores de origen migrante que a los locales.
“Necesitamos mano de obra, pero con los mismos derechos para todos”
-¿Por qué es importante seguir apostando por el documental para contar las realidades migratorias? ¿Cree que es una manera de concienciar?
-Con Paralelo 35º50 vimos que podíamos llegar a otras audiencias. Llenamos salas de cine. Me di cuenta de que estábamos acercándonos a un público que no era el convencido y al que le interesaran las migraciones. Había gente muy diversa y de diferentes edades. Ahí topé con el director de documentales Tomás Ocaña. Trabajé con él en la serie Operación Brooklyn. Empezamos a tratar las migraciones a través de un thriller. Aplicamos las narrativas del cine convencional al periodismo de investigación y de migraciones. Esta fórmula la hemos vuelto a aplicar en Jornaleros.
-Además se permite profundizar en el tema, algo inusual en el día a día de las migraciones...
-Migraciones siempre aparece en la sección de sucesos en los medios y eso, de alguna manera, nos limita a profundizar. El periodismo del día a día tiene otras exigencias que no tiene el del documental. En este último, el campo de visión es mucho más grande, el fenómeno es distinto y las realidades son muy distintas. Creo que las audiencias empatizan más. Estamos llegando a una serie de audiencias a las que, a lo mejor, no le interesan las migraciones, pero le puede atraer el documental o el true crime.
“Me duele que no den respuesta a menores que quieren una dignidad”
-Cada vez hay más profesionales dedicados al periodismo de migraciones centrados en contar las historias de las personas en tránsito. Sin embargo, el discurso del odio aumenta día a día. ¿Cree que se están utilizando mal las narrativas a la hora de abordar el tema?
-Puede ser. He analizado mucho cómo usar las narrativas a la hora de contar las migraciones. En el documental, se sensibiliza e informa de otra manera. Sin embargo, tenemos otros problemas. Hay una serie de intereses que están apoderándose de los discursos y construyendo las agendas, incluso en los medios, y eso nos está perjudicando. El odio viene de un sector con una serie de intereses políticos, mediáticos y económicos y se está apoderando de esa narrativa.
-En Canarias, los fotoperiodistas se encuentran, en ocasiones, con obstáculos para cubrir las llegadas de pateras a los puertos. ¿Por qué no interesa que estén los periodistas en ese lugar?
-Es un conflicto de interés entre las autoridades, principalmente policiales, que no entienden el periodismo y la comunicación como un derecho por el que tienen que velar. Aseguran que, en esa serie de momentos, prevalece la intimidad para evitarlo. Cuando voy a los puertos y hago mi tarea de videoperiodista tengo claro que no estoy ante personas detenidas, sino en un proceso de identificación. A veces, la Policía me dice que no les he preguntado si puedo grabarles, pero tampoco me están permitiendo que les pregunte. La norma número uno del periodismo es acceder a la fuente primaria y en un puerto no son las autoridades sino los propios migrantes. Es urgente instar a las autoridades a que permitan a los periodistas y gráficos relatar las historias personales que ocurren en nuestros puertos. La ley de extranjería no nos habla de personas detenidas por lo que no se está cometiendo ningún delito. Tienen derecho a dar su voz. Sé que es un momento delicado tras el trayecto, pero eso no exime que podamos contar sus historias y, además, necesitamos contarlas.
“Hay que permitir a los periodistas relatar las historias en los puertos”
-En ‘Paralelo 35º50’ denunciaba las malas prácticas en el rescate de personas en alta mar y el papel del Mando Único en la frontera sur. ¿Ha cambiado algo desde entonces?
-Sí radicalmente y ha sido para peor. En 2018 se impuso un silencio que afectaba, principalmente, a la comunicación de Salvamento Marítimo, sobre todo en sus redes sociales. Ese silencio se tradujo en no poder acceder a los puertos ni hablar con los capitanes. Ahí se despertó algo y se creó una red de comunicaciones. Descubrimos, a través de audios y escuchas radiofónicas, que en el paralelo 35º50 España y Marruecos habían puesto una frontera invisible. En aguas internacionales teníamos una de las fronteras más grandes de la Unión Europea y la gestionaba España con Marruecos. Curiosamente, se redujo la llegada de personas a la mitad. Hoy apenas llegan migrantes a las costas andaluzas por esta norma. El número de muertos se ha multiplicado desde aquel año y tiene que ver con el riesgo de emigrar por la ruta canaria. Hoy día mueren más personas llegando a España desde la aplicación de esa frontera invisible del paralelo 35º50.
-Como periodista especializado en migraciones, ¿cómo valora el papel que está desempeñando el Gobierno central en materia de migraciones?
