La “ciudad cinematográfica” Dreamland se emplazaría “a unos 400 metros” del Parque Natural de las Dunas de Corralejo, tal y como se admite en el estudio de impacto ambiental del proyecto, que este viernes se eleva al pleno del Cabildo de Fuerteventura para que se vote acerca de la declaración de interés insular que ha solicitado el principal promotor, José Antonio Newport.

El proyecto tiene un presupuesto de ejecución que roza los 77 millones de euros. Para la compra del terreno en el que ubicarían las instalaciones, una parcela de 160.001 metros cuadrados en la zona denominada Peña Azul, se concreta en el presupuesto la cantidad de 80.000 euros, a 50 céntimos el metro.

Según se refleja en el estudio de impacto ambiental, la pieza de suelo elegida “posee un ligero desnivel” que “potencia unas visuales muy interesantes que permiten observar las dunas del Parque Natural de Corralejo, la Isla de Lobos y Lanzarote como fondo de perspectiva”.

“La ordenación de la edificación en la parcela”, se añade en el estudio, “potenciará esa visual Dunas-Lobos-Lanzarote”. La parcela, ubicada en las proximidades de la FV-1, entre la autovía de Corralejo y el Parque Natural de las Dunas, “permitiría la ejecución en el futuro de un acceso directo” a la carretera, que forma parte del eje viario principal de la Isla, aunque no sería “estrictamente necesario”.

“Próxima al circuito turístico insular”

En el estudio se destaca la ubicación “próxima al circuito turístico insular”, para favorecer que pueda ser visitado por los numerosos turistas que viajan a la isla a lo largo del año

En la evaluación ambiental del proyecto se ensalza la localización de la parcela, por estar “bien comunicada a nivel insular”, por estar “relativamente próxima” al muelle de Puerto del Rosario y al aeropuerto, así como a los “importantes núcleos turísticos de Corralejo y El Cotillo” y a la capital insular.

“Igualmente”, añade  el estudio ambiental de Dreamland, “presenta cercanía con la conexión con Lanzarote, importante destino turístico próximo al futuro Parque Temático Audiovisual”.

“Estos aspectos hacen que se ubique en un área que se considera próxima al circuito turístico insular, favoreciendo que pueda ser visitado por los numerosos turistas que viajan a la isla a lo largo del año, pero también lo suficientemente bien comunicada para que los residentes puedan disfrutar de las atracciones previstas y del museo de realidad virtual proyectado”, concluye.

Primero se barajaron Tenerife y Gran Canaria

Los promotores de Dreamland barajaron inicialmente la costa del municipio de Adeje, en el sur de Tenerife, por la “aparente importancia que estaba adquiriendo la isla en el sector audiovisual y turístico”.

“En un inicio se consideró la posibilidad de que el proyecto incluyese la ejecución de un relativamente importante número de camas hoteleras”, se explica en el estudio, una opción finalmente desechada. Al final se descartó Tenerife por “los altísimos costes del suelo” y la “falta de cooperación institucional”.

La segunda alternativa para Dreamland fue Gran Canaria, en concreto una parcela en la localidad de Juan Grande (San Bartolomé de Tirajana), que tenía “las características y posibilidades adecuadas”. La opción en Gran Canaria se descartó porque el propietario de la parcela acabó negándose a vender.

Ubicación del proyecto Dreamland.

Caleta de Fuste, “primer acercamiento”

“El primer acercamiento a la isla de Fuerteventura consistió en plantear la posibilidad de realizar las instalaciones en la zona turística de Caleta de Fuste, en el municipio de Antigua, conservando la idea inicial de realizar un gran complejo que incluyese edificaciones alojativas, así como el propio parque y estudios cinematográficos”, se explica en el estudio.

Sin embargo, “tras diversas conversaciones con los propietarios de una amplia parcela” en la localidad, “inicialmente bien valorada por los promotores del proyecto, se observaron una serie de deficiencias en la documentación” de los terrenos y se terminó descartando esta opción.

La alternativa del Parque Tecnológico

La segunda opción barajada para el desarrollo del proyecto en la Isla fue el Parque Tecnológico, en Puerto del Rosario, “por lo que se procedió a la reserva de dos parcelas”. “No obstante, tras un análisis en mayor profundidad se consideró que la situación del Parque Tecnológico, aunque interesante desde el punto de vista de la producción industrial, quedaba considerablemente alejada del circuito turístico con mucho peso, pues esta localización hacía prácticamente inviable el desarrollo de un museo de realidad virtual y un centro de ocio”, recalca.

En el estudio ambiental del proyecto también se justifica haber descartado la opción del Parque Tecnológico porque “las dos parcelas reservadas resultaban insuficientes para las dimensiones globales del complejo pretendido, con lo que solo permitiría realizar algunas de las actuaciones previstas, pero en ningún caso la totalidad de las mismas”.

“Problemas” en Parque Holandés

A la vez que los promotores analizaban una localización en la zona de Peña Azul, donde pretenden la declaración de interés insular del Cabildo, “se planteó la posibilidad de desarrollar el proyecto en dos fincas junto a la localidad de Parque Holandés”. Una de ellas, al norte, y la otra al sur.

“Ambas ubicaciones fueron finalmente desestimadas por que tenían importantes problemas para el acceso de los vehículos y maquinaria durante la fase de obras, y principalmente para los usuarios y visitantes durante la fase operativa, ya que ambas se encuentran situadas en carreteras secundarias con dificultades para el acceso de elevados volúmenes de personas”, concluye el estudio.