La Pina, un juego que llegó con los colonizadores y que estaba de moda en Europa
No existe un límite temporal para el juego, se juega mientras haya luz solar o interés por parte de los jugadores
La pina se trata de una actividad lúdica de bastón y bola arrastrada que, supuestamente, se difundió por toda Canarias con la llegada de los colonizadores europeos debido a que esta familia de juegos era muy popular en Europa durante los siglos XV u XVI. En Francia se practicaba el juego de “la crosse”, antecedente de la pina que pudo difundirse hacia la Península Ibérica siguiendo rutas tan importantes como el Camino de Santiago, donde se desarrolló y gozó de gran popularidad el juego de “la chueca”, de características muy semejantes a la pina de Canarias.
Tampoco sería desdeñable considerar una vía de difusión del juego de raíces norteafricanas. Existen referencias escritas desde finales del siglo XIX: “En la plaza, los días de fiesta, luchas, juegos de pelo y pina” (Fernández Castañeyra, Fuerteventura, 1884) “La calle de Méndez Núñez, en el tramo correspondido entre las de Robayna y Santa Rita, es el lugar elegido por un regimiento de chiquillos para jugar a la pina, que no es entretenimiento inofensivo ni mucho menos.” (Diario de Tenerife, 1890).
Esta práctica pertenece a la familia de los juegos de lanzamiento de precisión, dentro del subgrupo del los de mazo y bola. El juego de la pina consiste, en líneas generales, en el enfrentamiento entre dos equipos de un número variable de jugadores, provisto cada uno de ellos de un palo o bastón invertido con el que golpearán una bola o trozo de madera, con la intención de que ésta sobrepase la línea de fondo del equipo contrario.
La pina es un juego de cooperación-oposición caracterizado por la utilización de un palo o bastón (en Fuerteventura se suele utilizar un pírgano de palmera limpio de hojas, al igual que en el juego de la billarda) y una bola pequeña de madera, pina, con que pugnar durante el desarrollo del juego.
En Canarias se han identificado diversas variantes del juego, siendo la más común aquella en que los jugadores intentan, golpeando con el palo, que la bola o pina supere la raya ubicada en el extremo contrario del campo, al tiempo que impiden su raya sea superada por el otro equipo. Es decir, el juego tiene como objetivo motor prioritario el situar el móvil en una meta y/o evitarlo. Los jugadores se distribuyen libremente por el espacio en función de las estrategias que sigan.
De forma general, el juego se inicia en el centro del espacio de juego, denominado en El Paso (La Palma) aturridero, disputándose la posesión de la pina entre dos jugadores, uno de cada equipo. El juego continúa mediante conducciones, pases, intercepciones y desplazamientos hasta que alguno de ellos consigue que la pina supere la raya de fondo del equipo adversario. Cuando se consigue esta acción, el juego se reinicia desde el centro del espacio de juego por parte del equipo cuya raya ha sido superada.
Los participantes forman parte de dos equipos de igual número de integrantes, que oscilan entre dos y 15, dependiendo de las características del espacio de juego y de la opción de poder disponer de posibles participantes. El espacio de juego requiere de una superficie llana, de tierra, a ser posible dura, para que se desplace más eficazmente la pina. En ocasiones está delimitado por los laterales, como en el caso de utilizar barrancos o caminos con paredes a los lados. En los fondos del espacio de juego se ubican unas líneas señaladas en el suelo de un lateral a otro, que tendrán que ser superadas por la pina, obteniendo así una raya.
La técnica principal se vincula al manejo del palo y la intención de conseguir un rentable contacto entre la pina y el palo. Los jugadores agarran el palo con las dos manos, una delante de la otra, y sólo pueden entrar en contacto con la pina mediante él. Además, deben jugar siempre orientados hacia la raya en la que puntúan, es decir, la que deben intentar superar con la pina. Si un jugador queda mal orientado, otro del equipo contrario puede golpearlo (levemente) con su palo indicándole que se coloque correctamente; en otros casos, pierde la posesión de la pina.
Tanteo
El sistema de tanteo consiste en que, cada vez que la pina supera la línea o raya de fondo, el equipo que lo consigue se anota una “raya”, ganando el equipo que acumule más rayas a su favor en el desarrollo del encuentro.
La bola o pina, del tamaño de un puño, se hacían con maderas muy duras, aprovechado las protuberancias que se forman en algunas raíces como las de higuera, pino, brezo, granadillo, etc., redondeándolas para facilitar su desplazamiento.
El palo o bastón es construido por los jugadores aprovechando las características morfológicas de la rama de un árbol o del tronco y la raíz, como los casos del granadillo, el brezo, el haya, el almendrero, la sabina, el pírgano de palmera…
El tamaño varía entre los 80 y 100 centímetros, dependiendo de los gustos y altura del jugador. Se pretende que el extremo inferior tenga forma curva o sea más ancho para favorecer el contacto y el control de la pina, al tiempo que se aumenta la superficie de golpeo. No existe un límite temporal para el juego. Se juega mientras haya luz solar o interés por parte de los jugadores.
Se jugaba durante todo el año, pero principalmente en el verano. Los momentos de juego eran aquellos en los que coincidían, en un mismo espacio, posibles jugadores o, por las tardes, una vez finalizadas las tareas laborales. En algunos lugares se jugaba los domingos o días de fiesta (La Palma, Fuerteventura,…).
Otras modalidades identificadas en las Islas se relacionan con el envío de la pina a la mayor distancia posible; el derribo de palitos con la pina desde una zona delimitada; la superación de una raya que es defendida por uno o varios jugadores solo con la ayuda del palo, golpeando la pina sin poder conducirla; el golpeo consecutivo de pinas; la introducción de la pina en un hoyo y el desalojo de la pina de un círculo con el trompo entre otros.
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