-Desde que me dedico a las migraciones, he vivido unos cuantos ministros del Interior y de varios partidos. Sinceramente, pensábamos que los derechos iban a prevalecer frente a la indignidad, pero por desgracia no está siendo así. Desde 2018 cada vez hay más muertos. Está comprobado que cuando se pone una valla en un lado se van para otro. El Paralelo 35º50 es un ejemplo de que se pueden crear fronteras en aguas internacionales. Me temo que esto va a ocurrir pronto en Canarias con las aguas del Sáhara Occidental. Le vamos a permitir a Marruecos que gestione una zona SAR cuando hasta el Cabo Nuadibú, en Mauritania, es de España. Es una densa extensión que España debe proteger y cuidar a nivel de salvamento, pero aun así se le ha permitido a Marruecos hacerlo.
“Hay que buscar mecanismos de vías seguras y legales para la inmigración”
-El nuevo reglamento de extranjería habla de regularizar a través de la figura del arraigo. Sin embargo, no se menciona la posibilidad de establecer vías seguras y legales para que no siga muriendo gente en el mar...
-Volvemos a cometer los errores de siempre. Comprar el discurso a la ultraderecha conlleva no evitar el problema de la ultraderecha, sino todo lo contrario. Si se tiene la copia y el original y valen lo mismo, la gente va a preferir votar al original. No me vale que la Unión Europea juegue a ser la ultraderecha en sus políticas y que España lleve políticas de fronteras cerradas porque le está comprando el discurso a los otros. Hay que buscar mecanismos de vías seguras y legales. No puede ser que un padre de Senegal, que viene a ver a su hijo porque se casa, no pueda hacerlo y si puede debe demostrar que tiene 60.000 euros en el banco. Cuántos trabajadores en España tienen 60.000 euros en el banco. Estamos siendo muy injustos con los países que nos nutren de riquezas a la vez que somos partícipes de su expolio. Es importante cambiar esas normas porque hemos visto que las fronteras no sirven para nada sino para separar y dividir los pueblos. Creo en la identidad de los pueblos, pero también en su movilidad.
-Para defender la migración se recurre a temas como la necesidad de mano de obra o de migrantes para que paguen nuestras pensiones. ¿No cree que estamos ante un discurso utilitarista?
-Absolutamente. Estoy de acuerdo en que necesitamos mano de obra, pero con los mismos derechos. Es una manera de contentar a los sectores más conservadores y eso se hace diciéndoles que hay que recoger aceitunas. Al final, es un tema de ideologías y de ver la inmigración.
-¿Qué le parece la que hay montada entre el Gobierno central y el canario con el reparto de menores?
-Las capacidades de las comunidades autónomas pueden ser limitadas. En Andalucía hubo un momento en el que más de 4.000 niños y niñas estaban llegando a la comunicad. También creo que la solidaridad de las comunidades tiene que ser básica. La política de la Unión Europea es crear estas regiones donde hay muchos migrantes y facilitar las expulsiones para que se vayan rápido. Somos Europa y abanderamos los derechos. Es importante que a estos niños y niñas se les dé una respuesta y la mejor atención. Si en un centro hay 400 niños y niñas ocurre lo mismo que en un colegio. No es lo mismo dar una clase con una ratio de 20 que de 30. Las comunidades tienen que ser solidarias con Canarias. Pensar en los menores y darles una mejor atención porque han sido niños que lo han dejado todo. Me duele que las comunidades sigan sin dar respuesta a estas criaturas que quieren una vida mejor y una dignidad.
-Durante la dana de Valencia, vimos cómo se criminalizó bastante a las personas migrantes. ¿Qué papel jugaron la política y los medios de comunicación en ello?
-Hay una conexión entre la política y los medios que favorecen los discursos de odio. Ahí los medios denotan una frase que se repite mucho y es “quien manda en la imprenta es el dueño”. Sería importante que los periodistas fuéramos dueños de nuestras propias imprentas. Es importante que los pueblos sean dueños de sus medios y no que el político de turno pueda decidir quién es el director de tal periódico o tele. Eso tiene mucho que ver con la democracia. Vemos cómo la justicia, los medios de comunicación y los políticos están, de alguna manera, perjudicando la democracia y eso tiene que ver mucho con la industrialización del periodismo y no con la democratización de los medios que creo que es lo más importante en estos tiempos.
-¿Qué proyectos tiene EntreFronteras para 2025?
-Estamos trabajando en un proyecto en Canarias que se va a centrar en el 50 aniversario de la ocupación del Sáhara Occidental.
Comentarios
1 majorero Dom, 26/01/2025 - 09:51
2 Jesús Lun, 27/01/2025 - 05:16
3 Matheus Lun, 27/01/2025 - 11:55
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