El Cabildo de Fuerteventura ha abierto el plazo de alegaciones, hasta el próximo 7 de enero, de la propuesta de aprobación del Plan de Ordenación y de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural de Jandía, como paso previo a la aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque (PRUG). El documento, conformado por diversos estudios previos, lo ha estado elaborando la empresa pública Gesplan durante el último año. Una de las novedades radica en la propuesta de declarar Cofete como Bien de Interés Cultural (BIC) para consolidar el núcleo.

El Parque Natural abarca una superficie que a su vez está incluida en la Red Natura 2000, declarada Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), pero quedó anulado por sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias precisamente por carecer de este plan que ordena los recursos naturales.

El planeamiento pretende solucionar, entre otras cuestiones, la inseguridad jurídica de la eficacia de la declaración del espacio como Parque Natural, la adecuación al nuevo marco vigente (la Ley del Suelo de Canarias), la preservación de los recursos naturales, así como la educación y la investigación científica, la articulación entre el medio urbano y el rural, “prestando especial interés a la contención de los crecimientos urbanos”, la calidad del medio y su paisaje y la regulación y ordenación del sistema urbano, del sistema rural, las infraestructuras de servicios y los usos del suelo.

Así, en el documento se apunta a “conjugar la preservación de la biodiversidad biológica y de los ecosistemas, con un desarrollo ambientalmente sostenible que permita el desarrollo socioeconómico de los usos y actividades que se desarrollan en el parque”.

El PORN trata de identificar las amenazas y explorar las oportunidades. El planeamiento identifica los problemas y cita una serie de posibles soluciones. Entre ellas estaría la de dotar al espacio de una infraestructura de transporte terrestre adecuada para soportar los nuevos tránsitos urbanos de los núcleos existentes, eliminando las pistas de tierra innecesarias, regular o actualizar la red de senderos, ordenar el crecimiento de los núcleos poblacionales, regular los distintos usos y estimular la baja actividad agrícola, así como dotar de infraestructuras de servicios como abastecimiento de aguas, desalación, saneamiento, suministro eléctrico o recogida de basuras.

También propone divulgar y concienciar a la población del valor natural del Parque, disponer de paradas de guagua con espacio reservado, regular plazas de aparcamiento para que los vehículos estacionen en lugares adaptados que no interfieran en la libre circulación ni invadan áreas no aptas y regular la ganadería extensiva arraigada con la tradición de las apañadas en las zonas montañosas.

En este sentido, se refiere a intentar ordenar dicha actividad y a la proliferación de chabolas, cuadras y rediles para el ganado, especialmente en el Barranco del Ciervo, Barranco de Vinamar, Cofete y el litoral de sotavento.

El 92,5% de la superficie es un espacio “relativamente frágil”

Se propone, igualmente, mejorar el embarcadero del Puertito de la Cruz para actividades recreativas y de ocio vinculadas con el litoral, implantar lugares de esparcimiento en espacios adaptados en otras zonas con gran afluencia de visitantes “que permitan el disfrute de la naturaleza y el ocio en el Parque”, así como regular el uso audiovisual como actividad en auge y adecuar las instalaciones de windsurf y otros deportes acuáticos a la afluencia de usuarios.

Por último, plantea la regulación del uso de acampada ya que los emplazamientos permanentes de caravanas -en agosto ardió medio centenar de ellas en el Puertito de la Cruz- “conllevan situaciones sin solución de infraviviendas, realizando ampliaciones y acabados que no buscan la armonía con el entorno natural en que se insertan”, un fenómeno que, de “no ser regulado”, perjudica “seriamente la imagen paisajística de las costas de Jandía”.

El documento concluye que si continúan los procesos negativos actuales, el futuro escenario tenderá a aumentar e incluso consolidar problemas como el del consumo de agua y electricidad, la ampliación de las zonas de edificaciones no autorizadas, una mayor presión sobre el litoral, más residuos, más presión turística y una pérdida irreparable de patrimonio cultural. El 92,5 por ciento de la superficie del Parque Natural constituye un espacio “relativamente frágil”.

Cofete

La población real del Parque Natural de Jandía es de unas 179 personas, 131 en el Puertito de la Cruz y 48 en Cofete, aunque solo están empadronadas una de cada diez personas residentes. El único núcleo reconocido es el del Puertito, pero está aumentando la población diseminada. Dentro de las propuestas o proyectos a incluir en el futuro PRUG está la de la rehabilitación del Caserío de Cofete, promovida por el Ayuntamiento en 2007 con un estudio realizado por los arquitectos Manuel Bore Delgado y Benito García Maciá.

El objetivo es su declaración como Bien de Interés Cultural en la categoría de núcleo histórico o conjunto etnográfico, aprovechando las excepcionalidades que permite la Ley del Suelo, y después hacer una modificación puntual del Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura (PIOF) y del Plan General de Pájara, entre otros instrumentos de ordenación.

La propuesta incluye redactar un Plan Especial para este núcleo. El proyecto prevé derribar todos los añadidos construidos desde el último tercio del siglo XX, atribuirles un nuevo uso a las edificaciones y reconstruir a partir de las huellas históricas, pero “observando las necesidades de sus habitantes”. Se propone dejar las casas con un único espacio de 25 metros, para lo cual habrá que ampliar la mayoría de ellas.

Cofete creció sin espacios públicos, porque todo el suelo era privado, y se propone ahora dotarlo de estos equipamientos. La casona pasará a ser un edificio público mediante una expropiación que podría servir, o bien como punto de interpretación del Parque Natural, o como tienda o como bar restaurante. Para el camino de acceso, el objetivo es no convertirlo en una carretera y que siga siendo un camino rural de tierra con un ancho de 6,15 metros.

El cementerio de Cofete se encuentra en un estado de abandono, casi cubierto por el jable y “las tumbas mortuorias están ruinosas y casi enterradas en la misma arena”. Por ello, “se deben plantear medidas para su restauración y conservación”.

Los vecinos hicieron una propuesta, que se incluye en la documentación, y encargaron un dictamen al catedrático Francisco Villar Rojas, sobre la situación jurídica, que concluye que se trata de un asentamiento rural preexistente a la declaración del Parque Natural, sin ordenación.