A sus 18 años, este futuro doctor en Medicina, “aún no sé si oncólogo o quizá cirujano”, dice, lleva apenas unos meses en primero de carrera en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Acaba de abandonar su isla natal y separarse de su círculo, pero dice estar “muy centrado en los estudios”, siguiendo su propio método de organización.

Alfonso Naranjo obtuvo 13,25 sobre 14 puntos en la prueba de EBAU y su nota media con el Bachillerato cursado en el IES San Diego de Alcaláde Puerto del Rosario fue de 12,6, una proeza que le valió representar a Las Palmas en la recepción que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofreció a los mejores alumnos de cada provincia española, el pasado 5 de diciembre, en el marco de los actos del 40 Aniversario de la proclamación de la Constitución Española.

Fue su tutor en segundo de Bachillerato y actual director insular de la Administración General del Estado, Domingo Fuentes, quien lo animó a presentarse. “Inspección solicitó alumnos de este perfil, entre los que se encontraba Alfonso, que tiene un expediente brillantísimo. Salió elegido por sorteo, ya que solo podía acudir un joven por provincia, siguiendo también los criterios de paridad. De esta manera, en Tenerife se escogió a una representante”, explica Fuentes.

“Me gustó el contenido del discurso del presidente del Gobierno. Comparó la situación anterior a la Carta Magna con la actual y comprendí que ha habido una evolución muy positiva. Me di cuenta de la suerte que tenemos ahora, con oportunidades de estudio y desarrollo personal”, dice Alfonso.

Sánchez mencionó los retos generacionales, como el cambio climático, la gestión de la revolución digital, y, “por supuesto, la eterna lucha por la igualdad” y aludió directamente al poder de los jóvenes para cambiar las cosas. “El futuro no está escrito, lo vais a escribir vosotros, dando una lección a todos aquellos agoreros que consideran que vuestra generación va a vivir peor que la de vuestros padres y vuestras madres”, sentenció.

El presidente entregó personalmente a cada representante provincial un ejemplar de la Constitución. “Nos anunciaron por comunidades autónomas y, cuando llegó mi turno, me preguntó por mi isla de origen”. En la dedicatoria puso: “La luz de Fuerteventura debe iluminar el progreso de España”.

Para Alfonso, esta experiencia al comienzo de su vida adulta puede suponer una auténtica lección, si bien el portuense hace gala de una inusual madurez. No solo no es asiduo a las redes sociales, sino que está preocupado por su excesiva penetración en la gente de su edad. “Están bien para mantener el contacto con amigos en la distancia, pero conozco a algunos realmente enganchados”, asegura.

Él prefiere invertir su tiempo en el deporte, aunque desde que ha comenzado los estudios universitarios no le queda mucho tiempo y, de hecho, tuvo que abandonar el equipo de fútbol en el que se integró en Gran Canaria por incompatibilidad con la vida académica. En Fuerteventura sí llegó a jugar, durante el primer curso de Bachillerato, aunque después se dedicó íntegramente a estudiar para elevar la nota. Ahora se conforma con seguir la liga y a su equipo, la UD Las Palmas.

Dice haberse adaptado bien a la independencia, aunque echa de menos “a la familia, a mis amigos y a mi novia”. Guarda un grato recuerdo del IES San Diego de Alcalá y asegura “haber cogido cariño” a muchos compañeros y profesores.

No solo no es asiduo a las redes sociales, sino que está preocupado por su excesiva penetración en la gente de su edad. “Están bien para mantener el contacto con amigos en la distancia, pero conozco a algunos enganchados”

Domingo Fuentes lo define como “una bellísima persona”, capaz de intermediar en los problemas del día a día “en un grupo de 30 alumnos, que al final no son todos amigos entre ellos”. El docente, que creó un grupo de WhatsApp para tratar temas de clase, advirtió el tacto de Alfonso cuando se producía algún roce entre sus compañeros. “Es una persona muy tímida, pero intervenía en las confrontaciones, siempre apaciguando los ánimos”.

El tutor recuerda a un alumno “interesado por todas las disciplinas, aunque lógicamente eligiera las optativas que más se adecuaban a su futura carrera” y “muy colaborador con los profesores, que no pelota porque, evidentemente con un expediente de matrícula de honor no le hacía falta”.

Alfonso encarna el futuro próximo y por ello el propio Pedro Sánchez pidió su ayuda a los representantes de la generación nacida en el año 2000. “Necesitamos vuestro empuje. Necesitamos vuestra energía para reimpulsar, para revigorizar aquel gran sueño colectivo que fue la Constitución Española y, entre todos y todas supimos hacer realidad”.