Este genio de la guitarra presenta en mayo en el Archipiélago el disco De vida y vuelta que grabó junto a Domingo Rodríguez El Colorao. El 8 de mayo está en La Graciosa, el 9 en Lanzarote y el día 11 en el Teatro Raíz del Pueblo, en La Oliva.

-¿Qué es la guitarra de siete cuerdas y cuál es su singularidad?

-La historia de la guitarra de siete cuerdas es polémica. Hay quien dice que llegó desde Rusia, con músicos gitanos a principios del siglo pasado, y hay quien dice que su llegada se debe a la influencia portuguesa. En realidad no se sabe. El hecho es que llegó a la cultura brasileña y se quedó. Es una guitarra muy importante para el acompañamiento, hace los contrapuntos, hace la función de acompañar en la música instrumental. Empezó a desarrollarse en Brasil en los años 40. Yo soy un divulgador de este instrumento y el mundo empieza a conocer un poco más su historia y sonoridad, que es más amplia que la de una guitarra normal porque tiene una cuerda que suena más grave.

-¿Cómo es ese ‘cruce’ entre el timple y la guitarra?

-Es como un abrazo a la familia de las cuerdas, el timple más agudo y la guitarra complementa con las notas graves.

-¿Cuándo nace esta colaboración entre Yamandú y El Colorao?

-Un amigo español que se llama Raúl Rodríguez me habló de él. Luego tuve la oportunidad de hacer una gira por Canarias e ir a Fuerteventura. Domingo asistió a mi concierto e Incós, mi mánager, nos presentó y organizó una parranda informal. Fue una cosa inmediata, cuando nos conocimos fue una conexión mutua al instante porque tenemos muchas cosas en común y nuestras tierras también las tienen: gustos en común, admiración a nuestras culturas... Fue un encuentro que se convirtió en un regalo. Siempre que podemos estamos juntos.

-Tiene varias canciones dedicadas a las Islas: La Graciosa, que la compuso en la propia isla, pero también Fuerteventura, Alpargata y Puerto Lajas. ¿Cuál es su lazo de unión con el archipiélago canario?

-Para nosotros que venimos de América del sur, llegar a Canarias es como llegar a nuestras raíces más profundas. A veces tenemos un deja vú. Recuerdo una parranda de música tradicional canaria donde reconocí sonidos del principio como el tango, la forma de cantar, la intensidad, la fuerza de la interpretación. Para mí, conocer el folclore canario fue como volver a mis primeros recuerdos. Es una sensación muy agradable. Vengo de Brasil y allí hablamos portugués, pero soy de la frontera con Argentina y tengo más proximidad con el español y con toda la música hispánica, más que el resto de Brasil. Volver a Canarias es revisitar los cantos de ida y vuelta.

-¿Cómo definiría su estilo de música? Huye un poco de la etiqueta brasileña por su origen del sur de Brasil, más cerca de Uruguay y Argentina, así que se podría hablar de una música fronteriza o de mezcla.

-Puedo decir sin miedo que soy un crossover, una mezcla de muchas músicas del continente latinoamericano. Por supuesto que tengo influencia de la cultura tradicional, pero también trato de meter las influencias y músicas de otros países, por lo menos del sabor. Estoy influido por esta nueva oportunidad que el mundo tuvo al desarrollar un nuevo arte, que son las ‘américas’. Llegó con los colonizadores y se fue desarrollando su propia identidad musical.

-Y ¿qué artistas han influido más en su manera de tocar?

-Me ha influido una cantidad enorme de artistas, como Baden Powell, Atahualpa Yupanki, Astor Piazzola, Tom Jobin... La música española me encanta, la de Falla, Albéniz o Frederic Mompou. Los músicos somos la continuación de muchas otras personas y cosas. Imprimimos de alguna manera a nuestra forma todas esas influencias.

-La música es conexión con la gente, una herramienta curativa. Procede de una familia musical y toca la guitarra desde que tenía siete años. Si no hubiera sido músico ¿qué podría haber sido Yamandú? ¿Se imagina haciendo otra cosa?

-Yo me crie en una familia de músicos y nunca tuve la oportunidad de elegir. La música me atrapó de pequeño, desde los cuatro o cinco años yo sabía o sentía que tenía que estar en el escenario con mis papás, mis tíos... Teníamos un bus y hacíamos giras en las fiestas populares y la música siempre fue mi vida. Cuando no tengo conciertos, lo que hago es llamar a amigos para venir a la casa y hacer un asado y tocar. Más que un trabajo o una profesión para mí la música es una forma de vida. Es una manera de entender la vida. Además, soy consciente del efecto que tiene para el equilibrio mental. Poder estar cerca de ambientes musicales es saludable. Estar haciendo música es comunicarse con un hilo más profundo. Hasta las palabras son pequeñas para poder describir la importancia y los beneficios que causa la música en la salud mental.

“Más que un trabajo o una profesión para mí la música es una forma de vida”

-En su documental ‘Historias do Violão’, se le ve disfrutando con amigos, con la música, los viajes y el entorno natural. ¿Qué importancia tiene el disfrute de las cosas importantes de la vida en su proceso creativo?

-Este estilo de vida me alimenta y me da ganas de seguir componiendo. Estar rodeado de amigos en encuentros musicales es algo muy inspirador. Estos días en Buenos Aires, donde tengo muchos amigos, después de tocar me esperaron en un bar unos 40 músicos que empezaron a tocar y yo tenía un vuelo para volver a Brasil y cuando llegué al aeropuerto estaba con la cabeza tan llena de música e inspiración... Estos encuentros musicales son la fuente más pura de inspiración.

-Es un maestro de la guitarra de siete cuerdas, tiene un premio Grammy latino, en 2021, que ganó junto a Toquinho. Ha llegado muy alto antes de los 50, que es difícil, ¿Cuál es su sueño?

-Fue muy importante este premio, pero mis pretensiones son poder seguir eligiendo lo que hago y seguir mi propio camino del corazón. No más que eso. Me gustaría hacer una carrera limpia de pretensiones. Lo que me gusta es la música, la profundidad y poder tener un lindo trayecto de colaboraciones con gente que me enriquece. Lo único que quiero es tener salud para seguir produciendo y componiendo para regalar a la gente mi manera de sentir y mirar a la música a través de la música.