La asfixia del sector ganadero de Fuerteventura
El aumento del precio de los cereales para alimentar a los animales y los problemas de comercialización por la pandemia están ahogando a los profesionales de la Isla
El sector ganadero de Fuerteventura está al borde de la desesperación. El incremento del precio de los alimentos para los animales y los problemas para la comercialización, agravados por la crisis derivada de la pandemia de coronavirus, ha puesto a los profesionales contra las cuerdas.
Uno de los problemas más graves al que se enfrentan los ganaderos de la Isla ha sido el incremento en el precio de los cereales, lo que ha levantado una ola de críticas. Los profesionales majoreros advierten de que puede desembocar en un retroceso del sector caprino, referente en el Archipiélago, y en el riesgo de desaparición de esta actividad histórica. El otro hándicap al que se enfrentan los ganaderos de Fuerteventura, que soportan desde hace más de un año, es la limitación de la comercialización de la producción local debido a la crisis, lo que trae aparejado reducción de empleo y del tejido empresarial asociado.
En Fuerteventura hay registradas un total de 246 explotaciones ganaderas en activo, según datos actualizados de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias. Una de ellas pertenece a Margot Robayna, conocida ganadera de Betancuria y propietaria de la quesería La Villa, que ha manifestado su desolación ante el empobrecimiento de su industria artesanal.
Para Robayna, el sector está hundido y los ganaderos atraviesan una situación “denigrante”, como es carecer de recursos para dar de comer al ganado. Las razones que esgrime son la presión de impuestos y otros gastos y, sobre todo, el aumento del precio de los cereales.
“Me siento por el suelo, intento sacar cada día el trabajo adelante con esfuerzo y muchas complicaciones, pero ahora lo veo todo negro”, lamentaba la ganadera. Esperaba tiempos mejores para la ganadería majorera y apostaba por su futuro pero ya no se siente optimista. “Estamos ahogados con tantos gastos, y quedan pocos beneficios para mantener una explotación caprina en la actualidad”, reconoce Robayna.
Seguidamente, Margot agradece el apoyo y la fidelidad de sus clientes. “Por favor, no se sorprendan ni molesten si los quesos suben de precio unos euros, pero confiemos en que nos entiendan y lo paguen, porque de lo contrario no podremos seguir trabajando”, insiste. Para esta explotación familiar, el camino para seguir adelante es complicado, pero se vuelca en obtener un producto reconocido. “Hace algunos años era difícil dar de comer al ganado, pero llegar al extremo actual de carecer de presupuesto para ello es desesperante”, manifiesta la quesera, que elabora un producto tradicional de primera necesidad y de alta calidad.
Demasiados gastos
Por su parte, Esteban Sosa, de Esquinzo, dice con sorna que “las cabras tienen dos tetas, pero para obtener rendimiento ahora necesitamos que tengan cuatro, para poder sobrevivir a tantos gastos”. Esteban pone un ejemplo para clarificar que las cabras ya no generan riqueza para sobrevivir en la actualidad: “Se paga el litro de leche a 0,75 euros, un precio ridículo, con lo que cuesta mantener una ganadería como la mía, de unas 350 cabras”.
Esteban Sosa: “Se paga el litro de leche a 0,75 euros, un precio ridículo”
Este ganadero gasta una media de 8.000 euros cada tres meses en piensos para alimentar a su cabaña. “Los gastos son demasiados y no puedo decir que saco un sueldo de este trabajo, más bien es amor por esta profesión y por este oficio”, dice Esteban. “Me levanto muchas noches pendiente de un parto complicado, siempre con los veterinarios en los corrales, y vivo pendiente de los animales, no me voy y dejo a cualquiera a su cargo, me ocupo personalmente de todo”, aclara.
Para Esteban, la de ganadero no es una profesión fácil, no tiene horario, ni días festivos, no se obtiene un salario alto cada mes y es un trabajo muy sacrificado. Por eso, entiende que muchos ganaderos profesionales se cansen y abandonen el sector primario. “Hay que pagar impuestos, recibos y las ganaderías están asfixiadas y haciendo lo que pueden para sobrevivir”, recalca.
La crítica de este ganadero se dirige también a la dependencia de las pocas empresas que gestionan la venta de piensos y que, asegura, venden alfalfa de mala calidad. “Algunos piensos son de muy mala calidad, con los que se me han enfermado muchas cabras”, asegura. “Saben que dependemos de ellos, por lo que suben los precios, y de ahí que debiera aumentar la competencia y movernos para acabar con el abuso de algunos empresarios que nos suministran los piensos”, propone Esteban Sosa.
