Tenía 70 años, 36 de ellos los destinó a trabajar en el Parador de Turismo. Parte de ellos también los dedicó a luchar porque se le reconociera la nacionalidad española a pesar de tener su DNI español desde 1976
Fallece Fulani Mesaud, trabajador del Parador, tras años luchando para que le reconocieran la nacionalidad española
Tenía 70 años, 36 de ellos los destinó a trabajar en el Parador de Turismo. Parte de ellos también los dedicó a luchar porque se le reconociera la nacionalidad española a pesar de tener su DNI español desde 1976
El cuerpo sin vida de Fulani Mesaud Embarek apareció hace unos días en una casa abandonada. Tenía 70 años, 36 de ellos los destinó a trabajar en el Parador de Turismo de Fuerteventura. Parte de ellos también los dedicó a luchar porque se le reconociera la nacionalidad española a pesar de tener su DNI español desde 1976.
La historia de Fulani comenzó en la antigua colonia española de Villa Cisneros, hoy Dajla, donde nació en 1949. Con 14 años empezó a trabajar como mozo de limpieza en el Parador nacional de El Aaiún. Allí debió ser feliz hasta que España arrió, en enero de 1976, su bandera de Villa Cisneros, poniendo fin así a la presencia española en el Sáhara. Fulani tuvo entonces que hacer también las maletas y trasladarse a trabajar al Parador de Turismo de Fuerteventura.
En él trabajó y vivió, con saltos esporádicos a los paradores de El Hierro y las Cañadas del Teide cuando requerían sus servicios, hasta el despido en 2012 de todos los trabajadores del Parador de Fuerteventura. Sin embargo, la lluvia de infortunios de Fulani había comenzado años antes.
En 1980, se le expidió el DNI español en la Unidad de Documentación de la Comisaría de Policía de Puerto del Rosario. Fulani fue haciendo las renovaciones con normalidad, tal y como las había estado haciendo desde la descolonización española del Sáhara hasta que, en una de esas renovaciones en 2009, se encontró con la amarga sorpresa de que le retiraron toda la documentación: DNI y pasaporte español.
El motivo era que la Policía había detectado a otro ciudadano de Gran Canaria, inscrito con la misma filiación. Además, ese saharaui había renovado días antes su DNI.
Fulani intentó aquel día, sin suerte, explicar a los agentes que su nombre era Fulani, también que era español, que había nacido en el Sáhara y que llevaba más de 30 años residiendo en Canarias. Pero sus explicaciones no convencieron a la policía. Fulani acabó sin documentación después de que un juzgado le abriera diligencias por un presunto delito de usurpación de identidad.
Es entonces cuando se iniciaron investigaciones para tratar de averiguar qué había pasado. Desde la Unidad de Documentación de la Policía de Puerto del Rosario le tomaron las huellas digitales y le sacaron una foto que se envió a la Unidad de Documentación de la Policía Nacional y de la Guarda Civil en Madrid. Allí confirmaron, tras cotejar las huellas en el archivo sobre saharauis documentados por España, que las de Fulani Mesaud Embarek se correspondían con las que le habían tomado en Puerto del Rosario. Es decir, confirmaban que era la misma persona.
Durante su lucha, Fulani se tropezó con la técnica de migraciones por aquellos tiempos de Comisiones Obreras, María Greco. Hoy, desde el despacho de la Asociación Sociocultural Entremares, donde trabaja defendiendo los derechos de las personas migrantes de Fuerteventura, explica cómo se llegó a averiguar que “se produjo un error, pues se había utilizado la partida de nacimiento del saharaui de Las Palmas de Gran Canaria para que Fulani pudiera renovar el DNI puesto que nunca se procedió a la inscripción de su nacimiento en el registro civil central de Madrid y fue la propia Administración la que utilizó la inscripción del otro saharaui para que fuera renovando”.
En 2009 se inició un largo camino para su inscripción fuera de plazo de nacimiento, que concluyó en enero de 2015 con una negación del Ministerio de Justicia porque le solicitaba la partida de nacimiento original. Durante ese tiempo, Fulani llegó a estar indocumentado durante un año.
El entonces presidente del Cabildo, Mario Cabrera, llegó a mediar para que Fulani pudiera renovar el DNI por un año y así poder trasladarse al médico a Gran Canaria e ir arreglando los papeles del desempleo. El saharaui estaba en aquellos momentos condenado a no poder salir de la isla.
