Las dos islas orientales y el Norte de Tenerife tienen el aire más contaminado del Archipiélago y respiran “un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS”, según revela el informe de Ecologistas en acción 'La contaminación por ozono en el El Estado español 2016'. En Canarias se han recopilado los datos de 44 estaciones de control de la contaminación atmosférica, publicados en las páginas web de calidad del aire de las distintas administraciones.

En el informe se señala que “debido a las características climáticas de las Islas Canarias (buena dispersión de la contaminación por la circulación de los vientos alisios) la acumulación de ozono es baja”, pero destaca que el ozono troposférico ha alcanzado sus peores registros en las islas de Fuerteventura y Lanzarote, donde algunas estaciones han registrado superaciones significativas del valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que es de 120 microgramos por metro cúbico octohorario, que no debe superarse más de 25 días por año.

Tres estaciones de Puerto del Rosario (Centro de Arte, El Charco y Parque de la Piedra) y la de Costa Teguise sobrepasan esa recomendación de la OMS. En Lanzarote se midieron otras dos estaciones más que no superan ese límite: en la Ciudad Deportiva y en Endesa. Canarias presenta varios puntos de contaminación importantes, como las centrales termoeléctricas, la refinería de Santa Cruz de Tenerife, el tráfico marítimo en los principales puertos y el tráfico rodado.

Un informe de Ecologistas en Acción revela la contaminación por ozono 'malo' causada por el tráfico rodado y la emisión de las centrales eléctricas

El ozono troposférico u ozono malo se forma en verano cerca de la superficie terrestre por efecto combinado de la radiación solar y varios tipos de emisiones, principalmente por el tráfico, las centrales eléctricas y determinadas actividades industriales. El ozono se acumula a una cierta distancia de las fuentes de sus precursores, “por lo que paradójicamente afecta mucho más a las zonas rurales y periurbanas que a las ciudades”. La exposición a altos niveles de ozono provoca importantes problemas a la vegetación o bien disminuye el rendimiento de los cultivos, y tiene efectos adversos en la función respiratoria, causando la inflamación pulmonar, insuficiencia respiratoria, asma y otras enfermedades broncopulmonares.

Según concluye el estudio, “resulta elemental que el Gobierno de Canarias se esfuerce por mejorar la medición y la información de la calidad del aire”. Las principales vías de actuación para reducir la contaminación por ozono –destaca Ecologistas en Acción- pasan por reducir el tráfico motorizado en las ciudades, disminuyendo la necesidad de movilidad con un urbanismo de proximidad y potenciando el transporte público (en especial eléctrico) y los medios no motorizados como la bicicleta o el tránsito peatonal.