-Entramos en el último trimestre de 2018 y en la recta final del mandato. El Cabildo de Fuerteventura aprobó para este año un presupuesto de 109 millones de euros. ¿Su grado de ejecución es el adecuado o, como se lanza desde la oposición, tiene unos niveles bajos?

-Estamos en un cambio de ciclo con la nueva Ley de contratos del sector público y la legislación sobre transparencia, que suponen un cambio radical en la administración. La visión que se tenía hasta ahora de presupuestos anuales desaparece y se apuesta por planificar en varias anualidades. Hemos tratado que el Cabildo cambie de mentalidad y de estructura. Lo importante no es que a 31 de diciembre no se haya gastado una determinada cantidad sino que tengamos planificados proyectos concretos para el futuro, que se vayan ejecutando y que al hacerlo vayan configurando un modelo de Isla. La luz corta de la anualidad es importante pero no me quita el sueño.

-Dice que el Cabildo está preparado para esa transición pero se han cancelado eventos, como el Festival Fuerteventura en Música (FEM), y se ha achacado a la nueva Ley de contratos del sector público.

-En un departamento no se tiene todavía esa mentalidad por parte de quien lo dirige y ocurren esas cosas. Pero es un departamento y con un proyecto en concreto. Ahora mismo hay 58 proyectos en contratación que van saliendo y nos vamos acercando a las 300 intervenciones en diferentes fases. En cualquier caso, lo importante no es el número sino la dinámica. Por ejemplo, tenemos un plan de energías limpias que se está desplegando con el objetivo de llegar en los próximos años al 30 por ciento de renovables, contamos con una red de recarga de vehículos eléctricos suficiente para la próxima década y tenemos lanzado un plan sociosanitario con una financiera de 24 millones de euros.

-En cuanto a la implantación de las renovables, hay numerosos proyectos en trámite, especialmente de energía eólica, que están esparcidos por la geografía insular. El Cabildo está elaborando una ordenanza para regular la implantación de las renovables. ¿La institución que se opuso a las prospecciones pone trabas al desarrollo de las energías alternativas?

-No es eso. Fuerteventura tiene condiciones para llegar a cubrir su demanda de energía con renovables, pero también tenemos un paisaje, que es muy frágil y de grandes horizontes, que debemos preservar. La ordenanza persigue impulsar las renovables, estableciendo dónde se pueden instalar. Evidentemente, no irán en sitios con valores paisajísticos, naturales o de patrimonio histórico, y las instalaciones de renovables tienen que estar en zonas de consumo, para no seguir hiriendo el territorio con grandes infraestructuras de transporte de electricidad.

“En Lobos se aplicará una capacidad de carga que se aproxima a las 500 personas. Quien no tenga entrada y no haya pagado la tasa no podrá acceder”

-¿Tiene el Cabildo algún plan específico para el desarrollo de las renovables?

-Una vez que esté aprobada la ordenanza que regule la implantación de parques eólicos o placas solares, el Cabildo quiere promover una compra de suelo para establecer entre dos y cuatro parques energéticos en la Isla que pongan a la iniciativa pública y privada en sintonía. Serían zonas industriales con buena capacidad eólica y solar, y contaremos con un comité de expertos. El Cabildo también promovería su urbanización y conseguiría la ejecución de las estaciones eléctricas para el vertido en la red, y las autorizaciones necesarias. De esta manera, un promotor alquila suelo para montar un aerogenerador o placas solares, o bien el Cabildo a través del CAAF promueve la instalación de aerogeneradores, abriendo la posibilidad a que residentes en Fuerteventura puedan invertir a cambio de obtener una rentabilidad, como una forma de socializar los beneficios de las renovables. En el futuro, quien tenga la energía va a tener el poder. La Isla necesita 100 megavatios pero hay expertos que aseguran que su potencial es cuatro veces mayor. La clave es ordenar dónde y cómo, porque lo que no puede ser es un crecimiento desordenado que mate a esta gallina de los huevos de oro que es Fuerteventura.

-Miles de firmas demandan que Fuerteventura cuente con un hospital geriátrico para atender a las personas mayores. ¿Cómo afronta el Cabildo esta reivindicación?

