Los trabajadores del servicio de ambulancias de las Islas orientales (67 en Lanzarote y unos 70 en Fuerteventura) llevan semanas manifestándose los miércoles a las puertas de Urgencias de sus respectivos hospitales de referencia, en reivindicación del cumplimiento del convenio colectivo, que sí se cumple, según aseguran, en Gran Canaria y Tenerife.

“Mientras nuestros compañeros de otras islas están negociando la revisión del convenio de 2013, a nosotros todavía se nos aplica el laudo de 2003”, asegura el presidente del comité de empresa de Lanzarote, Andrés Montoya, que tilda la situación laboral de las plantillas orientales de “la peor” del servicio que tiene adjudicado la empresa Tasisa.

Entre otras denuncias, se citan las 48 horas de descanso tras 24 de guardia de urgencias, en lugar de las 72 establecidas “lo que supone asumir 240 horas al mes con 10 guardias o 264 con once guardias. Esto sobrepasa las 160 estipuladas”, explican los representantes de los trabajadores, del sindicato CC.OO. en ambas Islas.

Las diferencias en el salario con respecto a las islas capitalinas llegan a 200 euros al mes. A ello se suman las supuestas coacciones desde la empresa, que en Lanzarote “amenazó con echarnos si no firmábamos con sus condiciones”; y en Fuerteventura negoció individualmente con los 21 trabajadores que se negaron a firmar un aplazamiento de la congelación salarial (que implicaba renunciar a un 4 por ciento de subida en dos años más el 7 por ciento en el sueldo base). De ellos, solo cinco persistieron en su negativa, sufriendo aperturas de expediente de despido e incluso acoso en el ámbito laboral, casos que se han llevado a los tribunales.

En Lanzarote, se han interpuesto 14 denuncias ante la Inspección de Trabajo “una por cada irregularidad apreciada”, aduce Montoya y también se ha acudido a la Dirección General de Empleo, a la que se arrancó un compromiso de vigilancia de las cuestiones de su competencia. Algo muy distinto de lo que ocurre en la Isla majorera, donde la plantilla del servicio de ambulancias sospecha de mala praxis, tras anunciar la empresa una auditoría al día siguiente de que se denunciara la situación por parte de la plantilla ante Inspección de Trabajo.

Otra de las reivindicaciones de los servicios de ambas Islas es la mejora de la flota de ambulancias, algunas con diez años de vida “y en su mayoría rozando los 600.000 kilómetros”, aducen desde Fuerteventura. En Lanzarote todos los vehículos sobrepasan los 300.000 kilómetros. Los incidentes “se cuentan por cientos”, dicen los representantes de los conductores y técnicos.

“Hemos llegado a quedarnos tirados en la carretera de Corralejo a Puerto del Rosario, a siete kilómetros del hospital, con una mujer que iba a dar a luz y tener que avisar a otra ambulancia del servicio con base en la capital porque no se nos permite llamar al 112 para informar de estas contingencias, bajo pena de sanción”, indica un portavoz de los trabajadores. “Es incomprensible cómo pasan las revisiones con asientos destrozados e incluso puertas traseras con los enganches rotos, que suponen riesgos para la seguridad”, dice Montoya de la situación en la Isla conejera.

En Fuerteventura también se denuncia el “ahorro” que supone para la empresa concesionaria el presunto incumplimiento de las bases, que establecen que haya suministro propio de lencería, además de taller, reparación del material y equipos de esterilización. “Sin embargo, se suelen pedir sábanas, almohadas y mantas al hospital, argumentando que son para las ambulancias medicalizadas, cuando en realidad se destinan a las básicas”, se asegura desde el sindicato.

Además, debería contarse con laboratorio propio porque hay que esterilizar material, como tijeras, y sin embargo, todo se lleva del centro hospitalario. Asimismo, somos nosotros mismos quienes llevamos a cabo el mantenimiento y reparaciones de las ambulancias, en horario laboral”.

En Fuerteventura existen seis ambulancias de soporte vital básico (dos de ellas de 12 horas) y otras cinco ambulancias de traslados no urgentes, repartidas en las zonas de La Oliva, Puerto del Rosario (que comprende también Antigua y Betancuria), Tuineje-Gran Tarajal y Pájara. También hay una ambulancia medicalizada en Morro Jable y otra en el hospital Virgen de la Peña.

Por su parte, Lanzarote cuenta con dos medicalizadas (en Arrecife y Playa Blanca) y cuatro ambulancias de soporte vital básico de 24 horas y una de apoyo de 12 horas, repartidas entre Arrecife, Arrieta, Tías y Playa Blanca. Las Islas periféricas de la provincia de Tenerife también sufren sus propios problemas porque “no se cumple el convenio en su totalidad”, explica Andrés Montoya.