La costa majorera afronta otro verano sin garantías de seguridad en sus zonas de baño
Costa Calma sigue a la cabeza de la siniestralidad por fallecidos en el mar en Canarias, mientras que el decreto de medidas aprobado por el Parlamento está estancado por el recurso de los ayuntamientos
La muerte de Arturo Fontán, ya conocido como el Héroe de Tebeto, que falleció el pasado 15 de abril cuando intentaba salvarle la vida a una joven en apuros en esta playa de La Oliva, ha supuesto un antes y un después en la lucha por unas costas más seguras en Canarias.
La propia esposa de Fontán, Ana Suárez, se ha convertido, muy a su pesar, en un símbolo de esta campaña, en la que llevan años implicados los miembros del ente Canarias, 1.500 kilómetros de Costa, que dirige Sebastián Quintana.
Ana participa activamente en las acciones que se están llevando a cabo ante las administraciones locales y regionales para visibilizar el grave problema de los ahogamientos e instar a que se tomen medidas, que pasan por la información, prevención y medidas de seguridad.
También participó en el homenaje que se le hizo a su marido el pasado 22 de junio en el mismo lugar donde perdió la vida. Ana repite que más celeridad en los medios de evacuación podría haber salvado la vida de Arturo.
“El helicóptero tardó muchísimo en llegar. Además, las playas no están señalizadas. Simplemente con que hubiera salvavidas y la llamada al 112, se podrían evitar muchísimas muertes porque se aumentaría la seguridad”, insiste cada vez que tiene ocasión.
Pero, paradójicamente, hace unos días, Canarias, 1.500 kilómetros de Costa denunció públicamente la “paralización de facto” de la aplicación del decreto de seguridad en playas, piscinas y otros espacios de baño, aprobado en el Parlamento autonómico el pasado 30 de julio.
Todo ello, “al comienzo oficial de los meses de verano” y cuando está a punto de expirar el plazo de aprobación de los respectivos planes de seguridad y salvamento municipales (30 de julio), de acuerdo a las directrices del decreto.
La situación real es, en cambio, que varios ayuntamientos canarios han presentado recursos contenciosos administrativos contra la citada normativa, al considerar que el documento invade sus competencias en materia de seguridad en el litoral.
En el caso de Fuerteventura, las cifras son directamente “escandalosas”, asegura Sebastián Quintana. “En los 65 kilómetros de playas de Jandía no existe una sola bandera azul”, ya que Pájara lleva varios años sin concurrir al certamen de los galardones, mientras que La Oliva ha perdido en 2019 sus cuatro banderas. Para la concesión del distintivo bandera azul se exige el cumplimiento de normas sobre la calidad del agua, la seguridad, la prestación de servicios generales y la ordenación del medio ambiente.
Aunque los Ayuntamientos majoreros, sobre todo los turísticos, sí contemplan medidas de seguridad en playas, lo cierto es que las cifras de mortalidad que registra la Isla delatan sus carencias. Es cierto que en las estadísticas de mortalidad y accidentes en el agua de 2018 se aprecia un descenso claro de víctimas, pasando de 21 a siete ahogados, pero las cifras de 2019 vuelven a ser preocupantes, al contabilizarse ya cinco ahogados en lo que va de año en la Isla.
Homenaje a Arturo Fontán el ‘Héroe de Tebeto’.
Pájara sigue a la cabeza
En el caso del municipio de Pájara, las playas de Costa Calma se mantienen como las de mayor siniestralidad con tres fallecidos en 2018, los mismos que las playas de Amadores y Puerto Rico, ambas en Gran Canaria. Aun así, Costa Calma redujo a más de la mitad los decesos con respecto a 2017, cuando se registraron siete fallecimientos. El municipio sureño debería contar con 20 efectivos, cuatro más que ahora, según el informe pormenorizado que realizó la iniciativa Canarias, 1500 kilómetros de Costa el pasado año.
El municipio de Pájara tiene 14 playas, tres de ellas con un grado de protección moderado. En su presupuesto hay más de 10 millones para gastos en bienes y servicios, y se recomienda para esta finalidad que dote casi 250.000 euros.
