Los vecinos de Mirador de Lobos luchan por quedarse
Un centenar de inquilinos defiende sus contratos de arrendamiento, con pagos por adelantado, y espera a la resolución final de la subasta de las viviendas
La subasta del complejo Mirador de Lobos Golf en Corralejo finalizó, pero la incertidumbre no ha terminado. Más de 120 familias que residen en la urbanización se han unido para reclamar sus derechos, insisten en que sus contratos de alquiler son legales y que incluso han abonado varios años por adelantado, y esperan por la resolución definitiva por parte de la Justicia.
La subasta que ordenó el Juzgado de lo Mercantil número uno de Las Palmas por una deuda de casi 36 millones de euros de la empresa promotora, Dunas Pozo Servicios, con el Banco Santander, se cerró con pujas por 100 viviendas. La valoración de cada inmueble ascendió a 239.059 euros. Dos ofertas fueron muy bajas (una de menos de 5.000 euros y otra de 38.249 euros) y lo previsible es que no prosperen, y 21 viviendas no recibieron pujas. En total, las ofertas presentadas suman 20 millones de euros.
En las condiciones de la subasta se establecía que si la oferta era de al menos el 70 por ciento de la tasación, es decir, 167.341 euros, se aprobaría por el Juzgado y en 40 días quien hubiera hecho la puja tenía que depositar el dinero. Si la forma de pago planteada por el aspirante a propietario fuese a plazos, por ejemplo mediante una hipoteca, el Santander puede oponerse y adjudicarse el inmueble por la citada cantidad. Con una puja inferior a la mitad del precio de tasación (119.529 euros), las opciones de quedarse con la casa se complican. Y, si no hay pujas, es el banco el que se queda con las viviendas.
En la urbanización, los vecinos, que han venido recibiendo cartas en sus hogares de Hacienda y la Seguridad Social relativas a embargos de la promotora, se han organizado para reclamar sus derechos. Noelia Alcañiz es una de las vecinas más antiguas, reside desde 2019 y representa a todos los afectados. “De aquí no nos echan, no nos moverán”, asegura. El primer paso que han dado, explica, ha sido crear la Asociación de Inquilinos Mirador de Lobos Golf, que ha reunido a 95 residentes, y cuenta con un abogado que se encarga de los trámites legales.
“Cuando nos cortaron el suministro de agua, nadie nos quería traer cubas por la morosidad que mantenía la promotora con los proveedores, pero entre todos pagamos la deuda anterior, que ascendía a 3.000 euros, y llegamos a un acuerdo para que nos suministren cubas de agua en el depósito general, desde el que se reparte a las viviendas”, recuerda Noelia. Además, cada villa tiene contador de electricidad y han logrado que conecten el suministro y pagar las facturas de forma individual.
En total, las ofertas presentadas a la subasta suman 20 millones de euros
“Para los que hemos renovado los contratos depositamos las mensualidades en el Juzgado o en cuentas que nos facilita la administración”, añade Noelia. Pese a ello, los inquilinos que han actuado conforme a la legalidad aseguran que han recibido cartas de la empresa promotora pidiendo que desocupen las casas o realicen los pagos en cuentas de bancos extranjeros.
“No vamos a ceder ni a las presiones para echarnos, ni a las amenazas, porque los inquilinos tenemos derechos, los contratos están en vigor, y el Juzgado ha reconocido los alquileres”, insiste la representante vecinal. Los vecinos se han personado en el procedimiento en el Juzgado de lo Mercantil en el que se sigue el concurso de acreedores contra la promotora en calidad de interesados. Los residentes aseguran que han padecido intentos de engaños. “Nos trataron de engatusar prometiéndonos que iban a ocuparse del agua o de la limpieza, pero no ha sido así”, dicen.
El vecindario ha seguido la subasta de 123 viviendas de este antiguo resort de lujo. Los interesados en pujar temían que salieran en un solo lote, lo que les hubiera impedido presentar ofertas. Al subastarse de forma individual, muchos han pujado. Una de las vecinas que lo ha hecho es Rebeca Morales. Procede de Madrid y reside en Mirador de Lobos Golf desde hace dos años. Su contrato finalizaba este año.
“Nosotros acudimos a la puja y hemos depositado 12.000 euros por adelantado en el banco, que nos garantiza la devolución si al final no se formaliza la hipoteca, porque de momento tenemos que esperar a que se resuelva el procedimiento”, detalla Rebeca. A pesar de los problemas, esta vecina incide en que la vivienda de calidad es muy limitada en Corralejo y considera que la compra es “una buena inversión para el futuro”.
