ENTREVISTA

“La arqueología de Fuerteventura necesita de una visión a largo plazo”

Jonathan Santana, arqueólogo

Foto: Carlos de Saá.
Eloy Vera 3 COMENTARIOS 23/12/2019 - 06:54

El doctor en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Jonathan Santana, ha obtenido la financiación del Consejo de Investigación Europeo para su proyecto Aislamiento y evolución en las Islas Oceánicas; la colonización humana en las Islas Canarias, con un presupuesto de 1,4 millones de euros en cinco años. Santana ha sido el único investigador canario en lograr la prestigiosa beca Starting Grant.

El proyecto, liderado por la ULPGC, cuenta con un equipo de investigación internacional y multidisciplinar que integra a investigadores españoles, estadounidenses, suecos y franceses. Además, Jonathan Santana forma parte del equipo de especialistas que colabora con los trabajos arqueológicos de la cueva de Villaverde. Desde hace años, este experto está vinculado con la arqueología majorera. En 2006 participó en la elaboración de su carta arqueológica.

-¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

-El objetivo del proyecto es investigar la colonización de las Islas Canarias y el proceso de adaptación y resiliencia de las poblaciones aborígenes a las diferentes ecologías insulares. Es decir, queremos saber cómo los aborígenes fueron capaces de subsistir aislados y de manera exitosa por tanto tiempo, desde su llegada, hasta la colonización y conquista europea en la Edad Media.

-¿Qué respuestas dará este estudio a la arqueología canaria?

-Una de las principales preguntas que nos planteamos es saber cómo los aborígenes fueron capaces de crear paisajes antrópicos con escasos recursos alimenticios; cómo fueron capaces de trasformar el territorio para adaptarlo a sus necesidades y sobrevivir tanto tiempo aislados de la humanidad. Las Islas supusieron un desafío para los antiguos canarios porque son muy diferentes desde el punto de vista ecológico. Sabemos que poblaciones del norte de África llegaron con un bagaje cultural y tecnológico semejante y que cuando los europeos las descubrieron encontraron diferentes sociedades en cada una de ellas. Lo que sugiero es que, una vez se produjo el proceso colonizador inicial, las características ecológicas y medioambientales de cada isla llegaron a condicionar, que no determinar, el desarrollo posterior que tuvieron estas poblaciones. Esto generó diferentes tipos de sociedades y culturas. Es interesante porque hay islas que son potencialmente similares en términos ecológicos, como Gran Canaria y Tenerife, pero las prácticas económicas y culturales que desarrollaron fueron diferentes. Eso nos plantea la pregunta de si los aborígenes pudieron llegar a desarrollar estrategias diferenciadas para enfrentarse a poderes similares que ocasionaron desarrollos culturales e históricos diferenciados a lo largo del tiempo.

-¿Qué fechas barajan en torno a la ocupación de las Islas por los aborígenes? ¿La colonización fue en una o varias oleadas?

-En base a la información genética en humanos que tenemos, tanto de restos esqueléticos procedentes de yacimientos arqueológicos como en el ADN de la población canaria actual, se sugiere la existencia de dos oleadas de colonización. Una primera oleada abarcaría todas las Islas y se produjo hace 2.000 años y una segunda, que parece que sólo afectó a las islas más orientales: Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. Hemos planteado la hipótesis de que esta segunda oleada tuvo que producirse a partir del siglo VIII después de Cristo porque los individuos que tienen ese ADN, que nos informan de una segunda oleada, están datados después del siglo VIII. Sin embargo, los que nos hablan de una sola oleada están presentes desde los primeros momentos de la colonización aborigen hasta el momento de contacto. La fecha más antigua que estamos barajando es, sobre todo, el cambio de era, en torno al I a.C. y el I d.C.

-Un sector de la arqueología cuestiona el origen romano de Lobos, ¿cuál es su opinión?