“Muchos desaparecerán”
Otro empresario que se ha visto al borde del cierre es el joven Rayco Ramos Rodríguez, que inauguró hace un año la quesería Caprarius, en Tuineje. Para Rayco, la situación resulta “insostenible” para los ganaderos de la Isla y calcula que “muchos desaparecerán por no poder aguantar el sobrecoste de producción”. Este profesional denunció en sus redes sociales que se sentía asfixiado y harto por la subida del precio de los alimentos y su crítica se convirtió en viral.
“Recientemente, el millo subió a 0,59 euros, cuando ya lo había hecho hace un tiempo, y el constante aumento del precio de los alimentos nos está ahogando”, denuncia Rayco. El quesero de Tuineje reconoce que, por muy bien que se venda el queso, “lamentablemente no cubre los gastos de explotación” y vaticina que, de seguir así, tendrá que cerrar.
“He realizado un llamamiento a todos los ganaderos de Fuerteventura para que se quejen, cuenten sus problemas públicamente para buscar soluciones y que los políticos nos escuchen y ofrezcan ayudas reales y eficaces, ahora que estamos en uno de los peores momentos para el sector primario insular”, concluye Rayco. Con una cabaña caprina de unas 300 cabras, Rayco desvela que con la venta de quesos no puede afrontar los gastos que registra la explotación.
Agilizar las ayudas
Ante las numerosas quejas de los profesionales del sector ganadero, el consejero del Área en el Cabildo de Fuerteventura, David de Vera, responde que ha trasladado al Gobierno de Canarias la preocupación manifiesta del sector ganadero por el elevado coste de la alimentación animal. De Vera se ha dirigido de forma oficial a su homóloga en el Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, y ha alertado de los problemas del sector ganadero en Fuerteventura.
El consejero insular explica que recibió un comunicado de varias empresas importadoras de cereal para insumos ganaderos, en el que se informa de una subida de 59 euros adicionales por tonelada en el precio de comercialización del producto.
En ese sentido, representantes del sector ganadero de la Isla tachan de “desorbitados” los precios que están alcanzando los cereales, principalmente el millo, a 280 euros por tonelada, así como los de forrajes como la paja, a 90 euros, o la alfalfa, a 275 euros por tonelada. Precios que, según el consejero David de Vera, “difícilmente pueden ser soportados por los ganaderos de Canarias y que merman la viabilidad económica de las explotaciones ganaderas y, consecuentemente, su continuidad”.
El responsable insular de Agricultura, Ganadería y Pesca cuestiona la “falta de agilidad” por parte del Gobierno de Canarias para llegar a acuerdos que ayuden a paliar esta situación, aun siendo conocedor de la problemática. Como ejemplo de ello, cita las modificaciones planteadas en la última mesa, en la que se analizaron las ayudas destinadas a la alimentación animal del Régimen Específico de Abastecimiento del Gobierno de Canarias (REA), y donde se incrementó la ayuda del cereal, pero se redujo al mismo tiempo el balance de las diferentes partidas destinadas a la alimentación animal en cerca de 20.000 toneladas. “Supone una mayor intensidad de ayudas, pero un menor número de toneladas subvencionadas”, critica.
De Vera también advierte a la consejera del Gobierno regional “que el sector primario de Canarias, y más concretamente el de Fuerteventura, lleva sufriendo más de un año la limitación de la comercialización de la producción local” debido a las restricciones sanitarias por la pandemia y, luego, por la crisis económica que ha traído consigo. De Vera recuerda que en el último pleno del Cabildo majorero celebrado en septiembre se aprobaron las bases para las subvenciones del sector primario.
En esta línea de ayudas se incluyen partidas dirigidas a paliar, de forma urgente, los graves efectos de la situación económica, para las que se destinan más de 1,3 millones de euros. “Vamos a iniciar actuaciones prioritarias para que lleguen cuanto antes a los futuros beneficiarios, que están pasando por un momento muy delicado dentro del sector primario insular”, finaliza el consejero.
Comentarios
1 majorero Lun, 18/10/2021 - 20:19
2 Majorero Lun, 18/10/2021 - 21:56
3 Majorera Mar, 19/10/2021 - 17:26
4 Roberto Mar, 18/10/2022 - 15:19
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