La catástrofe del muelle de Gran Tarajal y el modelo de municipio que deseamos
Con el hundimiento de embarcaciones en el puerto de Gran Tarajal, hace ahora varios meses, se han hundido también varias ideas ampliamente mantenidas en la conciencia de su población y ha generado un derrame de indignación y desilusión. Los hechos y la forma de abordarlos han dejado claras varias cuestiones:
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El muelle de Gran Tarajal no pertenece a los vecinos de Gran Tarajal, por mucho que lo sientan suyo; pertenece al Gobierno de Canarias y es este quién decide el uso que le da, independientemente de los deseos de la población en la que se encuentra. Así ha quedado de manifiesto con el atraque desde hace meses de embarcaciones con maquinaria usada y así será también en el futuro si se produce la ampliación del puerto de Gran Tarajal hacia Agando, sea propiedad del estado o del Gobierno de Canarias.
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Las decisiones las toman los gobernantes, las consecuencias las sufren los vecinos. La decisión del Gobierno de Canarias, con el respaldo del Ayuntamiento de Tuineje en el pleno de día 28 de enero de 2018, de atracar embarcaciones no autónomas cargadas de maquinaria usada durante los meses de invierno en un puerto abierto al tiempo sur, ha tenido varias implicaciones no siempre reconocidas. No solo ha provocado la inutilización temporal del muelle, además la población de Gran Tarajal ha estado respirando durante días aire con fuerte olor a hidrocarburos y el vertido de contaminantes ha salido de los límites del muelle.
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El responsable de la catástrofe no va a contar el alcance del daño causado. El Gobierno de Canarias no ha dado, como muestra de consideración hacia los vecinos de este pueblo, información detallada y fácilmente entendible del estado de las aguas del entorno del muelle, ni de la arena de la playa, así como otros aspectos que preocupan a la población. Sobre todo ha habido declaraciones tranquilizadoras. Como si el problema se resolviera por una cuestión de fe en las declaraciones de los gobernantes.
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No se ha aplicado el principio de precaución. Nadie informó de la toma de medidas de precaución a la población durante los días que se respiraba el aire con fuerte olor a hidrocarburos. Nadie desaconsejó el baño en la playa de Gran Tarajal los primeros días hasta que se tuvieran los resultados de las analíticas. El Ayuntamiento de Tuineje tampoco lo exigió.
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Esta catástrofe no es ajena al modelo de industrialización que se ha defendido para Agando. La industrialización de Agando se ha vendido como una oportunidad de comercio con África. Gran Tarajal ya se ha estrenado en las rutas comerciales con África, rutas comerciales de gabarras con maquinaria usada. Ya sabemos el papel que nos tienen asignado, mientras las actividades más rentables se van a otros puertos.
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La ampliación del muelle debe ajustarse a las necesidades de un proyecto de municipio. Hasta ahora las ampliaciones del puerto de Gran Tarajal en los años 80 y 90 del pasado siglo y a inicios de este siglo no han tenido una repercusión económica destacable en el municipio. Además han cerrado la bahía y han dejado el puerto abierto al tiempo sur. Lo primero que se necesita es definir un modelo de municipio y luego resolver en qué medida el puerto de Gran Tarajal puede contribuir a ello.
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El sebadal es un recurso, no un enemigo del desarrollo del municipio. El sebadal como criadero de peces ya es un recurso pesquero, para la pesca profesional y para la deportiva. Por este motivo ha sido reconocido primero como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y después como Zona Especial de Conservación. Ahora con la excusa de la ampliación del muelle de Gran Tarajal, el Ayuntamiento de Tuineje aprueba desproteger el sebadal hasta Giniginamar lo que facilita el proyecto de industrialización de Agando. Los gobernantes y partidos políticos que durante años han sido incapaces de conseguir un atraque regular de cruceros en el puerto de Gran Tarajal ahora tienen prisa en acelerar trámites desprotegiendo nuestra costa. El muelle de Gran Tarajal ya se amplió a inicios de este siglo siendo una zona LIC, lo que ocurre es que el proyecto fue desastroso y no respondió a las necesidades de este pueblo. La desprotección del sebadal también es una desprotección de la costa frente a actividades sucias. No se trata de quitar esta protección. Se trata de convertirla en un elemento en beneficio del municipio, como un valor de calidad ambiental y turística.
