El profesorado de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) vive un momento complicado en Fuerteventura ante el volumen del alumnado y la falta de institutos, de personal subalterno y de servicios. Aunque no existen estudios detallados sobre las necesidades de la ESO en Fuerteventura, la valoración de directores, profesores y Ampas revela la masificación del alumnado, la falta de aulas y la carga de trabajo que afrontan los docentes. En Corralejo y en Morro Jable resulta complicado hacer una planificación del curso por la cantidad de población flotante.

La portavoz de la Plataforma de Directores de Secundaria de Fuerteventura y directora del IES Corralejo, Alicia Maestegui, describe con detalle la realidad de la Enseñanza Secundaria en Fuerteventura: “Directoras y directores, jefes de estudio y, en general, todos los equipos directivos asumen cada curso más labor burocrática y administrativa por la nueva legislación y normativas educativas de los centros, lo que limita nuestro tiempo para preparar las clases como docentes, que es nuestra función”.

Además, los directores de Fuerteventura consideran que es fundamental reforzar la plantilla del personal subalterno y de servicios porque los institutos funcionan mejor si hay dos conserjes en la entrada, más personal de limpieza, mantenimiento o administración en secretaría, ante el incremento constante de alumnado.

El reparto de tareas es esencial, porque se supervisan las actividades extraescolares, las excursiones, el absentismo escolar, los problemas de convivencia, el uso del móvil y redes sociales, el respeto escolar o la comunicación con los padres, junto a programas de refuerzo idiomático, educación emocional y acciones para evitar el fracaso escolar.

“En nuestro centro, todo el equipo directivo está implicado conmigo como directora, porque no puede recaer toda la responsabilidad en una persona, pero necesitamos menos carga burocrática para desempeñar nuestra labor como docentes”, manifiesta Alicia Maestegui.

“Hemos solicitado con urgencia que construyan tres aulas nuevas para poder funcionar”

Un tercio de su horario laboral se dedica a dar clases, pero el resto es para labores directivas, y los responsables de estas funciones pueden entrar a las siete de la mañana y salir a las cuatro de la tarde, y el complemento salarial no compensa. Es un cargo vocacional para emprender un proyecto pedagógico nuevo que se asume con ilusión, a pesar de que los directores dedican muchas horas a “resolver problemas y apagar fuegos”. La mayoría del profesorado no lo quiere.

Alicia desempeña su cargo desde hace varios años y asegura que cuenta con el apoyo de todo el equipo directivo, “aunque en nuestro centro la mitad de la plantilla de profesores es itinerante y cambia cada curso”. A finales de marzo, el IES Corralejo contaba con 860 alumnos con una plantilla de 88 profesores. Los datos de alumnado cambian cada día porque la localidad, que es turística, pero también residencial, registra mucho movimiento de familias por su población laboral, que llega de cualquier destino de España, Europa y América del Sur, y no siempre puede establecerse a largo plazo.

“Hemos solicitado con urgencia que construyan tres aulas nuevas para poder funcionar y ya sabemos que el próximo curso no estarán ejecutadas, porque ni siquiera se ha aprobado el proyecto”, explica Alicia. “Es un año electoral y en septiembre no las vamos a tener”, lamenta la directora. Esta carencia supondrá un nuevo quebradero de cabeza para este equipo directivo, porque no hay espacio material para la comunidad estudiantil. Además, muchas zonas comunes han tenido que convertirse en aulas, como la biblioteca o el laboratorio, un problema que recuerda a etapas pasadas, como hace dos décadas, en pleno boom de la construcción.

El actual IES Corralejo se inauguró en el año 2000 con una denominada “línea tres” de la ESO: tres clases por curso. Al año siguiente se implantó el Bachillerato, pero en la actualidad hay seis clases por nivel, y el próximo año comenzarán con siete clases en Primero de la ESO si las instalaciones lo permiten. Un dato que demuestra que urge planificar un nuevo instituto en esta localidad turística de cara al futuro. Sucede lo mismo con otra reivindicación: la construcción de un nuevo centro de salud, porque el actual se ha quedado pequeño pese a su reciente ampliación.

Además, el IES Corralejo tiene en activo tres aulas modulares. “Son de calidad y las necesitamos”. “En el medio hemos instalado el taller de FP Básico sobre Mantenimiento de Viviendas destinado a alumnos con un perfil específico y que presentan muchas dificultades en el aprendizaje”, expone Alicia.