“Hablamos con la promotora y prácticamente reconoció que daban por perdida la propiedad”, detalla Rebeca. No obstante, hay movimiento de nuevos inquilinos que entran en las pocas villas que se desocupan. En cuanto a la opción de optar a la propiedad de una villa, también hay quien ha tenido muchas dudas. “Nos llega información acerca de deudas y la gente no quiere arriesgarse a perder dinero”, comentan en el vecindario.
Alquileres pagados
Una vecina alemana, Lena, que reside con su hijo pequeño Max y el resto de su familia, afirma en el poco español que habla que pagó unos 20.000 euros por adelantado, con un contrato de alquiler de cinco años, del que queda la mitad. “De aquí no me voy hasta 2026 y espero que no me echen”, insiste, aunque reconoce su preocupación debido al embargo y abandono que presenta la urbanización.
En el complejo se ven fachadas y barandillas desconchadas, humedades, y se acumula la basura en las zonas comunes. Los residentes temen que la falta de higiene y limpieza atraiga insectos y roedores. Concebida como una urbanización privada, con calles interiores, falta seguridad y ya se han perpetrado robos en algunas casas. “Con la asociación estamos intentado mantener limpias las zonas comunes y reparar las vallas exteriores, para evitar el acceso de gente que viene a curiosear al enterarse de la subasta”, apunta Noelia.
“No vamos a ceder ni a las presiones para echarnos, ni a las amenazas”
Los residentes reconocen que han perdido incluso la tranquilidad nocturna y que los perros ladran toda la noche ante el trasiego de intrusos alrededor de las casas. Una de las preocupaciones del vecindario es que los inquilinos se cansen, se vayan y se metan okupas o incluso organizaciones que se dedican a ocupar de forma masiva para luego cobrar por las llaves.
El aspecto del campo de golf central es desolador: todo el terreno y vegetación se ha secado y en la antigua recepción del complejo han abierto un restaurante privado. Una vecina italiana que conocía el complejo cuando funcionaba como resort con campo de golf y que entró a vivir hace dos años es Valeria Inzodda. Vio la publicidad con la opción de alquiler por una temporada larga y decidieron hacerlo porque no conseguía casa en Corralejo. Ahora solicita que se reconozca la validez de su contrato y que se respete.
“Estamos asumiendo todos los gastos de mantenimiento, como el contador de la casa, el arreglo de una tubería que se rompió, la pintura, la poda de palmeras y cualquier reparación, porque nadie se encarga de nada”, se queja. También hay vecinos con los motores de las piscinas rotos y las instalaciones deterioradas porque no existe un servicio de mantenimiento, ni de las villas, ni de la comunidad.
“No nos vamos”
Carlo Pignatta vio la promoción de alquiler de las villas y se enamoró de ellas por su tamaño y porque lo “pintaban” como un precioso resort. “Desde que conocemos la situación estoy buscando alquiler en Corralejo para salir de aquí, pero la oferta es muy reducida y cara”, indica. Carlo no comprende el entramado judicial al que se ha visto abocado el complejo: “Los vecinos extranjeros no entendemos cómo una empresa puede llegar a esta situación, ni los pasos legales que debemos dar para evitar problemas con la Justicia española”. Carlo agradece el apoyo y el asesoramiento de la asociación vecinal.
Los inquilinos han colocado pancartas en el exterior de la urbanización para explicar el problema que atraviesan, destacar que no son okupas, sino residentes con contratos de alquiler y que el caso de Mirador de Lobos es diferente al de otros complejos de Corralejo. En una de ellas se reclama al alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, que “escuche” a los vecinos. En otra se lee que son “123 familias estafadas, con contratos de alquiler en casas embargadas y sin servicios básicos”, se añade que tienen “derechos” y se advierte: “¡De aquí no nos vamos!”.
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Comentarios
1 Anónimo Jue, 06/06/2024 - 08:13
2 Anónimo Jue, 06/06/2024 - 08:47
3 Anonimo Jue, 06/06/2024 - 11:47
4 La Oliva Jue, 06/06/2024 - 11:52
5 Anónimo Jue, 06/06/2024 - 12:49
6 Anónimo Jue, 06/06/2024 - 12:51
7 Anónimo Jue, 06/06/2024 - 17:45
8 Anónimo Jue, 06/06/2024 - 18:00
9 Jacinto Vie, 07/06/2024 - 10:44
10 Lajares Sáb, 08/06/2024 - 07:05
11 Anónimo Sáb, 08/06/2024 - 21:07
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