La Asociación de Madres y Padres del alumnado (AMPA) Rosa de los Vientos alerta del abandono que soporta el Centro de Educación Especial (CEE) Puerto del Rosario, situado en el barrio de Majada Marcial y que cuenta con un aulario en La Lajita. El colectivo denuncia que se ha comenzado el curso sin los profesionales “esenciales” para atender a 21 alumnos vulnerables.

El CEE Puerto del Rosario es el único centro de la Isla que atiende a un perfil de alumnado muy variado, con discapacidades físicas, intelectuales y sensoriales, con un rango de edad de entre tres y 21 años. Estos estudiantes tienen unos niveles de discapacidad y dependencia muy grandes y necesitan ayuda para todas las actividades diarias, como vestirse, asearse, comer o moverse. También tienen dificultades en la comunicación, suelen tomar medicación y algunos pasan estancias en el Hospital.

El día a día de las familias es complicado y la falta de apoyo institucional desde la infancia y juventud es “evidente”. Los padres del alumnado del CEE Puerto del Rosario reclaman que la Consejería de Educación cumpla con Ley de Educación y la Ley de Discapacidad para que se dote al centro del personal esencial para garantizar la seguridad física del alumnado y, además, “dar una educación de calidad”.

El centro comenzó el curso en septiembre sin siete profesionales “fundamentales”, llegando a un máximo de nueve trabajadores ausentes durante las peores semanas, tales como un fisioterapeuta, un logopeda, cuatro cuidadores, un auxiliar clínico, un enfermero y un profesor de música.

Laura de Gómez, vicepresidenta del AMPA Rosa de Los Vientos, y madre de un alumno matriculado, expresa la preocupación que sienten las familias porque “esto no es un fallo puntual, sino un problema estructural por el sistema que tiene montado la Consejería de Educación”.

Añade que, después de dos meses, sigue faltando el fisioterapeuta y el enfermero. A su juicio, esta situación margina a los estudiantes pluridiscapacitados. “Sería impensable que faltaran en los institutos los profesores de Matemáticas o Lengua, pero aquí iniciamos el curso sin cuidadores, sin fisioterapeuta y sin logopeda, y les parece algo normal”, afirma esta madre.

Además, la falta de personal también ha afectado a los trabajadores que sí estaban en el centro y realizan a diario un esfuerzo para cubrir las necesidades, sin recibir compensación económica por el trabajo extra. “Mi hijo Javier, de 16 años, lleva 12 cursos en el centro, desde los cuatro años, y siempre se han repetido los mismos problemas de falta de personal, cuando debería ser el colegio más atendido y cuidado de la Isla por parte de la Consejería, al acoger a los niños más vulnerables, que necesitan más cuidados y protección por sus patologías y enfermedades”, explica María del Carmen Jiménez.

Para ella, en todo este tiempo la Consejería debería conocer de primera mano los problemas que suceden y atajarlos a tiempo, pero “siempre se escatima en dinero y personal con estos estudiantes, que aumentan año tras año”.

Esta madre reconoce la transformación y mejoras que ha experimentado el colegio en sus instalaciones y material didáctico en la última década, pero “el personal es esencial, porque necesitan cuidadores y terapias, esa es la clave de su formación, por lo que no pueden faltar profesionales para ofrecer una educación personalizada”.

El AMPA Rosa de los Vientos ha remitido varios escritos a la Consejería con todas las carencias detectadas en este inicio de curso. “Hemos recibido la explicación de que la empresa subcontratada tiene dificultades para reclutar al personal”, señalan desde el colectivo.

Desde hace varios años, los padres ven la dificultad que tiene la Consejería de Educación para que el personal se quede fijo: “Para garantizar la educación de nuestros estudiantes se necesita mantener a los profesionales cualificados y que reciban unos salarios dignos para evitar su traslado, pero no se consigue. Esta situación perjudica a los estudiantes, al personal, a las familias y a la reputación del centro. La alta rotación parece que se debe a sueldos extremadamente bajos considerando la alta responsabilidad e importancia del trabajo que el personal escolar realiza”.

Los padres continuarán con las peticiones para que la atención no empeore

Para los padres, la responsabilidad es, en cualquier caso, de la Consejería de Educación. Y esta situación ha activado todas las alarmas sobre el “abandono” que sufren los estudiantes con necesidades especiales en Fuerteventura. “No vamos a parar de denunciar lo que sucede porque de esos profesionales depende la educación y el bienestar de nuestros hijas e hijos”, advierte el colectivo, que también demanda actividades extraescolares para sus hijos dependientes, ya que carecen de un programa fuera del horario lectivo.

La vicepresidenta del AMPA Rosa de los Vientos recuerda que en el cuidado de estos niños no hay días festivos: necesitan atención las 24 horas y sentir que cuando los dejan en el centro están en las mejores manos. “Lo positivo es que sabemos que las cuidadoras y el resto de profesionales tienen una implicación y una capacidad de trabajo increíble, pero al faltar personal tienen que trabajar más y hacer tareas que no les corresponden para que a nuestros hijos no les falte de nada”, resalta Laura, que alaba la “gran profesionalidad” de los trabajadores del centro.

Sin respuesta

Fuentes de la Consejería de Educación han informado de que tras recibir la incidencia en el centro de Fuerteventura la trasladaron a Inspección Educativa de zona y al Centro de Profesores de Apoyo.

“Desde la Dirección General de Ordenación, Innovación y Calidad de la Consejería de Educación se hace lo posible para que los CEE de Canarias dispongan de los recursos que precisan para poder dar al alumnado con necesidades educativas especiales una respuesta adecuada. Y desde la Dirección General de Personal indican que en el CEE Puerto del Rosario faltaba una plaza de música y se sacó la oferta por la web”, aseguran fuentes oficiales. Unas gestiones que el colectivo de padres considera insuficientes.

“Disponen de herramientas materiales y personales para atender a las personas con necesidades educativas especiales, y nos ampara la legislación vigente para que nuestros estudiantes cuenten con la mejor formación posible para su desarrollo, pero lo único que faltan son buenos gestores”, aseguran, al tiempo que avanzan que continuarán con las reivindicaciones para que las carencias no repercutan en el empeoramiento del alumnado ni retrasen su formación y desarrollo.