La queja de los directores de Fuerteventura se centra en la mala distribución de esa oferta formativa: algunos centros cuentan con varios ciclos y otros con ninguno. El crecimiento de Corralejo se refleja en la aparición o aumento poblacional en nuevos barrios, como Tamaragua, Parque Natural, Grandes Playas o Bristol, que evidencian la existencia de más oferta turística y, en consecuencia, la llegada de más familias trabajadoras. Una tendencia que también se extiende a los pueblos del interior, como Lajares, Villaverde, Tindaya, La Oliva y El Cotillo, pero todo ese alumnado se deriva al IES La Oliva. Durante la pandemia, el Ayuntamiento de La Oliva puso a disposición del alumnado un transporte escolar para estudiantes de la ESO que residen en las zonas más alejadas y se ha conservado en este curso.

Multiculturalidad

“La multiculturalidad es un plus de este instituto”, dice la directora del IES Corralejo. “Lo que antes podía parecer un inconveniente por la barrera idiomática o por los diferentes niveles, en la actualidad hemos comprobado que es positivo a nivel social y cultural, porque mejora la convivencia y fomenta el aprendizaje en un alumnado más comprometido, plural, y más concienciado para combatir actitudes racistas”, subraya Alicia.

Por ejemplo, ha anunciado su llegada una familia francesa en mayo con un hijo en cuarto de la ESO y desde el centro advierten que tiene complicado titular, a diferencia del alumnado que viene de Gran Canaria o la Península. “El de otro país necesita un proceso, adaptarse a la metodología y sólo quedan dos meses para finalizar el curso, pero este problema es diario”, recuerda la directora.

Alicia Maestegui: “Algunos alumnos no saben español, pero no sufren mucho el cambio”

El centro incluye un programa de español para extranjeros, con un plan de acogimiento escolar. Algunos alumnos llegan sin hablar castellano, entran en el proyecto de inmersión lingüística y superan los niveles para poder titular con el resto de sus compañeros. “Algunos no saben español pero no sufren mucho el cambio, mientras que otros hablan la lengua porque vienen de Colombia, Argentina o Venezuela, pero hemos notado que presentan más dificultades de adaptación al centro”. Por eso, el equipo directivo considera fundamental trabajar en este proceso para que el alumno acuda motivado, haga amigos, aprenda y disfrute de su estancia en la Isla.

Otro aspecto negativo este año en el IES Corralejo ha sido la escasa participación de las familias. “Nos gustaría que los padres acudan al centro, no hemos formado ni Ampa este curso”, explica Alicia Maestegui. Los padres visitan el centro el primer año cuando sus hijos entran por primera vez al instituto, pero a medida que crecen su asistencia desciende. “Cuando hacemos las reuniones para orientar al alumnado y padres en su entrada a la universidad casi no vienen los padres y esa etapa es más importante que su paso de Primaria a Secundaria porque se van de la Isla, son estudios más costosos y cruciales para su futuro”, reflexiona.

En el IES Corralejo se encuentra una de las “joyas” que ofrece la educación pública en el norte de la Isla. Es el Aula en Clave, que reúne a cinco alumnos este año, cuenta con un profesorado experto e implicado y con muchas iniciativas y recursos para “aprender a aprender”. La última actividad que se ha organizado ha sido un encuentro con el Aula en Clave de Tías (Lanzarote). Fue especial porque los alumnos se volcaron, acudieron a recibirlos al muelle con pancartas y el profesorado se desvivió para que la jornada de convivencia fuera todo un éxito. “Vamos a intentar devolverles la visita porque para nuestro alumnado fue un reto superado y un día que no olvidarán; se esfuerzan para ser más autónomos, y todo el profesorado les ayuda para que se sientan cómodos y contentos en el centro”, valora Alicia.

Por otro lado, los institutos registran gran cantidad de matrículas en el Bachillerato. “Tenemos bastantes alumnos de Bachillerato, y aunque al finalizar la ESO algunos se van a los ciclos de Formación Profesional, Hostelería o Escuela de Arte, la mayoría decide terminar Bachillerato”, insiste la portavoz de la Plataforma de Directores. Un colectivo que recalca la importancia de poner más personal subalterno y de servicios, como conserjes para mejorar el funcionamiento interno del centro: desde controlar la puerta, atender la entrada, hacer fotocopias, revisar y cerrar las aulas y los pasillos a ayudar a padres y alumnos nuevos.

“Este personal desempeña un trabajo fundamental y poco valorado. Sin conserjes, personal de mantenimiento y limpieza sería complicado funcionar tantas horas en un centro educativo, ya que forman parte del esfuerzo y trabajo cooperativo para conseguir que la maquinaria educativa marche y se obtenga un mejor rendimiento escolar”, señalan los docentes.