-No creo que la comunidad científica cuestione que Lobos sea un yacimiento con material de tipología romana. Las diferentes opiniones que existen tienen que ver con el proceso de colonización de Canarias y lo que nosotros entendemos como culturas aborígenes. Ahí sí hay diferentes opiniones. Algunos expertos piensan que son los romanos los que tienen que ver con la colonización de las Islas Canarias. El yacimiento de Lobos y otras evidencias que se conocen desde siempre nos han hablado de que los romanos conocían las Islas y las visitaron en muchas ocasiones. Otra cosa es que fueran los romanos los que participaron o fueron responsables en la colonización. A día de hoy, las evidencias que tenemos no apuntan a un origen romano, sino norteafricano, vinculado a la cultura bereber. Cómo llegaron los antiguos canarios es el gran misterio y cómo es posible que esta gente llegara del norte de África. Tuvo que ser en barcos.

“Cómo llegaron los antiguos canarios es el gran misterio y cómo es posible que esta gente llegara del norte de África. Tuvo que ser en barcos”

-¿Llegaron a estar en contacto los habitantes aborígenes de unas y otras islas?

-Tenemos evidencias de tipo arqueológico, genético y alfabético, por las que sabemos que, a partir de determinado momento, cada isla estuvo aislada durante cientos de años. Eso sugiere que si los aborígenes canarios conocían la navegación y tuvieron contacto entre islas en determinado momento se perdió. A partir de ese momento, las islas estuvieron aisladas unas de otras. Al menos, la gran mayoría de ellas. Parece que sí existían contactos frecuentes entre Lanzarote y Fuerteventura, sabemos que la distancia es muy pequeña entre ambas islas, y, probablemente, entre Tenerife y La Gomera. Cuando estudiamos la arqueología de Tenerife y Gran Canaria vemos grandes diferencias que, aparentemente, nos hablan de que no había mucho contacto entre ellas.

-¿Los aborígenes viajaron solos hasta las Islas?

-No. Viajaron con las plantas y los animales que necesitaron para sobrevivir y para crear paisajes domésticos con los que poder generar la comida que necesitaban para poder subsistir. Viajaron con lo necesario para que la colonización fuera exitosa. Eso significa que, seguramente, antes de la colonización hubo un periodo en el que los aborígenes estuvieron explorando y testando la posibilidad de colonizar Canarias. No sólo trajeron plantas y animales domésticos, sino que también portaron enfermedades, insectos y plagas que no existían en las islas y que vinieron en sus barcos. Por ejemplo, en los graneros de Gran Canaria hemos encontrado insectos vinculados a los cereales que plantaban los aborígenes. Algunos de estos insectos proceden de los campos de cultivo y otros de los lugares de almacenamiento y no estaban en Canarias antes de la llegada de los seres humanos. Con seguridad, trajeron también la cabra, el cerdo, la oveja y el perro. No está claro si vino el gato, pero hay algunos restos que aparecen en yacimientos.

“Los aborígenes no sólo trajeron plantas y animales domésticos, sino también enfermedades, insectos y plagas que no existían en las Islas”

-¿Qué puede arrojar este estudio a la arqueología de Fuerteventura?

-En el caso de Fuerteventura, ya los trabajos arqueológicos de la cueva de Villaverde, que está llevando a cabo la empresa Arenisca, con colaboraciones de otros investigadores, están aportando una información novedosa que va a cambiar lo que sabemos sobre la arqueología insular. Hay evidencias que son muy importantes para la arqueología de la Isla. Se está haciendo un esfuerzo considerable para realizar dataciones de radiocarbono para poder datar los yacimientos arqueológicos y tener una perspectiva temporal de la ocupación de la Isla y de los yacimientos. En Fuerteventura, faltan ciertas evidencias que son necesarias para profundizar más en la investigación. Entre ellas, las dataciones radiocarbónicas, aunque en los últimos años, se ha hecho un esfuerzo considerable para ir dotándonos de un computs de dataciones que están cambiando nuestra apreciación de la arqueología insular.

-¿En qué consiste la investigación que usted lleva a cabo en la cueva de Villaverde?

