El movimiento ‘Fuerteventura tiene un límite’, que forma parte de la red ‘Canarias tiene un límite’, ha regresado a las calles este domingo 20 de octubre, para volver a defender un cambio de modelo económico, esta vez en la localidad turística de Corralejo (La Oliva).

Con menos participación que hace seis meses, en la protesta del 20-A, unas 1.500 personas volvieron a gritar consignas ante la desidia institucional para frenar el crecimiento turístico imparable como "Gobierno de Canarias es una Inmobiliaria", "no es turismofobia es canaricidio", "agua para las gavias y no para los campos de golf", "quiero vivir en la tierra de mis abuelos", "ecotasa turística" o "dónde están las viviendas de alquiler". Un movimiento que ha mostrado su cara más radical con mensajes como "no es turismo es colonialismo", "europeos invasores", ondeando las banderas canarias con las siete estrellas verdes.

A mediodía del domingo y bajo un sol radiante los manifestantes se concentraron en la entrada de Corralejo para desplazarse por la avenida Virgen del Carmen, seguir hasta el muelle chico y finalizar en la Plaza Patricio Calero, donde se leyó un manifiesto para recordar que Canarias y Fuerteventura tienen un límite.

Lola Soto, portavoz de la plataforma, anunció: "El Gobierno de Canarias no ha respondido con ninguna acción, no escucha y nosotros seguiremos organizando protestas y movilizaciones para que vean que somos más que ellos".

El próximo 30 de noviembre, añadió Soto, se celebrará una reunión con todos los colectivos que forman este movimiento para definir la hoja de ruta que seguirán el próximo año. En estos seis meses el movimiento ha desplegado pancartas en Feaga, en el Festival de Windsurfing de Costa Calma o en las fiestas del Rosario, en la capital.

A esta convocatoria se unió la Plataforma Salvar la Bahía de Corralejo contra la obra del nuevo macropuerto, en la que se halla Clean Ocean Project. Su portavoz, Wim Geirnaert, destacó que todos defienden este paisaje volcánico y único.

"Rechazamos la obra del macromuelle, que sólo conseguirá contaminar más y acabar con la calidad de la bahía. Por eso pedimos un crecimiento sostenible, defendemos un océano más limpio y un muelle nuevo, más respetuoso con el medio ambiente y con su rica biodiversidad, sus olas, corales y paisaje", expone Wim. Además, añade que nadie ha atendido sus demandas, ni les ha informado sobre el estado de la obra.

Con menos participación que hace seis meses, en la protesta del 20-A, unas 1.500 personas volvieron a reclamar una ecotasa turística y soluciones para el problema de la vivienda

En el manifiesto se recordó que Canarias tiene más de un tercio de su población (36 por ciento) en riesgo de pobreza o exclusión social: "Somos la segunda comunidad con el salario más bajo  del país".

Además, añadieron que Fuerteventura tiene la mayor cantidad de vivienda vacacional por cada 100 habitantes de toda Canarias. "Por ejemplo, Pájara tiene más camas turísticas que habitantes censados".

Finalmente, destacaron que "la población en Canarias aumenta más por la llegada de personas europeas que por africanas o latinas, a pesar de que los discursos de odio racistas y clasistas traten de hacer creer lo contrario, lanzando odio contra las personas por su color de piel, origen o clase social".

De hecho, agregaron que ocho de cada diez hemos escuchado alguna vez bulos sobre personas migrantes y racistas -según OXFAM-, siendo el racismo y xenofobia los delitos de odio más numerosos, con datos del Ministerio del Interior.

Imágenes de la manifestación