-La respuesta estará en pocos meses. Se va a elaborar el proyecto de residencia sociosanitaria en Puerto del Rosario y, en ese proyecto, se tendrá en cuenta que debe ser un centro altamente especializado, para que una persona con un nivel de dependencia máximo pueda estar ahí como en casa, perfectamente atendido. En el plano médico, lo que hay que hacer es garantizar la visita cada día y la asistencia, y la remisión al Hospital cuando sea necesario. Ese centro tendrá 100 plazas residenciales y 30 de día, y será referencia insular. También estamos pendientes del suelo para construir otro centro en Gran Tarajal, con 60 plazas residenciales y 20 de día, y otro con 30 plazas de día en Corralejo, para incorporar las plazas residenciales cuando sea el momento. Estamos pendientes de suelo en Morro Jable y Antigua ha ofrecido suelo para empezar con un centro de día.

-Uno de los asuntos de los que más se ha debatido es el del futuro de las Dunas, la carretera que las atraviesa y si se cierra de forma definitiva, como está previsto en la declaración ambiental que autorizó las obras de la autovía a Corralejo. ¿Qué decisiones se van a adoptar los próximos meses?

-Ya hemos pactado con el Gobierno de Canarias que no se tomará ninguna medida mientras no se termine el semienlace de la autovía con Parque Holandés. La normativa que afecta a la carretera de las Dunas se puede interpretar de manera extensiva e incluso concluir que no se tendría que aplicar la medida de cierre hasta que se termine el tramo entre Caldereta y Puerto del Rosario, porque el recorrido real de la autovía es de Corralejo a la capital, y lo que se ha ejecutado hasta ahora es una fase. En cualquier caso, desde el 6 de octubre queda abierta la carretera y, cuando llegue el momento, con el Gobierno de Canarias se establecerá de qué forma quedará abierta la carretera de las Dunas, con las restricciones necesarias. Queremos preservar ese paraje único pero a la vez queremos disfrutarlo y que lo disfruten nuestros turistas.

“La fórmula definitiva sobre la carretera de Las Dunas no estará hasta que se haya ejecutado el enlace entre la autovía y Parque Holandés”

-La resolución del debate sobre la carretera de las Dunas parecía que iba a ser más próxima, ya que las obras en marcha deben finalizar este año. ¿Qué plazo manejan para tener una fórmula pactada con el Gobierno?

-El corte de la carretera desde agosto, y el diálogo con el Gobierno de Canarias, lo que ha provocado es que hemos conseguido que no haya prisa, y ahora el debate social y ambiental va a ser mucho mas pacífico, abiertos a las soluciones técnicas que se propongan. La fórmula definitiva no estará hasta que se haya ejecutado el enlace entre la autovía y Parque Holandés, que así tendrá una comunicación magnífica con Corralejo.

-Con el rodaje de la película que se filmó en las Dunas ya finalizado, ¿como presidente del Cabildo considera que merece la pena para la Isla lo que desde las patronales consideran un sacrificio: cerrar ese espacio al tráfico de agosto a octubre? ¿No debería la institución cobrar por la utilización de espacios naturales como las Dunas?

-No suele ser la disyuntiva tan radical como se ha producido en este caso, en el que hemos aprovechado para matar dos pájaros de un tiro y convencer al Gobierno de que la carretera de las Dunas no se puede cortar sin más cuando se finalice por completo la autovía entre Caldereta y Corralejo. Estamos mimando la industria del cine y la promoción que hace de la Isla una película de estas características vale millones. Esta película ha dejado 20 millones de euros aquí. Preferimos que se genere economía y se beneficien los restaurantes, los negocios de coches de alquiler, los trabajadores que participan como extras o en la producción. La Isla es un plató magnífico, por el que se pregunta en los festivales de cine. No nos planteamos cobrar. La visión es la contraria: la baja tributación conseguida por el Gobierno de Canarias para los rodajes es un elemento diferencial a favor de las Islas porque atrae rodajes y, lo que queremos, es que en lugar de que el Cabildo ingrese un dinero, se distribuya el beneficio de esta industria entre nuestra población.

