El Ayuntamiento de Puerto del Rosario ha sacado a licitación el proyecto para transformar la calle Primero de Mayo, en un tramo de unos 500 metros, en el entorno del centro de salud, en el que se eliminarán los aparcamientos y se limitará la circulación de los vehículos en una sola dirección sobre un carril adoquinado.

El Consistorio capitalino tiene previsto invertir tres millones en el proyecto, que sale a licitación este martes y que mantendrá abierto el plazo hasta el próximo 11 de agosto. El plazo de ejecución de la obra será de 10 meses a partir del día siguiente al de la firma del acta de replanteo.

El objetivo del proyecto es reducir el espacio dedicado a la circulación de vehículos (actualmente dos carriles) a un solo carril adoquinado, con dirección de salida desde la rotonda a León y Castillo y eliminar las plazas de aparcamiento en beneficio de los usuarios peatonales, "que se verán beneficiados por el aumento de la superficie destinada a ellos y la reducción de la velocidad de los vehículos".

De los 15,5 metros de ancho, la franja de usos quedará de la siguiente manera: para el tráfico rodado, en un tramo de “coexistencia” con otros usuarios de la vía, el espacio se limita a 3,5 metros. En cuanto al espacio para los peatones, el proyecto define dos franjas: una de 2,4 metros y otra más amplia de 3,5 metros.

También se destinarán 5,5 metros del espacio a la actividad comercial o terrazas para restauración. En este sentido, se designará una franja para la instalación de pérgolas de sombra y protección siguiendo siempre la ordenanza municipal reguladora de la instalación de terrazas de hostelería.

Así mismo se redefine el ancho de las aceras, se eleva la calzada para que quede a la misma cota consiguiendo una plataforma única que mejore la accesibilidad y el discurrir de los peatones por todo el ámbito de actuación sin encontrar barreras urbanísticas que lo entorpezcan.

Colores para diferenciar usos

También se realizará una mejora de pavimentos y tratamientos diferenciados por franjas en función de su uso. Con esto, se eliminará el asfalto en este tramo, dando lugar a un recorrido pavimentado de adoquines y losas de diferentes dimensiones que suponen 10.081 metros cuadrados y cuyo color variará según el uso designado sobre dicha franja.

Por otra parte, se han establecido recorridos adaptados tanto a personas con movilidad reducida como a invidentes. Se colocará un nuevo sistema de mobiliario urbano "mucho más acorde a las necesidades de estancia de la zona y que da un carácter más institucional al ámbito de intervención". Además, se destinarán 30 metros cuadrados en un quiosco y varios aseos públicos.

"Se pretende dotar al espacio de un mayor dinamismo a través de una imagen renovada. Otro aspecto fundamental del proyecto será la manera en la que los ciudadanos van a poder disfrutar de este espacio en el que habrá nuevos establecimientos comerciales y de restauración, que animarán a recorrerlo y disfrutarlo", explica el alcalde capitalino, Juan Jiménez.