El Cabildo de Fuerteventura ha sacado a licitación por más de 650.000 euros los trabajos necesarios para apuntalar y consolidar la estructura la Casa del Inglés, un Bien de Interés Cultural (BIC) que forma parte del conjunto histórico de la localidad de La Oliva.

Patrimonio Cultural del Cabildo ha sacado a licitación las obras para la estabilización de cubierta y fachada, así como estudio del estado actual del edificio, ha informado este viernes la Institución insular en un comunicado.

“Este es un paso muy importante de cara a la rehabilitación integral y posterior puesta en uso de un inmueble que constituye uno de los elementos patrimoniales más importantes de Fuerteventura”, ha explicado la presidenta insular, Lola García.

Los trabajos han salido a licitación por más de 650.000 euros, con un plazo de ejecución de cinco meses, “con labores de estabilización para garantizar la seguridad y estabilidad del inmueble”, ha explicado el consejero del área, Rayco León.

Asimismo, se determinará el estado actual de la construcción y se analizarán muestras de los diferentes materiales que componen la edificación, también se contempla la ejecución de calicatas como parte de una campaña de reconocimiento del terreno para la extracción de muestras y la realización de un informe geotécnico con los resultados obtenidos.

Desde el Cabildo majorero han subrayado que se trata de trabajos que suponen un paso fundamental para la rehabilitación del inmueble.

La Casa del Inglés es una de las edificaciones más emblemáticas del conjunto histórico en La Oliva. Es un inmueble singular y sus valores arquitectónicos han servido para que sea declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) mediante procedimiento incoado por el Cabildo de Fuerteventura y resuelto en diciembre de 2005.

La vivienda, de planta cuadrangular y doble altura, se articula en torno a un gran patio y está realizada en buenos muros de mampostería, utilizando en las esquinas sillares de cantería.

La casa fue erigida por el señor Julián Leal Sicilia, cuya familia (procedente de La Palma) se dedicó a la agricultura y al comercio entre Canarias y América.

Posteriormente, la casa pasó a ser propiedad de John Parkinson, naturalista inglés dedicado al estudio de la flora y fauna que pasaba largas temporadas en Fuerteventura. Es la presencia de este señor en Fuerteventura la que ha quedado en el recuerdo y aún hoy se conoce la vivienda como Casa del Inglés.