-El asedio de los taxis acuáticos a Isla de Lobos y regular el número de visitantes es otro de los temas de debate que ha dejado el verano. ¿Qué va a hacer el Cabildo?

-Todas las embarcaciones tienen que atracar en el muelle, porque el Puertito es un espacio de nado y de cierta actividad tradicional. En 2019 se aplicará una capacidad de carga, que se aproxima a las 500 personas, y se implantará un sistema informático para el control de los visitantes. Quien no tenga entrada y haya pagado la tasa que se va a aprobar no podrá acceder. Una tasa ayuda a ordenar, crea más atractivo a la Isla y nadie va a dejar de entrar a un paraíso como Lobos por no pagar, por ejemplo, tres euros. La recaudación revertirá en mejorar la vigilancia y el mantenimiento, y en 2020 esperamos que también los yacimientos romanos se puedan visitar de forma que no se deterioren.

“Las instalaciones de renovables no irán en sitios con valores paisajísticos, naturales o de patrimonio histórico”

-A menos de ocho meses para que finalice el mandato, uno de los asuntos clave es la aprobación del Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura (PIOF). Se han conocido las intenciones de los promotores turísticos, que han presentado iniciativas que llevan aparejadas miles de camas. ¿Cuánto más considera que puede crecer el sector turístico en la Isla?

-Lo que interesa son camas de calidad en una Isla diferente. Fuerteventura no puede ser como Playa del Inglés o Benidorm. Ese modelo significa traer muchos millones de turistas, emborracharse con las cifras y morir de éxito. Estamos en el tramo final de elaboración del PIOF pero hacer afirmaciones contundentes de que se aprobará en tal fecha es mentir, porque hay que pedir más de 20 informes a diferentes entidades. Lo importante es que hay un documento que tenemos que madurar y la apuesta es que claramente Fuerteventura se parezca a sí misma, que esta magia que tiene la potencie y no la pierda. Con lo que la Isla tiene y los suelos que ya están ordenados desde luego tenemos para seguir creciendo, y lo inteligente es crecer en calidad, y en cantidad solo lo absolutamente imprescindible.

-Siendo sincero, ¿el Plan Insular ha sido motivo de tensión con el PSOE, su socio de gobierno?

-No tenemos un modelo igual y somos dos fuerzas diferentes. Sí hemos discutido pero estoy convencido de que podremos llegar a un acuerdo. El mandato que tenemos en CC pasa por un modelo de ordenación del que podamos sentirnos orgullosos, porque lo cierto es que, desde el año 2000, creciendo en población tenemos menos calidad de vida.

-Los últimos estudios del Consorcio de Abastecimiento de Aguas apuntan a que entre el 40 y el 50 por ciento del agua producida no se llega a facturar, y son recurrentes las quejas vecinales de cortes de suministro en verano. ¿Qué se está haciendo ante este serio problema?

- Contamos con un plan de inversiones para los próximos años de 30 millones de euros, con fondos del Estado y del Fondo de Desarrollo de Canarias, para ejecutar a lo largo de tres o cuatro anualidades. El objetivo es que ya en 2020 esté garantizada la seguridad en el suministro. La mitad de las pérdidas, estamos convencidos de que no son físicas sino de medición, y por eso estamos cambiando todos los contadores, y también cambiando redes, multiplicando la capacidad de los depósitos e incrementando la capacidad de desalación. También tenemos previsto, para respaldar al sector primario, un cambio para el próximo año para que el agua agrícola se quede en 60 céntimos por litro.

-¿Le gustaría repetir como candidato al Cabildo en las próximas elecciones? ¿Se plantea ir a otra institución distinta?

-Digamos que estoy dispuesto, y que mi familia, de aquella manera, lo aprueba. Si mi organización política decide presentarme como candidato estaré encantado, y si decide no hacerlo no pasará nada. Seguiré en CC y me moriré en CC, espero que de viejo. ¿Me ilusiona? Sí, porque este cambio de ciclo va a ser un momento muy bonito para lanzar proyectos y, modestamente, creo que puedo aportar. En este momento no me planteo ninguna otra hipótesis, solo la del Cabildo. Si mi organización decide que no, no pasará absolutamente nada y seguiré de empleado en la institución, en mi puesto de trabajo.