La nueva plataforma de Alquileres Justos en Fuerteventura alerta de que en pocas semanas han recibido “cientos de peticiones de ayuda”, con “gente desesperada”
Falta de vivienda en Fuerteventura: desde vivir en furgonetas a residir en locales sin condiciones o las dificultades para construir
La nueva plataforma de Alquileres Justos en Fuerteventura alerta de que en pocas semanas han recibido “cientos de peticiones de ayuda”, con “gente desesperada”
La emergencia habitacional obliga a numerosas familias en Fuerteventura a buscarse la vida como pueden. Pernoctar en vehículos, algunos camperizados y otros no tanto, en la costa, se ha convertido en un fenómeno habitual. Una de las zonas habituales para dormir en vehículos en Puerto del Rosario es el solar que se halla junto al mar, cerca de Playa Blanca, en la trasera del hotel.
Paolo Gonsolo es de Italia y vive en este espacio desde hace un año. Antes pagaba un alquiler en El Matorral, pero le subieron el precio y decidió irse a vivir en una furgoneta. “Estoy acostumbrado a una vida nómada y libre, porque he sido camionero por toda Europa, he hecho rutas largas en las que descansas en el camión y me gusta esa forma de vida”, apunta. En la Isla trabaja como conductor de camiones articulados, tiene un salario digno pero considera que los alquileres son muy caros. “Si pagas un alquiler no puedes comer bien, ni tener un coche, por eso decidí vivir a mi aire, los fines de semana me traslado a dormir a la zona norte y me permite gastarme el dinero en otras cosas que me gustan, como los tatuajes”, señala.
Paolo reclama el derecho a poder empadronarse en su furgoneta, pero esta forma de vida choca con la burocracia. “Yo tengo un apartado de correos, pero considero que deberíamos tener derecho a estar empadronados en nuestro vehículo para lo que necesitemos a nivel administrativo”, explica. De momento, mantiene su residencia en su antiguo domicilio, pero necesita actualizar su empadronamiento y carece de una dirección.
Para Paolo, “este es el único inconveniente porque el resto son todo ventajas, gracias a que gozamos de un clima suave y maravilloso en esta Isla. Todos los que dormimos en la zona de Playa Blanca nos conocemos, nos ayudamos y colaboramos para estar mejor, que todo quede limpio y que se viertan los residuos y aguas negras en los lugares autorizados”.
Paolo: “Si pagas un alquiler no puedes comer bien, ni tener un coche”
Este residente observa que cada vez acude más gente a dormir en coches pequeños y en condiciones muy precarias, uno de los síntomas de la carencia de alquileres a precio asequible, que se ha agudizado en los últimos tiempos, y de lo inaccesibles que están las viviendas para familias con sueldos normales. “Viene gente a dormir en una furgoneta muy pequeña e incluso hay una chica sola que duerme en un coche. A veces despliega una tienda de campaña encima del vehículo pero mantiene todo cerrado por miedo”, describe Paolo. Aunque este lugar es bastante seguro y nunca le han intentado robar, atracar o golpear en su furgoneta, reconoce que “la sensación de inseguridad puede ser muy alta si no conoces a nadie en la zona y estás sola”. Con los años que lleva en Fuerteventura, Paolo conoce a mucha gente y tiene muchas amigas y amigos que residen en vehículos por toda la costa. “Hay gente durmiendo en casetas, en remolques y en muy malas condiciones de higiene y salud”, desvela.
Difícil construir
Una familia que se halla en una situación desesperada es la de Marisol Diepa Vega. Reside con sus hijos y marido en una casa alquilada en Tetir que tendrán que dejar en el mes de julio porque su casero necesita la propiedad. “Compramos un terreno en Tertir, tenemos licencia de construcción y los planos, pero después de la pandemia de Covid los precios de los materiales para la construcción se han disparado y no hemos podido empezar la obra”, apunta Marisol, que procede de Gran Canaria. Su marido tiene trabajo fijo y quieren dejar a los niños en el colegio de Tetir porque viven felices en el campo. “Nuestra idea era colocar una mobil home en nuestro terreno durante el tiempo que dure la obra, pero el Ayuntamiento de Puerto del Rosario tiene prohibido poner este tipo de instalaciones y nos exponemos a multas de más de 100.000 euros”, destaca.
La familia de Marisol compró un terreno en Tetir pero construir se ha encarecido
Para esta familia, esta situación resulta “muy injusta” porque nadie ofrece alternativas para vivir de forma temporal durante el período que dure la obra de la vivienda. “En otros municipios ponen contenedores, caravanas, casas prefabricadas e incluso hay gente que las alquila de forma ilegal, especulando con su terreno, pero los ayuntamientos ponen trabas a los que somos honrados y buscamos dónde vivir”, considera Marisol.
