Una vez más en la zona de Ajuy una nueva desgracia, sin responsables (sálvenos Dios). En lo que va de año se han producido diversos accidentes en el paraje natural de las cuevas de Ajuy sin que por parte de las autoridades se aporte la seguridad necesaria para que este lugar ser visitado con la seguridad que requiere la gran cantidad de personas que lo hace a diario, con la más mínima garantía para los excursionistas y los lugareños, estos últimos a riesgo de recibir una piedra por los inconscientes que desde que asoman el acantilado se divierten arrojándolas al mar, o los que estén en la costa. Un lugar de alto riesgo, en un entorno único donde se compagina la hermosura con la alta peligrosidad, tanto en el entorno terrestre y de acceso a las cuevas como en la orilla del mar, con fuerte oleaje y diversas corrientes marinas que arrastran hasta por un experto, ¿que no va a ocasionar cuando a personas desconocedoras del medio se aproximan o caen al mar. No dejemos de lado la responsabilidad que debe existir para administrar este paraje y que la asuma la administración de la que depende como los majoreros asumimos nuestras responsabilidades diariamente en nuestras obligaciones.