El colectivo vecinal de las 90 y 91 Viviendas de Puerto del Rosario ha convocado una concentración para este sábado a las siete de la tarde, junto a las vallas que han quedado en la zanja de la calle Hispanidad, para protestar contra la “demora injustificada” de una solución alternativa al proyecto de instalación de nuevas tuberías de transporte de combustible de Disa, que atraviesa la ciudad.

“Nos sentimos engañados”, afirma Francisco Ruiz, portavoz vecinal. La concentración este sábado por la tarde, en la jornada de reflexión antes de las elecciones municipales, cuenta con permiso de la Dirección Insular de la Administración General del Estado, destaca.

Después de que estallara la polémica por las obras de nuevas canalizaciones de combustible en la capital, el Ayuntamiento de Puerto del Rosario, que había otorgado la licencia para las tuberías de transporte en agosto de 2016, dio el visto bueno a que se desarrollase una comisión entre el Consistorio, Disa y los vecinos para buscar alternativas.

El equipo técnico contratado por los vecinos ha planteado fórmulas distintas, como llevar la canalización a través de la costa, aunque se descartaron por los otros miembros de la comisión, que sí abría la puerta a rehabilitar parte de las canalizaciones ya instaladas. “Un ingeniero de la Universidad dijo que veía como una locura abrir nuevas canalizaciones en vez de utilizar las viejas”, asegura Ruiz.

Para el 9 de mayo estaba prevista una reunión de la comisión, que se suspendió y se postergó hasta el pasado martes. En esa sesión, según los vecinos, la compañía planteó que efectuar cambios sobre el proyecto aprobado por el Ayuntamiento, utilizando parte del antiguo recorrido de las tuberías, supondría coste adicional de “unos 400.000 euros más”, un sobrecoste que el equipo técnico de los vecinos pone en tela de juicio.

Según los vecinos, tanto empresa como Ayuntamiento están “estirando el chicle para que pasen las elecciones”, sin fijar una solución alternativa al discutido proyecto, que contó con el rechazo de prácticamente todos los partidos políticos, incluidos CC y PSOE, cuyos concejales conforman el grupo de gobierno que dio la licencia a Disa. “Pensamos que quieren dejar pasar las elecciones para luego meter las picas donde quieran”, añade Ruiz.

El portavoz vecinal destaca que los residentes en la barriada han confiado en el proceso de negociación con el Ayuntamiento y la compañía petrolífera, pero que se les ha agotado la paciencia. “Hemos estado callados para que se llegara a un entendimiento, pero esto es reírse de nosotros”, recalca Ruiz.