El presidente Blas Acosta, ha asegurado este miércoles que en los primeros cien días de gobierno “ha transformado el Cabildo de Fuerteventura”, unos cambios que se empezarán a apreciar a partir del 1 de enero de 2020, gracias, en parte, a los 70 millones de fondos propios que se invertirán en obras.

Acosta (PSOE) tomó posesión el pasado 8 de julio tras una moción de censura con el apoyo de Podemos y la alianza de Nueva Canarias y Asambleas Municipales de Fuerteventura a la nacionalista Lola García después de 20 ininterrumpidos de gobierno de CC en el Cabildo.

Cien días después de tomar posesión, Blas Acosta se ha sentado con el equipo de gobierno en rueda de prensa para hacer balance de gobierno y explicar la situación en la que se ha encontrado el Cabildo cuando ha llegado a la presidencia.

Acosta ha reconocido que no era desconocido para él, después de ocho años como vicepresidente, “la situación que existía en la Institución donde había departamentos en los que no se estaba dando la agilidad en la gestión para la administración de los impuestos que los ciudadanos pagan cada año y que luego revierten en las necesidades de los mismos”.

“Hemos encontrado un Cabildo que no daba resultados a los ciudadanos y en estos 100 días lo hemos trasformado y eso se empezará a mostrar a los vecinos a partir del 1 de enero de 2020”, ha manifestado.

El socialista se ha comprometido a tener aprobados los presupuestos insulares de 2020 el próximo mes de noviembre y en ellos se le dará “prioridad a los colectivos que, hasta ahora, no se han visto representados”.

170 millones en bancos

Una de las principales acciones del grupo de gobierno será el desbloqueo de los casi 170 millones de euros que el Cabildo tiene en la cuenta corriente y que son producto de la no ejecución de los capítulos de obras públicas y de inversión pública.

Para 2019, había presupuestados 55 millones de euros de los que sólo se va a llegar a ejecutar el ocho por ciento, en torno a algo más de cuatro millones de euros, lo que supone que “se va a dejar de presupuestar unos 50 millones de obra pública”, ha explicado el presidente.

Por delante, el equipo de gobierno tiene obras a ejecutar con fondos propios como los tramos viarios Aeropuerto-Las Salinas o la salida de Puerto del Rosario hacia Risco Prieto además de un nuevo matadero insular, el nuevo edificio de la Cruz Roja o el geriátrico, todo ello con una inversión de obra de unos 70 millones de euros.

“Unido al resto de la rehabilitación turística que falta en Fuerteventura, serían unos 500 millones de euros en obra privada y pública que permitirá tener oportunidades a las personas que hoy no las tienen”, ha añadido.

Crisis

También ha explicado cómo el nuevo grupo de gobierno ha salido al paso a las diferentes crisis que han tenido que lidiar en los tres primeros meses de gobierno.

La primera crisis ha tenido como protagonista los cortes de agua durante el verano en varios lugares de la isla, una situación que ha hecho que el Cabildo haya desbloqueado 10 millones de euros para infraestructuras e inversiones con las que evitar “el desabastecimiento de agua de los vecinos”.

Acosta ha dejado claro que “no se va a privatizar” la gestión del Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura (CAAF) sino que se va a gestionar desde lo público y ha adelantado que en noviembre estarán también estarán aprobados sus estatutos.

Noviembre también es la fecha en la que el Cabildo de Fuerteventura espera tener pagadas las 2.000 facturas, por importe de ocho millones, que adeudan a proveedores, algunas de ellas con fecha de noviembre de 2018.

Turismo

El pasado 1 de octubre el turoperador Thomas Cook anunció la quiebra que dejó a Fuerteventura sin los nueve vuelos semanales que mantenía con varias ciudades de Reino Unido.

Blas Acosta, que también tiene las competencias de Turismo, ha dejado claro que Fuerteventura ha sido la isla “menos afectada” por el cierre de Thomas Cook y ha explicado que de los 62.000 asientos que se perdieron, “el 45 por ciento se han recuperado a través de otras compañías”, además ha señalado que la isla terminará el año con una ocupación del 80 por ciento.

Precisamente, la quiebra de Thomas Cook ha llevado al Hotel Fuerteventura Princess, de la cadena Princess, a anunciar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a sus trabajadores de seis meses y que podría ampliarse a un año.

El presidente ha comentado que el Cabildo les brindó la posibilidad de un préstamo de dos millones de euros a devolver en cinco años y con cero intereses para “garantizar los puestos de trabajo y evitar el cierre del establecimiento”.

Asimismo, ha asegurado que seguirá apoyando la demanda de los empleados del Hotel Oliva Beach, de la cadena RIU, sobre los que también planea un ERE.