Siete fallecidos en 2018
Fuerteventura, con siete fallecidos, cuatro heridos y dos rescates en 2018, superó a Lanzarote, que contabilizó seis víctimas mortales el pasado año. Gran Canaria registró 19 fallecidos; Tenerife, 23; La Palma, dos; y La Gomera y El Hierro, un fallecido por isla. En otros municipios, los incidentes se produjeron en La Oliva, en el Morro La Vieja y en una piscina en Corralejo; en Puerto del Rosario (playa de Los Molinos); Tuineje (un submarinista en el Faro de la Entallada); y los tres de Pájara, uno de ellos un windsurfista.
En total, las costas canarias registraron 59 fallecidos en 2018, frente a los 93 del año anterior, lo que supuso un descenso del 41 por ciento. A estos datos hay que sumar entre un 15 y un 20 por ciento más de decesos de personas rescatadas en semiahogamiento grave o crítico, que acaban muriendo por causas directamente relacionadas con el episodio, aunque no se reflejan en las estadísticas oficiales por constar como causa de la muerte un paro cardíaco u otras.
Canarias, 1500 kilómetros de Costa se lamenta de la inoperancia de las administraciones competentes, que son los ayuntamientos. Sebastián Quintana asegura haber mantenido hace unos meses reuniones con los presidentes de los cabildos de la provincia, si bien solo el de Gran Canaria ha puesto en marcha las medidas sugeridas, “apoyando la campaña de concienciación, conformada por un reportaje de veinte minutos y cinco microespacios de minuto y medio, grabada en español, inglés y alemán, donde se recrean las situaciones de riesgo más comunes a las que se enfrenta un bañista. El promotor, el periodista Sebastián Quintana, insiste en que estas medidas “como bien ha entendido Gran Canaria, no son un gasto, sino una inversión”.
En el informe preceptivo del Decreto sobre Seguridad en las Costas, elaborado con datos aportados por los ayuntamientos canarios, se determinó hace un año las medidas a implementar, con su correspondiente estudio económico, que concluyen la necesidad de aumentar las plantillas de salvamento en Fuerteventura en 32 efectivos, hasta los 78 socorristas para las 67 playas de la Isla, cinco de ellas (Playa Blanca y cuatro de La Oliva) con “muy alto” grado de protección por los datos de afluencia.
LA OLIVA. El personal recomendado en el informe es de 29 socorristas, 15 más que en la actualidad. Tiene 38 playas, cuatro con alto grado de protección y cinco de grado moderado. En sus cuentas se reservan más de 6,8 millones para bienes y servicios, y se recomienda que destine 70.500 euros para vigilancia del litoral.
PÁJARA. El municipio sureño debería contar con 20 efectivos, cuatro más que ahora. Tiene 14 playas, tres de ellas con un grado de protección moderado. En su presupuesto hay más de 10 millones para gastos en bienes y servicios, y se recomienda para esta finalidad que dote casi 250.000 euros.
PUERTO DEL ROSARIO. El municipio capitalino debería disponer de 14 socorristas, seis más que ahora. De sus siete playas, una tiene alto grado de protección y tres moderado. Con más de 8,5 millones de presupuesto para bienes y servicios, se aconseja que dote más de 41.000 euros.
TUINEJE. Tiene cinco socorristas y debería contar con un total de nueve, según el informe del Gobierno. Sus cuatro playas tienen un grado de protección moderado. Con 3,4 millones para bienes y servicios, se recomienda una dotación de 16.000 euros.
ANTIGUA. Debería disponer de cinco efectivos, dos más de los que tiene ahora. De sus tres playas, una tiene un grado de protección moderado. Destina más de 3,1 millones en presupuesto para bienes y servicios, y se recomienda una dotación de 18.400 euros para esta finalidad.
BETANCURIA. Se recomienda que el municipio cuente con un efectivo. En la actualidad no tiene ninguno asignado. Tiene una playa con grado de protección bajo.
Comentarios
1 Majorero amaguao Lun, 15/07/2019 - 11:21
2 Max Lun, 15/07/2019 - 14:49
3 Elías. Lun, 15/07/2019 - 16:45
4 Anónimo Mar, 16/07/2019 - 03:39
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