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Fuerteventura tiene un límite: la Isla vuelve a salir a la calle el 20 de octubre

La plataforma que impulsa las movilizaciones destaca la necesidad de parar proyectos  como la urbanización Canalbión, el macromuelle de Corralejo o el exceso de molinos eólicos

Saúl García 0 COMENTARIOS 17/10/2024 - 08:23

Será otro 20, el de octubre, cuando se celebre la nueva movilización contra la masificación turística que sucede a la del pasado 20 de abril. Seis meses después de la primera, las cosas no han cambiado nada. No hay indicios de que se estén dando los pasos hacia las políticas que se exigían en la que fue la movilización más multitudinaria contra la masificación turística en las islas. Más bien al contrario.  

La manifestación está convocada a las doce del mediodía en un lugar que es uno de los corazones del turismo en Fuerteventura, la Avenida de Nuestra Señora del Carmen, en Corralejo. Los convocantes son “personas a título individual” integradas en la Coordinadora Fuerteventura tiene un límite, señala Adelina Padrón, una de las portavoces, pero al manifiesto se han adherido organizaciones como Salvar El Cotillo, Alquileres Justos Fuerteventura, la  Coordinadora Montaña Tindaya, la asociación ecologista Agonane, el Colectivo Guanil o la asociación patrimonial El Efequén.

Se ha elegido en esta ocasión un núcleo turístico “porque hay que hacerles ver a los que nos visitan lo que pasa en las islas” y “para que todo el mundo conozca las consecuencias que esto tiene sobre la población residente”. De hecho, una parte de los mensajes y de los carteles se van a trasladar tanto en inglés como en italiano. En Fuerteventura se ha escogido Corralejo porque el norte de la isla concentra gran parte de los problemas que se denuncian, como el macromuelle de Corralejo, los hoteles de RIU en las dunas y el apoyo institucional con el que cuentan, una nueva licencia para construir otro hotel más en esa localidad y el gran número de viviendas vacacionales que hay en El Cotillo donde “cuatro de cada diez viviendas en alquiler son viviendas vacacionales”, señala Lola González Soto, otra de las portavoces de la plataforma.

En el sur, no obstante, destaca los esqueletos de Canalbión que pueden resucitar ahora gracias al planeamiento y dice que también se permite un macromuelle, una ciudad del ocio y campos de golf. Apunta Lola González los problemas en Puerto del Rosario con los cruceristas, que “consumen recursos y generan residuos y no pagan nada por ello”. “No hacen falta más macroproyectos”, señala Adelina Padrón, porque se ha demostrado que no resuelven los problemas de los ciudadanos, y cita, además de los que están previstos en la Isla, la central de Chira-Soria en Gran Canaria o Cuna del Alma y La Tejita en Tenerife.

“Estamos gastando los recursos que no tenemos de agua y de territorio, que lo siguen destrozando, y de recursos públicos como la sanidad”, destaca Padrón. “Al final parece que nos vamos a tener que ir nosotros porque los poderes públicos nos ignoran”, asegura. “La población solo recibe perjuicios y ninguna recompensa, la agricultura languidece, nuestra economía sigue dependiendo del exterior, los derechos básicos se desvanecen, el sistema educativo está colapsado, los hospitales desbordados y parte de los recursos privatizados. Mientras, la factura de la luz no deja de subir, aunque nuestros bolsillos estén cada vez más vacíos”, dice el manifiesto de la convocatoria.

Padrón destaca que la población se ve “obligada a salir de nuevo a la calle” porque no les han hecho caso “en nada” después de las manifestaciones multitudinarias del 20 de abril. “En lugar de parar, vuelven a reactivar algunas construcciones”. También dice la Coordinadora que Fuerteventura no se puede convertir en “la central energética de todo el Archipiélago, con molinos y fotovoltaicas por todo el territorio, de norte a sur”.

