La nacionalista Lola García se ha convertido este lunes por segunda vez en presidenta del Cabildo de Fuerteventura, con el apoyo de un acuerdo entre CC y el PSOE que busca devolver la estabilidad a la corporación insular tras una legislatura con una moción de censura, tres presidentes y un gobierno conformado por solo dos personas desde diciembre de 2022.

Lola García se convirtió hace cuatro años en la primera mujer en la historia en presidir el cabildo de Fuerteventura, aunque solo permaneció en el cargo 17 días, ya que una alianza firmada por el PSOE, Podemos y la entonces coalición NC-Asambleas Municipales de Fuerteventura la envió a la oposición y convirtió al socialista Blas Acosta en presidente.

Este lunes ha vuelto al cargo de presidenta con el apoyo de quien la relegó a la oposición, Blas Acosta, que será su vicepresidente.

El pleno del Cabildo de Fuerteventura queda constituido con los ocho consejeros de CC y los cinco del PSOE, en el grupo de gobierno, mientras que en la oposición estarán los cinco representantes del PP, los tres de Nueva Canarias y los dos AMF.

Veinte minutos después de iniciarse el pleno previsto para las 12.00 horas, García juraba el cargo como presidenta y cogía el bastón de mando del Cabildo majorero. A continuación, ha dado la palabra a los cabezas de lista de las distintas formaciones políticas que conforman el pleno como muestra del diálogo que, según ha dicho, quiere promover esta legislatura con sus socios de gobierno y los grupos de la oposición.

Los distintos grupos han felicitado a la presidenta electa y han tendido alianzas para trabajar conjuntamente durante los próximos cuatro años.

El vicepresidente del Cabildo, Blas Acosta, ha señalado que esta legislatura arranca “con un gobierno fuerte y capaz” para “dar estabilidad y consistencia” y ha asegurado que su formación política “sabe cumplir los pactos”.

La consejera del PP Jessica de León ha recordado que el nuevo grupo de gobierno tiene por delante solucionar el problema del agua, “tomar las riendas de la vivienda” y asegurar el transporte público, cuyo contrato finaliza el 31 de diciembre. Y ha puesto sobre la mesa la necesidad de impulsar entre todos un pacto insular donde prevalezca “el respeto, la transparencia y la honestidad”.

El presidente saliente, Sergio Lloret, de AMF, se ha mostrado partidario de ayudar al nuevo gobierno en el proceso de transición, mientras que Sonia Álamo, de NC, ha manifestado la intención de su formación política de “seguir trabajando por el futuro de la isla y ofrecer servicios a los ciudadanos”.

A continuación, Lola García ha comenzado el discurso recordando a los asistentes que el acuerdo alcanzado con los compañeros del PSOE cuenta con “un programa de trabajo pensado y ordenado para los próximos cuatro años”.

“Vamos a trabajar desde la estabilidad y el respeto institucional que merecen los vecinos y vecinas de Fuerteventura, una estabilidad que nos va a permitir trabajar durante los próximos cuatro años con seriedad, esfuerzo y responsabilidad”, ha asegurado.

García ha garantizado que el interés del nuevo grupo de gobierno es “es el interés por la isla y su gente” y “atender a las personas que lo necesitan”.

Entre las medidas y retos del nuevo grupo de gobierno está priorizar la atención sociosanitaria, la creación de residencias y centros de día en todos los municipios, “pues todo va a ser poco en recursos sociosanitarios”.

La nacionalista llega al cargo con el reto de sacar a Fuerteventura de la emergencia hídrica, una situación que está produciendo constantes averías en la red de abastecimiento y cortes de agua que se prolongan, en ocasiones, más allá de una semana.

Por ello, ha asegurado que se trabajará en “un gran pacto por el agua” para solventar la situación de desabastecimiento que Fuerteventura ha venido sufriendo a través de medidas como la renovación del sistema y aumentando la capacidad de almacenamiento, pero "planificando con eficiencia y respondiendo rápido a las averías”.

El apoyo al sector primario, avanzar en la ordenación del territorio para “tener vivienda, infraestructura y un modelo de isla que haga compatible el desarrollo de las generaciones futuras con el uso y disfrute de nuestros valores”, son algunos de los objetivos de la nueva presidenta, que ganó las pasadas elecciones con 10.680 votos.

Potenciar la industria turística y crear recursos educativos que estén también más cercanos a la necesidad de las familias han sido otros de los retos que ha planteado Lola García, que durante años ha trabajado como docente en centros de la isla.

En definitiva, ha concluido, el objetivo es “planificar y trabajar con visión de futuro para Fuerteventura y los ciudadanos”.