Ante la catástrofe ambiental más grave ocurrida en décadas en las costas canarias y que ha afectado a la calidad de vida de la población de Gran Tarajal, el Ayuntamiento de Tuineje no ha actuado como representante de los intereses de este pueblo. No exigió medidas de precaución cuando la situación era grave, no ha demandado y ha hecho públicos los controles de calidad del agua o de la arena de la playa, no ha exigido información y trasparencia al Gobierno de Canarias y no parece estar controlando como se resuelve el problema de contaminación que tiene el puerto de Gran Tarajal. Por el contrario, parece que la preocupación principal del Ayuntamiento de Tuineje es solicitar una “ventana libre de protección” en el LIC la cual facilitaría que este tipo de actividades sucias tuviesen más posibilidad de instalarse en nuestras costas.
Tras las escenas chocantes de estos meses de la chatarra ocupando el muelle, es necesario comprender el significado de instalar un “puerto sucio” en Gran Tarajal y/o en Agando: no es otra cosa que traer aquí embarcaciones y actividades poco rentables y contaminantes, con el fin de reservar y obtener más beneficio en los puertos de La Luz y Las Palmas, Puerto del Rosario o Arrecife, liberándolos de ese lastre y reservándose para ellos las actividades más rentables, como el turismo de cruceros.
Históricamente, la gente de Gran Tarajal ha sabido movilizarse, organizarse y defenderse de proyectos oportunistas que amenazaban el bienestar de sus habitantes y la libertad de elegir un desarrollo con calidad de vida. Hoy más que nunca tenemos por delante una amenaza real a nuestro futuro inmediato y, por si alguien lo dudaba, acabamos de comprobarlo.
No se puede diseñar el futuro de nuestro municipio mirando solo al muelle de Gran Tarajal; también hay que mirar al resto del municipio. En la actualidad el sentir de la población se orienta en cinco ejes fundamentales: agua para el sector primario, atraque de cruceros en Gran Tarajal, mantener el único suelo de reserva turística que queda en Agando, atender las zonas industriales actuales y mejorar los servicios y la calidad de vida de sus habitantes.
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Agua de calidad y a buen precio para el sector primario. Un desarrollo agrícola con perspectivas de futuro en este municipio no puede depender de un acuífero sobreexplotado. Necesita agua desalada del mar utilizando energías renovables que sea enviada hacia las zonas agrícolas del interior. No se puede olvidar que si el puerto de Gran Tarajal fue importante en el pasado es porque el sector primario de este municipio también lo fue.
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Atraque regular de cruceros en Gran Tarajal que actúe como refuerzo de la actividad comercial y de otras actividades en el municipio y no aplazarlo hasta la realización de más obras o ampliaciones.
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Mantener el único suelo de reserva turística con que cuenta el municipio en Agando. La particular configuración de la costa en el municipio de Tuineje con valles y acantilados hace que su modelo de desarrollo turístico en ventanas al mar se aleje de modelos de masificación de otras partes de la isla. La costa reconocida como Zona Especial de Conservación le otorga un gran valor ambiental. Quitar la protección de nuestra costa y convertir Agando en suelo industrial afectará negativamente a la actividad turística en otros enclaves del municipio y, en general, a la calidad ambiental de nuestra costa.
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Atender a las necesidades de las zonas industriales del municipio adaptándolas a las demandas de mejora que requiere la situación actual.
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Mejorar los servicios y mantener la calidad de vida que gozan sus habitantes. Ninguna propuesta de desarrollo futuro de este municipio puede comprometer la calidad de vida de sus habitantes. El próximo día 7 de junio se cumplen diez años de la masiva manifestación contra el proyecto del Gobierno de Canarias de instalar de una central térmica en el Valle de Agando. Ha sido la mayor movilización ciudadana de la historia de Gran Tarajal en defensa de un entorno limpio y saludable. Ese deseo no puede verse comprometido por la industrialización de Agando ni por la mala gestión de las infraestructuras portuarias como la de Gran Tarajal.
¿Para atrás como los cangrejos? Depende del modelo de municipio que elijamos para las próximas décadas. O mejoramos el modelo que ya tenemos o se desprotege la costa y se establece un modelo industrial en Agando del cual no habrá posibilidad de volver atrás. Estamos ante una encrucijada histórica que va a quedar reflejada en el futuro PIOF.
En este momento los vecinos debemos tomar la iniciativa y manifestar en qué municipio queremos vivir. Si no lo hacemos, otros lo harán por nosotros y ya hemos visto que las decisiones de nuestros gobernantes no siempre son acertadas.
Comentarios
1 Stella Vie, 08/06/2018 - 10:28
2 Luz Lun, 11/06/2018 - 01:36
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