Esta familia se puso en contacto con la recientemente creada plataforma de Alquileres Justos para dar a conocer su problemática y exigir que se modifiquen las ordenanzas municipales para permitir la instalación de viviendas prefabricadas en terrenos urbanizables o rústicos, ante la situación de emergencia habitacional existente en Fuerteventura. “Las normas están totalmente desfasadas y corresponde a los gobiernos cambiarlas y modificarlas para ayudar a las familias, ya que muchas se encuentran viviendo en vehículos en la calle, mientras los políticos miran a otro lado”, denuncia.
Malvivir en un local
Micaela es una joven de la República Checa que reside en el municipio de La Oliva desde hace cuatro años y muestra su indignación por la caótica situación del mercado inmobiliario insular. La joven apunta que siempre hablan de los “guiris” como si fueran ricos, pero hay extranjeros que trabajan con un sueldo normal y no pueden pagar los alquileres actuales en Corralejo: “Estoy en contra de pagar hasta 1.000 euros por un alquiler, me han pedido precios más altos que en Bruselas”.
También asegura que le han estafado al obligarle a pagar hasta 500 euros por un local convertido en vivienda, con persiana metálica de entrada, casi sin luz natural, ni ventilación, malos olores y con humedades, bajo la excusa de que no hay viviendas de alquiler en Fuerteventura. “Lo tengo que dejar en unos meses, soy extranjera, tengo un perro que no pienso abandonar y vivo aquí porque me gusta mucho la Isla”, señala. “Sufro de alergia al polen y aquí estoy muy bien en la Isla pero tendré que marcharme si no se soluciona el problema de la vivienda, porque cada vez es más complicado conseguir un alojamiento decente”, recalca.
Alquileres Justos
Ante esta situación de emergencia habitacional en la Isla, un grupo de personas ha decidido crear la asociación Alquileres Justos en Fuerteventura, con Vanesa Iglesias, vecina de Costa Calma, como portavoz. Una mujer que ha vivido en primera persona el drama de no encontrar vivienda en alquiler y no poder asumir los altos precios en los pocos inmuebles disponibles. “Vivía en la Isla pero me fui a Cantabria harta de la falta de viviendas y el empleo precario, pero una vez fuera añoraba mucho Fuerteventura y regresé a casa de mi hermana de forma temporal, hasta encontrar un empleo y una casa”, comenta Vanesa. Así comienza una búsqueda que se convierte en un drama. Vivió en el complejo Las Lomas, que está muy deteriorado, le renovaban el alquiler cada mes y, tras varias mudanzas, ahora ha conseguido una casera muy generosa que le ha alquilado una vivienda a un precio razonable y en muy buenas condiciones.
Vanesa: “Hay un verdadero abuso en el precio del alquiler y por eso decidí hacer algo”
“Durante el proceso de búsqueda comprobé que hay un verdadero abuso en el precio del alquiler en Fuerteventura, y por eso decidí hacer algo, crear un colectivo para frenar esta situación y defender la Isla de tanta injusticia social”, manifiesta Vanesa. Desde que se anunciaron en redes sociales han reunido a varios centenares de personas en un grupo de WhatsApp y han lanzado una petición en Change.org que ronda ya las 1.200 firmas para lograr alquileres justos, que consideran una consecuencia del derecho constitucional “a disfrutar de una vivienda digna y adecuada” y atribuye a los poderes públicos “la obligación de promover las condiciones necesarias y establecer las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho”.
“Pretendemos promover y confrontar a los gobiernos por la situación crítica habitacional en la Isla, y ante su incapacidad de gestión”, señala Iglesias, que ha pedido la unión de la ciudadanía en esta lucha y resolver un problema que está obligando a familias a malvivir en situaciones críticas. “Necesitamos datos, que se hagan censos sobre la demanda de vivienda en Fuerteventura y también urge la construcción de vivienda pública de protección oficial, que las instituciones colaboren, que se pongan seguros para que los propietarios alquilen con la tranquilidad de recibir los pagos y evitar problemas anteriores de ocupas”, propone.
Vivienda “al servicio de la gente”
Esta plataforma ha solicitado reuniones con los máximos responsables de los ayuntamientos, con el Cabildo y con el Gobierno de Canarias. “Los Servicios Sociales de los municipios y del Cabildo tienen que actuar y trabajar para ofrecer alquileres sociales para familias sin recursos, hay que buscar vivienda y ponerla al servicio de la gente”, insiste Iglesias.
“Llevamos un par de meses con el grupo y hemos recibido cientos de peticiones de ayuda, gente desesperada, hemos conocido casos sorprendentes, engaños y personas que residen en furgonetas con niños, autocaravanas y vehículos porque no pueden afrontar el alquiler de una vivienda o no encuentran casa”, resume Vanesa. “Nos gustaría ofrecer en un futuro asesoramiento legal para las personas que buscan un alquiler y evitar estafas”, concluye.