“Hay que hacerles ver a los que nos visitan lo que de verdad pasa en las Islas”

La Coordinadora reconoce que la principal demanda de la población en Fuerteventura es el acceso a una vivienda digna y a un precio asequible y que no se ha tomado ninguna medida para mejorar esta situación ni a corto ni a medio plazo “y la situación sigue siendo muy grave”. En este sentido, piden que se imponga una moratoria turística y para el alquiler vacacional y una regulación urgente de la compra de viviendas con un uso especulativo por parte de personas no residentes en las islas. Vanesa Iglesias, de la asociación Alquiler Justo Fuerteventura, señala que la situación cada vez es peor. “Ahora mismo ya no hay opciones, ni caras ni baratas, no salen viviendas para alquilar, y lo poco que sale es vivienda vacacional”. Incluso en zonas del interior o en Puerto del Rosario, es difícil que los alquileres bajen de los 800 euros al mes. “Una vive con miedo a que el casero le diga que hasta aquí hemos llegado porque no hay dónde meterse, no hay alternativa”, añade. “No sé hasta dónde puede llegar esto porque en cualquier momento puede estallar, es una crisis tremenda y afecta a muchas familias”. Pide que se hagan inspecciones y se elimine del mercado vacacional toda la oferta ilegal y así habría más casas en alquiler de larga estancia.

“Es necesario cambiar este modelo depredador porque no se puede seguir creciendo indefinidamente en un territorio con recursos limitados”, afirman desde la Coordinadora, que añaden a estos problemas la situación de precariedad laboral en el sector turístico. “En la hostelería, la cosa cada vez está peor, hay más carga de trabajo y menos dinero y tienes que dedicar más de la mitad del suelo a la vivienda”, dice González Soto.

En el manifiesto difundido durante la convocatoria recuerdan que hace 22 años los colectivos de la Isla se manifestaron con el grito de “Ni una cama más” y que “hoy la Isla está al borde del colapso con cortes de agua, carreteras innecesarias, torretas y líneas de alta tensión, parques eólicos, granjas solares en cantidades excesivas y mal planificadas en manos de multinacionales que no benefician a la población, destrozando el paisaje majorero que tanto amamos”. A estos problemas se une ahora el proyecto de búsqueda de tierras raras por parte de empresas privadas en varios puntos de Fuerteventura.

Convocatoria de la manifestación del 20-0.

Biodiversidad

También citan la biodiversidad de Fuerteventura, que “está en peligro, sacrificada en nombre del progreso sin límites”. “Nuestros parajes naturales son testigos mudos del deterioro mientras nuestras reservas de agua se desvanecen por el abandono de los sistemas tradicionales y se promociona un desarrollo descontrolado para piscinas turísticas y campos de golf”. Por eso solicitan la implantación de una ecotasa cuya recaudación revierta en la conservación de los espacios naturales, así como una planificación política y urbanística que tenga en cuenta las necesidades de la población “y que integre y acoja con dignidad a la población migrante y dé respuesta a las necesidades de la tercera edad y a las personas con diversidad funcional”. La Coordinadora recuerda que casi uno de cada cuatro habitantes de las islas vive por debajo del umbral de la pobreza “con salarios que apenas les permite subsistir”.

“No hay opciones, ni caras ni baratas, no salen viviendas para alquilar, solo vacacional”

Otra de las medidas que reclama este movimiento ciudadano es una moratoria en la construcción de hoteles, macroproyectos y autorización de viviendas vacacionales. Rechazan las acusaciones de turismofobia y dicen que “no se trata de acabar con el turismo, sino de crecer de manera justa, priorizando a la población sobre los intereses de los grandes inversores”. Entre las peticiones de la Coordinadora también se encuentra la exigencia de un cambio urgente de modelo turístico, una ecotasa para gestionar, proteger, mantener y desarrollar los espacios naturales y un proceso de transición energética “responsable y justa” en manos públicas. También incluyen que se pueda llevar a cabo una conservación del suelo rústico y el fomento del sector primario: la agricultura, ganadería y pesca.

“Están convirtiendo la isla en paraíso para los que nos visitan, pero en un infierno para los que vivimos aquí”, concluye la Coordinadora. Otro 20, el 20 de noviembre, está prevista una reunión de todas las coordinadoras insulares, en La Laguna, para diseñar una estrategia conjunta.

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