0 COMENTARIOS 19/05/2025 - 08:24

En la frase “vivimos del turismo”, el turismo no es más que un complemento circunstancial. Lo importante de la frase es el sujeto, que por cierto está omitido. No estaría mal averiguar quiénes somos el nosotros del sujeto, porque la frase debería tener la extensión “y ellos también”.

Así es más completa, más cercana a la realidad. Y cada uno, sin mayor problema, puede defender sus intereses. Nosotros nuestros intereses y ellos los suyos. Todos viviendo del turismo, por el turismo, o gracias al turismo, o a pesar de, o el turismo de nosotros.

Hay quien parece nosotros pero tiene vocación de ellos. Los hay que ansían el poder, o lo alcanzan,  pero no pueden o no quieren desprenderse de su alma de esbirros y los hay que nacieron para esclavos: en lugar de evitar el cemento, limpian los muros.

No se ha llegado a esta situación por casualidad. Precisamente, en la confusión del sujeto está el problema. El nosotros no es solo tu familia, tu pueblo, tu partido, tu asociación… Ese nosotros debe abarcar a todos.  

No se trata de cambiar el modelo turístico, ni de cobrar más, ni de seguir aspirando a ser un paraíso fiscal. Un sujeto en forma activa puede pasar a ser objeto directo si se cambia a forma pasiva. Pues se trata, en un giro inesperado de la sintaxis, de transformar de forma activa el sujeto, nosotros, en el objeto. No, mejor en el objetivo. 

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