Y en medio de este caos de papeles, Fulani tuvo que hacer frente a otro golpe de mala suerte: el cierre en el año 2012 del Parador de Turismo de Fuerteventura. El hombre se vio entonces en las listas del desempleo.
Tras el cierre del Parador, se encontró desamparado, con problemas de documentación, de vivienda y de recursos económicos pues no podía tramitar su jubilación
En 2012 se renovó por diez años su DNI, otra vez por mediación del Cabildo de Fuerteventura, y se pudo iniciar el cobro de la prestación por desempleo, pero de nuevo se topó con otro obstáculo. María Greco explica cómo había “un error en la fecha de nacimiento en el DNI español donde aparecía que había nacido en 1955. Sin embargo, cuando se cotejó la huella con los documentos saharauis se vio que había nacido en 1949”.
Desde 2012, estuvo cobrando un subsidio de 425 euros cuando, después de 39 años cotizados y con 65 años cumplidos, podía cobrar su pensión completa. Se tardó tres años en poder solventar la situación. A día de hoy se estaba en trámites de poder renovar el dinero de la jubilación que le correspondía por haber nacido en 1949.
La Asociación Entremares pidió ayuda al Defensor del Pueblo. En junio de 2019 el Defensor del Pueblo, después de tres años de gestión del expediente, consiguió un certificado de la Unidad de Documentación de la Policía en el que ya no cabía duda de su identidad. En junio se inició el registro de nacimiento en el registro civil central. El registro civil de Puerto del Rosario le reconocía la nacionalidad española por simple y dirigió el expediente a Madrid para que fuera inscrito, pero le pilló la muerte.
La noticia de su fallecimiento produjo conmoción entre sus compañeros del Parador y amigos. Greco, emocionada, reconoce que Fulani “pasó muchas dificultades durante esos años por el error en su documentación que no puede ser atribuido a él sino a la Administración”. Estuvo cobrando una ayuda de 425 euros, pero ya hoy cobraba una pensión de 900 euros.
Fulani no llegó a superar el cierre del Parador. Estuvo casi 35 años viviendo en el Parador de Playa Blanca. Aquel fue su puesto de trabajo, pero también su hogar y sus compañeros y compañeras fueron sus amigos y familia.
Greco recuerda que, tras el cierre del Parador, “se encontró desamparado, con problemas de documentación, de vivienda y de recursos económicos pues no podía tramitar su jubilación. Él nunca había estado acostumbrado a gestionar su vida. Fue un señor con 60 años que se vio en la calle sin tener dónde ir. Fulani llevaba toda la vida en el Parador esa era su familia y su casa, pero de la noche a la mañana se vio fuera y no tuvo los recursos suficientes personales ni materiales para poder controlar la situación”.
Fuerteventura espera ahora darle un entierro digno a Fulani. Será con la ayuda de la beneficencia porque después de casi cuarenta años de trabajo como funcionario público de Paradores Nacionales no ha podido aspirar a un entierro digno.
La Isla está en deuda con uno de sus habitantes, pero también con un profesional del turismo que se esforzó durante 36 años en dar el mejor servicio a los miles de turistas que recalaban en el antiguo Parador de Playa Blanca.
Comentarios
1 Tesejerague Mié, 21/08/2019 - 14:04
2 Terencio Mié, 21/08/2019 - 16:28
3 Anónimo Mié, 21/08/2019 - 21:18
4 Fran Mié, 21/08/2019 - 22:20
5 Martin Jue, 22/08/2019 - 05:51
6 Apolítico Jue, 22/08/2019 - 07:57
7 Bambam Jue, 22/08/2019 - 07:58
8 Andreas Jue, 22/08/2019 - 08:18
9 Pilar Jue, 22/08/2019 - 10:17
10 Pilar Jue, 22/08/2019 - 10:24
11 Anónimo Jue, 22/08/2019 - 10:50
12 Luis Jue, 22/08/2019 - 17:02
13 Anónimo Vie, 23/08/2019 - 00:21
14 Susana Trueba Vie, 23/08/2019 - 20:57
15 Susana Trueba Vie, 23/08/2019 - 21:02
16 Luis Sáb, 24/08/2019 - 13:27
Añadir nuevo comentario