-Mi trabajo está vinculado al estudio de restos humanos, con otros investigadores como Samuel Cockeril y Elena Sánchez. Estamos trabajando con los restos de los dos individuos que aparecieron en 1979. Se está haciendo un estudio pormenorizado. Además, Rosa Fregel de la Universidad de La Laguna y la doctora Alejandra Calderón están haciendo un estudio de ADN. Estamos abordando, desde diferentes puntos de vista, esos dos individuos para intentar conseguir toda la información posible. Generar una osteobiografía a ambos individuos, un adulto y un niño de en torno a seis años. Nos permitirá saber la dieta de estos individuos, cuestiones vinculadas a las enfermedades que tenían. Gracias a las pruebas de ADN sabremos si existían relaciones de consanguinidad entre ambos y otros individuos enterrados en la cueva de Villaverde y la relación que hay con otros esqueletos que se han encontrado en otros yacimientos de la Isla o con los que conocemos de otras poblaciones aborígenes de otras islas y con las del norte de África. También apoyaré la excavación con parte del equipo que voy a formar de la ULL y con una serie de analíticas en el marco del proyecto. Villaverde es un yacimiento fundamental en el proyecto, aunque hay otros como la Punta del Mallorquín o el Llano del Sombrero. Estamos viendo otros que pueden ser interesantes para el proyecto. En Fuerteventura, está todo por descubrir.

“Los trabajos que se realizan en la cueva de Villaverde están aportando una información novedosa que va a cambiar lo que sabemos sobre la arqueología insular”

-Acaba de decir que en Fuerteventura está todo por descubrir, ¿qué le falta a la arqueología de la Isla?

-Quizá lo que haga falta en Fuerteventura es tener un plan de investigación de largo recorrido y empezar a tener una sistematización de qué se quiere hacer, cómo se quiere hacer y cuándo. Hay proyectos de largo recorrido como el de Lobos, pero, aparte de ese, no existe un plan de investigación en Fuerteventura. Hay intervenciones puntuales, donde se generan datos valiosos, pero están vinculadas a hallazgos fortuitos o intervenciones por temas urbanísticos. No hay un objetivo concreto para realizar un plan de investigación para conocer cómo eran los mahos y cómo fue el poblamiento de la Isla. La arqueología de Fuerteventura requiere de una visión a largo plazo. Es una joya porque hay una cantidad de yacimientos muy elevada. Seguramente, detrás de Gran Canaria, sea la que tiene más yacimientos. Son espectaculares y muy bien conservados. Los hay muy antiguos y a la vez yacimientos aborígenes con evidencias de contacto con europeos que son muy interesantes. Son lugares privilegiados para entender el proceso de contacto y aculturación entre europeos y aborígenes.

-¿Qué es lo más urgente en la arqueología de Fuerteventura?

-Creo que conocer la antigüedad de los yacimientos es una buena manera de comenzar. También hace falta ordenar lo que se ha excavado hasta ahora. Las evidencias que se tienen y están en los museos. Buscar toda esa información, analizarla en detalle, ver qué datos nos aporta y, luego, empezar a ver cómo se puede construir una arqueología más rica y con mayor potencial científico. A partir de ahí, determinar un camino a largo plazo más detallado y ambicioso.

Comentarios

Insistir en la cueva de Villaverde no va a arrojar nada nuevo, un dineral para confirmar o que ya se sabe, hay muchas tumbas con restos cerámicos y ornamentales por descubrir que si arrojarian más luz, empiezan por las montañas, seguro tendréis muchas sorpresas.
A Fernando: cada vez que un majorero dice "tendréis", muere un gatito.
Yo creo que tiene razón Fernando. No han descubierto nada nuevo de lo que se sabía en las últimas excavaciones en la cueva de Villaverde. Es mejor que inviertan en otros lugares más prometedores y se amplíe con nuevos investigadores y no sea solo un , una, la que lleve las riendas de la investigación en la isla y se deje de tanta pompa que parecemos tonto o nos hacen tontos,as.

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