Dificultades para contratar personal
Alberto González abrió una Escuela de Surf en La Pared (Pájara) y participa en la asociación de Alquileres Justos ante la grave problemática que se vive en la zona. "Se necesita una mayor voluntad política para estudiar la situación y ofrecer soluciones urgentes, ya que las medidas que se quieren tomar son para el futuro”, señala. “El problema lo tenemos ahora y necesitamos acciones inmediatas como, por ejemplo, reconvertir hoteles y complejos cerrados en apartamentos con precios razonables para trabajadores porque falta vivienda barata en el sur de la Isla", manifiesta. Además, pide que se busquen fórmulas para que las autoridades municipales tengan competencia para" convertir alojamientos en sus municipios en viviendas para trabajadores".
Alberto: “Ofrezco un buen sueldo pero no encuentro trabajadores por el alojamiento”
González cuenta con dificultades para contratar personal en su empresa. "Ofrezco un buen sueldo pero mucha gente no viene a trabajar a mi escuela porque faltan alojamientos y servicios en el municipio". Finalmente, aclara que no se busca atacar al turismo, ya que vive de este sector, sino al sistema y a los gobernantes que han provocado el colapso. Este empresario advierte de que la vivienda nueva en Costa Calma se destina al alquiler vacacional. "Muchos de mis clientes son turistas y este tipo de viviendas generan riqueza pero se necesita una regulación, sancionar a los que explotan viviendas vacacionales ilegales y limitar esta actividad".
Un problema con “muchas aristas”
La portavoz de la plataforma Alquileres Justos señala que “no” están en contra del alquiler vacacional pero piden “su regulación para alcanzar un equilibrio, porque hay núcleos turísticos con más oferta de casas vacacionales que residentes censados o alquileres normales”. Vanesa Iglesias observa que la vivienda vacacional fomenta la economía circular y deja beneficios en restaurantes y comercios locales, pero se requiere una regulación. “Sabemos que van a aprobar la nueva Ley, pero no es la única solución, ya que el problema de la vivienda tiene muchas más aristas y corresponde a instituciones, autoridades y empresarios poner solución a este problema”.
Al contrario de los testimonios que ponen el foco en la dificultad para acceder a una vivienda, hay quien ha elegido de forma voluntaria otra forma de vida, sin las ataduras que comporta un alquiler que se ha puesto por las nubes o una hipoteca difícil de conseguir para buena parte de la población. Es el caso de la joven pareja formada por Antonio y María, que lleva seis meses residiendo en Fuerteventura en una autocaravana. Ambos trabajan. “Somos de Madrid y vivíamos en la autocaravana en Gran Canaria pero me ofrecieron un trabajo mejor en Fuerteventura y nos vinimos con la casa a cuestas”, relata Antonio, de 30 años. “Para mí es una forma de vida temporal, que hemos elegido libremente, pero si en un futuro sigo en la Isla me gustaría comprar un terreno”, añade.
Antonio: “Dormir en una autocaravana nos permite ahorrar un poco de dinero”
Antonio comparte que los precios de los alquileres son “abusivos” en Fuerteventura. “Dormir en una autocaravana nos permite ahorrar un poco de dinero y poder viajar... en Semana Santa pasamos con el barco a Lanzarote, pero si pagamos un alquiler no nos queda dinero para hacer casi nada”, opina. “Nosotros tenemos cocina, ducha, hay lavanderías por la ciudad y no encontramos ningún problema para vivir de este modo, pero vemos que hay gente que está buscando de forma desesperada un alquiler barato, no encuentra y eso puede ser angustioso”, reconoce.
[Nota de la Redacción: Diario de Fuerteventura quiere disculparse por la publicación de la matrícula de la autocaravana en la edición impresa]
Comentarios
1 dami Sáb, 20/04/2024 - 10:12
2 Majorero Sáb, 20/04/2024 - 12:32
3 Bob Sáb, 20/04/2024 - 12:35
4 Anónimo Sáb, 20/04/2024 - 13:51
5 Eh? Sáb, 20/04/2024 - 15:23
6 Majorerix Sáb, 20/04/2024 - 17:16
7 Javi Sáb, 20/04/2024 - 19:50
8 Tiscamanita Sáb, 20/04/2024 - 22:09
9 María Canaria Sáb, 20/04/2024 - 22:17
10 María Canaria Sáb, 20/04/2024 - 22:17
11 Italiano Dom, 21/04/2024 - 05:30
12 Rosario Dom, 21/04/2024 - 14:34
13 Todos Lun, 22/04/2024 - 07:51
14 Anónimo Lun, 22/04/2024 - 08:46
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