El cambio de color político en el Gobierno central no ha variado, por el momento, la situación del polémico campo de tiro de Pájara. El Ministerio de Defensa acaba de rechazar, de forma oficial, su cierre, insiste en que está declarado como Zona de Interés para la Defensa Nacional y recalca que el Estado Mayor del Ejército de Tierra “califica la propiedad como imprescindible”.

“En consecuencia”, subraya el Ministerio, “no está previsto ningún cambio en su situación administrativa”. Es más, añade que “son necesarias la construcción y habilitación” de nuevas instalaciones, como edificios y viales.

El Ministerio de Defensa da un portazo así a la reciente reivindicación del Parlamento de Canarias que, en su enésimo acuerdo, aprobó dirigirse al Gobierno central para crear un “grupo de trabajo” sobre el campo de maniobras y tiro de Pájara, que tiene una superficie de 42 kilómetros cuadrados, “para estudiar el cierre definitivo del mismo”.

En medio del fragor del debate parlamentario, el diputado Francisco Déniz, uno de los veteranos de Podemos en la Cámara autonómica, dice: “Ahora que gobernamos Podemos y PSOE, entendemos que tiene que haber una liberación de estos suelos para uso y disfrute de la mayoría de la población”.

Pero el discurso en Canarias no se corresponde con la acción en Madrid. El Ministerio de Defensa señala que su “actitud” es de “plena colaboración” y se muestra “abierto a participar” en reuniones, siempre y cuando los “intereses” que persigan sean compatibles “con las necesidades de la defensa nacional”. Eso sí, descarta la clausura del campo de tiro.

La iniciativa que se aprobó hace apenas cinco meses en la Cámara autonómica, desoída por el Gobierno central, no es nueva: en enero del año pasado salió adelante otra en la misma línea. El detonante del último acuerdo parlamentario –respaldado por todos los partidos menos PP y Ciudadanos- fue la construcción de una serie de edificaciones que simulan un polígono de combate en un área urbana y la habilitación de un espacio para el quemado de pólvoras.

El Parlamento aprobó dirigirse al Gobierno de España –a instancias de PSOE, Podemos, NC, ASG y CC- para “expresar su rechazo y oposición” a este tipo de obras. El Ejecutivo central replica en una respuesta oficial en el Senado que esas construcciones, que no fueron comunicadas a las autoridades locales, se encuentran “fuera de la única Zona de Especial Conservación” que existe en el campo de tiro, la de Cueva de Lobos, que forma parte de la Red Natura 2000 de la UE.

La zona protegida se extiende por el litoral, desde la playa de Terife en el sur, y abarca 7,6 kilómetros cuadrados en la línea de costa.

“Patrimonio geológico”

Precisamente, el Parlamento regional también acordó valorar nuevos instrumentos de protección medioambiental “que garanticen la preservación y conservación de los valores naturales de los terrenos que actualmente ocupan el campo de tiro”.

El Gobierno central insiste en que el recinto, que ocupa 42 kilómetros cuadrados, es “imprescindible”, pese a la reciente exigencia de la Cámara autonómica de dejarlo libre

De hecho, el Ministerio de Defensa reconoce que es “plenamente consciente de la importancia medioambiental de la zona”. En cambio, alega que el campo de tiro acoge ejercicios militares “desde hace más de 40 años” y que las “actividades” de las Fuerzas Armadas en Pájara son “muy anteriores a la declaración de Reserva de la Biosfera o de las figuras de protección europea de la Red Natura 2000”.

No obstante, el Ministerio admite los valores del espacio “desde el punto de vista geológico” y destaca que se ha propuesto su inclusión en un proyecto global, denominado Geosites, “para que sea considerado como Patrimonio Geológico Internacional”.

Sin embargo, pese a sus valores naturales, la superficie sigue siendo escenario de maniobras militares, con un significativo impacto ambiental. “El suelo está contaminado”, resalta Déniz. Por el contrario, el Ejército llega a decir que los campos de adiestramiento militar “constituyen un refugio para la flora y la fauna”.

Maniobras constantes

Ni siquiera la pandemia de coronavirus ha disminuido las maniobras militares en Pájara. En un listado del Ministerio de Defensa trasladado a la Cámara Alta se detallan 24 ejercicios de adiestramiento realizados durante 2019. En 2020, hasta junio se habían llevado a cabo cinco maniobras, incluyendo tiro desde helicóptero, y al finalizar el año está previsto que se hayan llevado a cabo 23 operaciones.

Uso civil

En el último acuerdo del Parlamento de Canarias también se exigió efectuar un “estudio de necesidades” de las instalaciones militares en Fuerteventura, “para iniciar el correspondiente proceso de reversión de aquellas de las que no se justifique su mantenimiento o ubicación actual”.

Uno de los objetivos es el cuartel de Puerto del Rosario, “el cuartel urbano más grande de toda Canarias, que tiene estrangulada a la ciudad”, señala Mario Cabrera (CC). En total, Defensa controla en la Isla más de 45 kilómetros cuadrados. Hay 39 municipios en Canarias, de los 88 de la comunidad autónoma, con menos superficie.