La Asociación de Empresarios de Fuerteventura, Excelfuert ha hecho público un documento en el que se propone a las instituciones un total de catorce medidas con las que se pretende amortiguar la caída de turismo que sufre la Isla, especialmente tras la marcha del turopeador Thomas Cook, que sumaba unos 180.000 turistas al año.

Excelfuert pide, en este sentido, “que el gobierno lidere y apoye proyectos de creación de infraestructuras de ocio y recreación, que son medidas fundamentales para atacar estructuralmente el problema turístico desde la raíz, fomentando la diversificación de la oferta, como es el caso del Proyecto Monumental Montaña de Tindaya, del artista Eduardo Chillida”, se lee en el documento.

A esta petición se suma también “el acondicionamiento de las Cuevas de Ajuy, potenciar la Red de Museos de la Isla, la construcción del mirador Pepe Dámaso en el municipio de Pájara o el Centro de Interpretación la Atalayita, entre otros”.

Luis Cardona Gómez, presidente de la patronal, indica que la marcha del turoperador británico es una situación coyuntural que necesita  medidas inmediatas y que den resultado en el corto plazo, “pero no podemos dejar de atacar la situación estructural desde la raíz, con soluciones a mediano y largo plazo que garanticen la estabilidad y recuperación del turismo en general”, asegura, en alusión a la bajada generalizada de visitantes desde principios de año.

Entre las medidas propuestas, se cita, “el establecimiento de una línea de crédito de interés cero en varias entidades financieras para ayudar a los hoteleros en la temporada de invierno con la deuda generada por los impagos del Turoperador Thomas Cook, la eliminación o reducción de tasas  aéreas, en Canarias, así como de las tasas turísticas, reducción de la presión fiscal y del IBI en las

zonas turísticas; mantenimiento del empleo con campañas de bonificación en las cotizaciones a la seguridad social ; aplicación de la quinta libertad aérea, con escalas a América y África; mayor presupuesto para la promoción del destino, con una campaña “sin precedentes, con acciones de impacto visual y directa de más alcance que asistencia a ferias y exposiciones”; descuentos en tarifas para peninsulares; la creación de un órgano de reclamaciones de la deuda producida por la quiebra de Thomas Cook en los hoteleros ante el gobierno británico; campañas de co-marketing  con otros touroperadores; aumento de las frecuencias de guaguas desde el aeropuerto e inspección del alquiler turístico ilegal.