El nuevo Plan de Residuos reserva suelo para ejecutar un complejo ambiental en el sur de Fuerteventura, que complemente el actual de Zurita, en Puerto del Rosario, por el que pasan las más de 100.000 toneladas de basura doméstica que se genera cada año. En el documento se barajan tres alternativas de ubicación para ese centro de residuos, además de la propia ampliación de Zurita.

Según las estadísticas, dejando a un lado el periodo de la pandemia de Covid, cada habitante de la Isla, teniendo en cuenta tanto a los residentes como a la población flotante de turistas, que se estima en más de 46.000 personas en todo momento, genera una media de 663 kilos de basura al año, una cantidad “superior” a la media de la comunidad autónoma.

La alternativa cero, es decir, dejar el sistema de gestión y tratamiento de residuos tal cual está en la actualidad, con el complejo ambiental de Zurita, tres plantas de transferencia (en Lajares, Tuineje y Mal Nombre) y cuatro puntos limpios, se rechaza en el nuevo Plan, que se encuentra en información pública. “Este modelo ya ha mostrado actualmente sus limitaciones para el cumplimiento de los objetivos recogidos tanto en la normativa europea como nacional”, se indica en el documento, en el que se advierte “del perjuicio que generaría” no implementar un nuevo complejo para la gestión de residuos en el sur de Fuerteventura.

De esta manera, en el Plan se incluye un anexo para determinar una reserva de suelo, con dos opciones: construir un nuevo complejo ambiental, como el de Zurita pero en el sur, o una instalación de tratamiento de residuos, pero sin vertedero. Para llegar a las tres opciones finales sobre el posible emplazamiento se descarta el territorio incluido en la Red Natura 2000 de la Unión Europea, los espacios naturales protegidos, las zonas de protección de aves, los acuíferos o las condiciones climáticas.

Una de las alternativas es una zona próxima a la costa conocida como Matas Blancas, que prácticamente linda con la FV-2, en el municipio de Pájara. El suelo es rústico común y de aptitud productiva, a tres kilómetros de Costa Calma y de La Lajita. Las ventajas, según el estudio, son el “bajo interés científico” de los materiales geológicos y la “ausencia” de flora y fauna protegida, además de la cercanía a la autovía. Sin embargo, entre los inconvenientes destaca que el tipo de suelo favorece las escorrentías y el “alto impacto paisajístico, debido a su orografía simple”.

Otra de las alternativas es una zona ubicada al sudoeste de las Montañitas de Miguel Ruiz, en las proximidades de la carretera FV-511, en el municipio de Tuineje, a cinco kilómetros de distancia de Tarajelejo, siete de Gran Tarajal y ocho de La Lajita. Entre las ventajas sobresale también que no hay especies de flora y fauna protegidas, además de la proximidad a una carretera y la “baja permeabilidad y porosidad” del suelo. En cambio, entre las objeciones se encuentra la existencia de edificaciones cercanas e incluso “dentro de la zona de estudio”. También “podría provocar problemas de olores a las viviendas” próximas.

En azul, la zona del complejo de residuos, en las cercanías de Tarajalejo.

“Mayores ventajas”

Finalmente, la opción por la que se inclina el Plan Director de Residuos es la desembocadura del Barranco de Tisajorey, dentro del municipio de Tuineje, pero a apenas dos kilómetros y medio de La Lajita (Pájara) y nueve de Costa Calma. Esta ubicación “ya fue propuesta desde el Ayuntamiento de Tuineje” en el avance del Plan General de Ordenación (PGO), que no ha salido adelante. Las ventajas de este emplazamiento son similares a las descritas para otras alternativas, como el escaso interés de los materiales geológicos de la zona o la ausencia de flora y fauna protegida. Las temperaturas suaves y las escasas precipitaciones, señala el Plan, facilitarían la operatividad del complejo, “eludiendo la dispersión de olores a núcleos de población cercanos, por la orografía” y porque los vientos, del norte y del noreste, así lo “favorecen”. La proximidad a la carretera FV-2 también facilitaría el transporte de los residuos.

Las opciones son Matas Blancas, las Montañitas de Miguel Ruiz y Tisajorey

En cuanto a los inconvenientes, el estudio destaca que la zona “presenta una orografía compleja”, lo que se traduciría en costes para el acondicionamiento del terreno. Y, sobre todo, sobresale que la ubicación es “muy cercana” a Tarajalejo, a “menos de 500 metros”, lo que provocaría “un posible impacto negativo asociado a contaminación atmosférica”, además del “impacto paisajístico debido a la alteración del terreno”. No obstante, en el Plan de Residuos de Fuerteventura se resalta que es la alternativa con “mayores ventajas” respecto a las demás opciones.

Para llevar a cabo el nuevo complejo ambiental del sur se considera necesaria una superficie de 440.000 metros cuadrados. El equipo redactor del Plan ha rastreado las fincas a ocupar en el Catastro. Si hubiese que expropiar todas, que suman 2,1 millones de metros cuadrados, habría que desembolsar al menos 1,4 millones de euros. En el caso de expropiar solo el suelo mínimo necesario, unos 318.000 metros cuadrados, la cantidad a desembolsar sería de 534.000 euros. Eso sí, no hay una estimación económica del coste del equipamiento a construir junto a Tarajalejo, ni tampoco se establece de forma concluyente si el complejo en el Barranco de Tisajorey conllevaría el vertido de residuos o solo su tratamiento.

De forma paralela, el Plan de Residuos detalla ocho intervenciones en el complejo ambiental de Zurita, que ampliaría sustancialmente su superficie. Se impermeabilizaría la cuarta celda de vertido, se habilitaría una celda para residuos inertes de 45.000 metros cuadrados, además de una planta para tratar los lixiviados (las sustancias líquidas de los residuos), o una planta de digestión para los restos orgánicos que llegan al vertedero, los lodos de las plantas depuradoras y los restos de matadero.