La primera vez que Aurora Barrabi se puso los guantes de boxeo tenía diez años. Pensó que ese deporte no era para ella y que no tardaría mucho en quitárselos. Cinco años más tarde, se subía al podio, en Liencres (Cantabria), tras proclamarse campeona de España en la modalidad junior categoría 57 kilos.

Aurora llega al gimnasio Tótem Dojo Fight Club Fuerteventura, lugar donde entrena, con la sonrisa en la cara tras acabar la jornada de instituto. Aún conserva la emoción que se le puso en la cara al oír su nombre como campeona de España de boxeo.

Tras dejar la mochila en un lado del gimnasio, empieza a contar cómo llegó al boxeo. Lo hizo de la mano de Cyrano Lorenzo, el boxeador varias veces campeón de España. “Cyrano daba clases para niños y me comentó que fuera a probar. En un primer momento, dije que no me gustaba”, recuerda. Pensó que no tardaría mucho en colgar los guantes, pero se equivocó.

Reconoce que, al principio, “no era buena boxeando, era la descoordinada del grupo, pero poco a poco fui mejorando”. A base de sacrificio y horas de preparación fue escalando y ganándose la confianza de su entrenador. En medio de los entrenamientos llegó la pandemia y no pudo entrenar como a ella le hubiera gustado. Aun así, siguió adelante.

En el pugilismo encontró un aliado. “El boxeo me ha ayudado en muchas etapas en las que, quizá, con las palabras o con las personas no te puedes sentir bien. A veces, pasamos por circunstancias en las que el deporte, si se vuelve un refugio, puede ser tu mejor aliado”, cuenta la joven que respira madurez en cada una de las palabras que pronuncia.

La joven espera poder llegar, algún día, a competir en los mundiales de boxeo

El pasado 1 de abril debutó en Tenerife en su primera pelea amateur. “Salí victoriosa y muy contenta por todo el trabajo que teníamos detrás”, reconoce. Luego llegó la oportunidad de competir en los campeonatos de España. Antes, tenía que pasar por los de Canarias, pero en el caso de Aurora no había rival en la competición de las Islas, lo que le dio el paso directo al Campeonato de España.

Cuando se enteró de que estaba convocada para los nacionales, lo primero que pensó es que tendría que entrenar más. Luego se puso a la faena. Fue un mes y medio duro, con dobles entrenamientos. Se levantaba a las cinco de la mañana; entrenaba de seis a siete; luego se preparaba y se iba para el instituto. Por la tarde, hacía los deberes; entrenaba otra hora y media, aunque solía ser más tiempo. Después, se iba a casa; se duchaba; cenaba y a la cama hasta el día siguiente.

Así hasta que llegó el día de coger el avión que la llevaría a participar en los campeonatos que se celebraban del 5 al 9 de diciembre en Cantabria. Tuvo dos contrincantes. La primera fue de Valencia y la segunda de Madrid. “Fueron muy buenas rivales”, asegura Aurora. Sin embargo, la medalla se vino para Fuerteventura.

Cyrano había quedado, por primera vez, campeón de España hace justo diez años y Aurora quería y tenía el compromiso de repetir la hazaña. “El combate fue reñido, pero me sentí cómoda porque había trabajado mucho antes”, explica.

La joven confiesa que guarda un recuerdo agridulce del momento en el que se proclamó campeona. “Estaba muy contenta por haberlo ganado. Desde que vi que Ciry había ganado y estaba en la selección yo quería llegar allí. Me sentí muy feliz, pero a la vez estaba triste porque no estaba mi gente. No pude mirar a la grada y ver a mi padre, ni a mi familia, ni a mis entrenadores en la esquina. Se habían quedado todos en la Isla”.

Del podio al móvil

Tras bajar del podio lo primero que hizo fue llamar a su padre, Iván, su fiel aliado en el deporte y en la vida. “Eran lágrimas de felicidad por todas partes”, recuerda. Después llegó el turno de las llamadas a los entrenadores y al resto de la familia. “Mis entrenadores (los hermanos Danilo y Cyrano Lorenzo) son el pilar. Estar con ellos es como sentirme que estoy en casa. Mi padre está en ese paquete. En la vida significa muchísimo y también en el deporte”, dice.

Su entrenador Danilo Lorenzo ha permanecido, durante la entrevista, al lado de Aurora. Interrumpe la conversación para contar cómo vivió el triunfo de la joven. “Verla en el podio supuso una de las mayores alegrías que recuerdo en muchos