Senaqué Olivera Verdera tiene 21 años y es mago. Es el primer mago profesional de Fuerteventura y aunque los inicios fueron duros, en la actualidad tiene una agenda repleta de actuaciones. Define su oficio como “el arte de lo imposible”. ¿Su secreto? Ensayar mucho cada día.

Su familia está afincada en La Oliva, su padre es de Uruguay y su madre de Cádiz. Estudió Primaria en Villaverde y Secundaria en el IES La Oliva. Durante su infancia y juventud practicó natación, con alto nivel: estuvo federado en el Club de Natación Caima y entrenaba todos los días en la piscina de La Oliva. Un deporte que le ayudó a madurar rápido y que forjó su personalidad: fuerte e independiente. Con 15 años ya quería viajar, salir fuera de la Isla y conocer nuevos lugares. “Me hubiera gustado ir a las Olimpiadas con la natación, pero es un deporte muy duro porque son muchas horas en el agua y me quemé”, recuerda.

Primero quiso estudiar Biología, pero el destino le depararía una profesión muy diferente. Un día vio un anuncio para aprender magia en un instituto y buscó si había algún grado superior en España. Encontró un centro pionero para convertirse en mago, el Centro Universitario María Cristina de Madrid, a pocos metros de El Escorial. No se lo pensó, se matriculó y se graduó en Magia e Ilusionismo en el año 2021. “Empezamos unos 20 alumnos y terminamos menos, pero me encantaron las asignaturas y descubrí que me podía dedicar profesionalmente a este arte”. A sus padres no les sorprendió porque siempre ha sido sociable y divertido. También es un virtuoso de la música: “Me gusta tocar el piano, batería, percusión y todo eso me está ayudando a mejorar en mi profesión”. Se maneja bien con los idiomas y ofrece espectáculos en inglés en hoteles y establecimientos turísticos.

Su show dura unos 45 minutos, y hace un poco de todo. “Me resulta difícil definir mi magia, pero en el escenario incluyo comida, petardos, cartas, magia de salón y practico el mentalismo con la ruleta rusa”. “En Fuerteventura no hay cultura de magia, ni de circo, pero España destaca por ser uno de los mejores países del mundo en este arte y los que nos dedicamos a esto queremos mantenerlo”, señala el mago majorero. Le gusta compartir conocimientos con otros magos y observa que cada vez se valora más este arte.

Carrusel de actuaciones

Este mes de abril, Senaqué actuó en el Festival Barbate Mágico, que se celebró del 19 al 21 en distintos puntos de la localidad de la provincia de Cádiz y, a pesar de su corta edad, ha visitado diferentes festivales de Europa. Este mes ha tenido un intenso calendario de actuaciones por toda Fuerteventura, que tiene previsto culminar en el Canela Café de Lajares (28 de abril).

“Incluyo comida, petardos, cartas, magia de salón y practico el mentalismo”

“Me gusta prepararme el número, adaptarlo al público y al lugar”, apunta Senaqué. Uno de sus sueños es viajar con su arte por todo el mundo, asistir a festivales internacionales e incluso entrar en un circo importante como el Circo del Sol, porque permite aprender con el equipo y compartir experiencias. “Casi todos los magos de Canarias nos conocemos e incluso de España, porque nos vemos en diferentes eventos que se celebran durante el año”, expresa.

Uno de los proyectos más ambiciosos del mago majorero es la organización del primer Festival de Magia de Fuerteventura, que se celebrará en Corralejo, del 28 al 30 de junio. “Soy muy fan del Festival de Payasos Tran Tran de Gran Tarajal y estamos organizando una cosa parecida en Corralejo que anunciaremos bastante para que acuda el público y no se lo pierda”. La idea es montar diferentes escenarios, contar con patrocinio público y privado, con artistas invitados de diferentes países para impulsar este arte y ampliar la oferta cultural de Fuerteventura. “Yo soy del municipio de La Oliva, en Corralejo me conoce mucha gente y mi sueño era crear este festival en esta zona”, resalta.

Este año Senaqué ha decidido hacer realidad el evento, presentarlo al Ayuntamiento de La Oliva y al Cabildo, y le han animado a  fomentar la cultura del ilusionismo en la Isla. “Es un arte muy variado, divertido, donde caben desde pompas de jabón a música, trucos y da mucho juego, además, Corralejo desprende encanto, y la vecindad se implica y participa”, resalta. Otro aspecto positivo, concluye, es que su presupuesto es muy bajo, pero la repercusión y nivel cultural son muy altos, porque “los artistas acuden entusiasmados, interaccionan con la gente y reina un ambiente muy bonito que llega al público, contagiando felicidad por todos los rincones”, concluye.