Crece la vulnerabilidad social en Fuerteventura
Las asociaciones asistenciales de Fuerteventura coinciden en señalar que frente a la aparente mejora de la situación de emergencia social surgida al amparo de la crisis económica, la “vulnerabilidad sigue existiendo”. Así lo enfatiza la responsable de programas sociales de Cruz Roja en Fuerteventura, Tere López. “Ha aumentado la oferta de trabajo, pero el empleo que se ofrece no llega a cubrir las necesidades básicas de las familias en materia de alquiler, pago de recibos o alimentación y siguen necesitando una ayuda externa”. La precariedad laboral a la que se enfrentan las familias y la ausencia de viviendas residenciales al alcance de la población con menos ingresos son las principales lacras sociales en la Isla.
Desde la calle Juan de Austria de Puerto del Rosario, la asociación Refugio Majorero alimenta a 120 familias mensualmente en colaboración con el Banco de Alimentos. A diario entrega alimentos perecederos, gracias a las donaciones de particulares y supermercados, a estas familias que se enfrentan a trabajos con horarios reducidos que no les permiten llenar la despensa ni costear los altos precios de las viviendas de alquiler. “La situación no ha mejorado porque las condiciones laborales de inestabilidad a las que se ven sometidas estas familias les han obligado a volver a acudir a la asociación”, comenta Ana Ruth, la encargada de esta organización que cada mañana, junto a un grupo de voluntarios de los setenta con los que cuenta, organiza la entrega de alimentos perecederos a una docena de familias. Con motivo de las fiestas navideñas han hecho entrega además de juguetes donados también por particulares.
Otra de sus acciones es el reparto del ropero municipal, en coordinación con el Ayuntamiento de Puerto del Rosario, que ha permitido dar abrigo este invierno a los colectivos más vulnerables. Ana Ruth comenta que además trabajan en un proyecto junto a Instituciones Penitenciarias gracias al que, en la actualidad, siete personas reemplazan sus penas de cárcel por trabajos sociales para la comunidad. La memoria de esta asociación señala que anualmente entrega unos 90.000 kilos de alimentos valorados en cerca de 173.000 euros y ofrece ayuda asistencial a cerca de 5.000 personas. El único requisito es la presentación de una documentación que permita controlar las necesidades de reales de cada una de las familias atendidas.
También en Puerto del Rosario, el amplio dispositivo de Misión Cristiana Moderna permite aumentar la labor social para las personas en exclusión con la oferta de camas y comedor social, en el que ofrece las tres comidas diarias. Atienden a 30 personas que acuden a desayunar, almorzar y cenar a las instalaciones de la organización en la zona industrial de Risco Prieto. Desde allí se desplaza por el resto de la Isla su guagua aseo que asiste a los indigentes de la Isla que siguen en la calle. Comenta Yaiza, miembro de esta asociación, que tanto en Corralejo como en Morro Jable existe un grupo de personas que “prefieren seguir así”. En cambio, para los que optan por cobijarse disponen de un albergue para hombres con 12 plazas y otro de mujeres.
La precariedad laboral da paso a una nueva emergencia social que en la Isla atienden organizaciones como Cruz Roja, Cáritas, Refugio Majorero o Misión Cristiana Moderna
Con una visita a la sede de esta organización dotada de una amplia despensa, comedor, ropero social, albergue, aseos y duchas, entre otros espacios de gran extensión, se comprueba que Misión Cristiana Moderna es la que dispone de mayor cobertura para las personas en situación desfavorecida de la Isla, pero también la que cuenta con un mayor grupo de voluntarios. Hasta 200 personas colaboran con la organización.
Además, ofrecen techo y comida a 35 hombres en su casa de acogida, aunque hay sitio para 41, a cambio de trabajos para esta comunidad. “Las personas que entran tienen que entender que hay un compromiso con la iglesia”, explica Yaiza. Allí se organizaron las cenas de Nochebuena y Nochevieja para más de 90 personas, dado que los habitantes de la casa, bajo la supervisión de su encargado, Pepe, son los responsables de realizar no sólo estas comidas especiales, sino las que se reparten diariamente en el comedor social. Mantener esta casa de acogida le cuesta a Misión Cristiana Moderna 3.000 euros al mes, aunque afortunadamente cuenta con subvenciones institucionales.
Ayudas económicas
Cruz Roja en Fuerteventura atiende diversas necesidades de las familias y personas en riesgo de exclusión social con acciones coordinadas con los distintos servicios sociales municipales de la Isla. Así, conceden ayudas para el pago de alquiler y de recibos de luz y agua, así como la entrega de kits de higiene para familias en una extrema vulnerabilidad que ha alcanzado este año a 221 familias. También han atendido en materia de alimentación mediante donaciones externas a otras 181 familias.
Asimismo, ofrecen ayudas escolares para material y coste de uniformes y calzado que han alcanzado este curso escolar a 79 familias. También disponen de vales para alimentos por importe de 75 euros que los beneficiarios pueden canjear en los supermercados que tengan convenio con el Ayuntamiento de Puerto del Rosario.
Recientemente, han realizado además la campaña especial de recogida de alimentos junto a una emisora local, así como de otros artículos para el cuidado de los bebés, como pañales, “productos costosos que las familias tienen dificultad para conseguir”, explica Tere López. La trabajadora social de la organización se desplaza además a las sedes de Corralejo y Gran Tarajal para atender a la población del norte y sur de la Isla, así como a los colectivos de extranjeros asentados en Fuerteventura, intervenciones que alcanzan a unas 600 personas al año.
Desde Cáritas, el párroco de Corralejo, Daniel Díaz, explica que las acogidas parroquiales de la Isla atienden la realidad de las personas sin hogar, algunas prestan servicios de ducha y asesoramiento a esta población, mientras llevan a cabo un análisis de la realidad del colectivo de indigentes. Al respecto, señala que “la realidad ha cambiado en estos últimos diez años, pero se sigue haciendo política de hace cuarenta años y hace falta un poco de voluntad para legislar este cambio y atender los problemas reales de la sociedad de Fuerteventura”, como por ejemplo el grave problema de la vivienda residencial, donde debería haber una mayor intervención institucional en materia de salud para atender a esta población en exclusión.
Según Daniel Díaz, un único albergue público no daría solución a las necesidades del colectivo indigente, porque las instituciones deben dar respuesta a toda la población de la Isla, caracterizada por estar diseminada en distintas zonas, alejadas unas de otras. El párroco coincide con el resto de asociaciones en que la precariedad laboral ha originado una nueva realidad para una población que demanda no sólo alimento, sino también un alquiler.
La última encuesta de ingresos y condiciones de vida de los hogares canarios arrojó resultados preocupantes en Fuerteventura. Los datos están pendientes de actualizar, pero el último sondeo estimó que más de dos de cada diez hogares estaban bajo el que se considera umbral de la pobreza: 456 euros de ingresos al mes. En concreto, unos 6.070 hogares sobrevivían con una cantidad entre 228 y 456 euros al mes, mientras que otros 3.434 tenían ingresos inferiores a los 228 euros, lo que se define como pobreza severa.
Comentarios
1 Osio Lun, 22/01/2018 - 12:53
Añadir nuevo comentario