La situación del puerto de Gran Tarajal tras los vertidos se rebaja de emergencia a alerta
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha anunciado este miércoles por la tarde en Gran Tarajal que se ha decidido actualizar la situación de emergencia a nivel de alerta en el puerto, que sufrió el hundimiento de gabarras y el vertido de combustible y aceite.
Asimismo, el presidente del Ejecutivo canario ha dado un plazo de sesenta días para que se complete la retirada de las seis embarcaciones que quedan hundidas en el puerto de Gran Tarajal.
Clavijo indicó que una vez concluya el plan para eliminar los “restos” de gasoil e hidrocarburos mediante microorganismos que los devoran, se pondrá en marcha un programa de vigilancia medioambiental en Gran Tarajal que durará un año, “para vigilar posibles afecciones en el hábitat”.
El programa de vigilancia medioambiental en Gran Tarajal estará activo durante un año para vigilar posibles afecciones en el hábitat
Por otra parte, después de estos sesenta días, “se acometerán las medidas necesarias para la dinamización económica de Gran Tarajal, y más específicamente de su puerto, y se efectuarán todas las acciones previstas en base al decreto de ayudas aprobado recientemente por el Consejo de Gobierno, un punto de inflexión para la recuperación del entorno”, afirmó el presidente.
Los responsables de las distintas administraciones, junto a los técnicos en materia medio ambiental, portuarios y de seguridad, acordaron la bajada de nivel de emergencia a alerta en base a la situación actual del puerto de Gran Tarajal, tras superarse “la primera etapa de contención para evitar una catástrofe natural”.
Cronología del desastre
En el puerto de Gran Tarajal se encontraba atracada una flota compuesta por tres remolcadores y seis pontonas cargadas con maquinaria, combustibles y materiales de construcción. A primera hora del 28 de febrero, con todo el Archipiélago en situación de alerta por fenómenos costeros se tiene conocimiento del hundimiento de una gabarra debido a la acción de mar.
A las 11.00 horas de ese día, el Gobierno de Canarias activó el Plan Específico de Contingencias por Contaminación Marina Accidental (PECMAR) en nivel dos y convocó al comité asesor que, ese mismo día, mantuvo dos reuniones para establecer las primeras medidas a tomar. Las embarcaciones tenían en su interior147 toneladas de gasoil, que en su mayoría estaba en tres gabarras.
Las malas condiciones del mar impiden que el personal de Puertos Canarios reforzara las amarras del resto de embarcaciones y el 1 de marzo, salvo una pontona, todos los demás barcos embarrancaron, vararon, se hundieron o presentaban vías de agua.
A la vez que se producían los daños se detectó una “importante contaminación de manchas oleosas y basura de los barcos que, debido al fuerte oleaje y el viento, queda confinada dentro del puerto, detectándose manchas muy ligeras y pequeñas en mar abierto”.
Aunque los trabajos de contención y descontaminación se mantendrán hasta la finalización de los trabajos, entre los días 2 y 6 de marzo se concentraron las acciones más importantes de eliminación de contaminantes.
Se colocaron 600 metros de barreras flotantes de contención y a través de mantas abosorbentes y métodos de succión de extraen del agua 40 toneladas de hidrocarburos y una cantidad similar de la única pontona que se mantiene a flote.
El 3 de marzo se incorporaba la Armada con un buque con material de contención y descontaminación y una unidad de buzos que han realizado el sellado de fugas, la colocación de una campana sobre una de las pontonas y el mapeo del fondo del puerto con la situación exacta de las barcazas y maquinaria hundidas.
Retirada de los barcos
Puertos Canarios ha realizado dos contrataciones de emergencia. Una para la extracción de combustible, con un plan de trabajo de 20 días que se inicia con la llegada de un barco especial para esta misión el pasado 9 de marzo, y otra para el reflotamiento o corte de pecios y extracción del puerto, que incluye, además de todas las maquinarias, bidones y restos, su limpieza y su transporte hasta la zona habilitada en el Complejo Ambiental de Zurita.
Este trabajo se adjudicó el pasado 9 de marzo para ejecutarse en un plazo de 60 días y ya se han extraído varios camiones, retroexcadoras, contenedores y se ha empezado a cortar y desmontar una de las pontonas.
El 11 de marzo de inició el “plan de biorremediación” con la dispersión de microorganismos inocuos que se alimentan de hidrocarburos. Se han repartido 5.000 litros de inóculo por la rampa y las paredes verticales del muelle y, con la ayuda de una embarcación, por la zona exterior y la escollera. “La mejoría en la limpieza del agua se hizo evidente en las primeras 12 horas”, asegura el Gobierno.
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