La embajadora de la gastronomía y el paisaje de Ajuy
María del Pino Alonso Brito dedica el premio Distinguidos del Turismo 2025 a su tío Julián, fundador del Jaula de Oro, y a la plantilla del reconocido restaurante
María del Pino Alonso Brito, propietaria del restaurante Jaula de Oro, de Ajuy, reconoce que se llevó una grata sorpresa al recibir la llamada para comunicarle que había sido premiada con un Distinguido del Turismo 2025, en la categoría individual. “Quiero destacar que es un reconocimiento a toda la plantilla que trabaja en el restaurante”, subraya. “Nueve familias vivimos de este negocio, nos ayudamos y somos muy felices aquí”, añade. María del Pino regenta desde hace 26 años el Jaula de Oro, pero este galardón se lo dedica a título póstumo a su tío Julián Brito Cabrera, que fue el fundador de este bar en los años 70 del siglo pasado.
“Mi tío abrió primero en Ajuy una tienda de aceite y vinagre, pero no ganaba casi nada con los fiados y luego abrió el primer bar, más cerca de la entrada a las cuevas”, recuerda María del Pino. “Fue en la década de los 70 cuando se pasó al local actual y lo llamó Jaula de Oro”, rememora su sobrina.
Julián ofrecía a los turistas y residentes un refrigerio. En aquella época solo ponía tomate majorero, aceitunas y bebidas. Empezaban a llegar los primeros turistas y muchos canarios y residentes de la Isla a la playa. “Nunca estudió pero le gustaba leer, hablaba con mucha gente y sabía numerosas historias de Fuerteventura”, señala María del Pino.
“Una de las anécdotas que recuerda todo el vecindario fue su descubrimiento de mercurio en Fuerteventura”, destaca. “Era un enamorado de las piedras, del mármol, y recorría la Presa de las Peñitas y el Monumento Natural de Ajuy, y cuando anunció que la Isla presentaba concentraciones de mercurio vinieron científicos y se sentaron en el restaurante con él para que les contara todos los detalles del hallazgo, incluso tenía fotos con ellos, pero luego no se supo nada más de eso”, recuerda María del Pino.
La polémica más reciente, con concentración de protesta en Ajuy incluida, ha sido el intento de perforar en la zona en busca de las denominadas tierras raras. Para María del Pino, la extracción sería “una catástrofe ambiental”. “De momento se ha parado, porque necesitamos conservar nuestro patrimonio natural y cuidar este entorno tranquilo y virgen”, sentencia.
Jaula de oro
Otra pasión de Julián era tocar la guitarra y cantar corridos y rancheras mexicanas. De ahí viene el nombre del bar Jaula de Oro, por la famosa canción de la banda mexicana Tigres del Norte, que decía así: “De qué me sirve el dinero/Si estoy como prisionero/Dentro de esta gran nación/Cuando me acuerdo hasta lloro/Aunque la jaula sea de oro/No deja de ser prisión”.
“A los turistas les explicamos todo para que conozcan nuestra tierra”, señala Pino
Cuando acudían los medios de comunicación al pueblo, Julián siempre era un buen interlocutor: “Venían periodistas, televisiones y radios de toda Canarias a Ajuy y siempre entrevistaban a mi tío porque le gustaba participar y contar historias”.
María del Pino comenzó con el bar Las Nasas, dentro del mismo pueblo de Ajuy. “Mi bar estaba un poco más arriba y bajaba a ayudarle en todo lo que necesitaba, y en el año 1999 me propuso que cogiera yo el negocio porque estaba cansado. Siempre sentado en la terraza, con su gorro de paja... en el año 2002 falleció”, rememora.
Los comienzos de Alonso Brito y su marido vasco en el restaurante Jaula de Oro fueron divertidos, con una plancha pequeña en la cocina para incluir en la carta pescado y calamares. “Poco a poco metimos más platos, y hemos mejorado hasta la actualidad, aunque lo típico es el pescado frito y también tenemos diferentes carnes y chuletón”, resume.
“En estos años nunca han faltado los clientes. Vienen turistas en coches particulares, en guaguas de los hoteles y llegan los cruceristas desde Puerto del Rosario para visitar las cuevas y comer”. María del Pino es una auténtica embajadora de la gastronomía majorera y del paisaje natural de Ajuy: las cuevas, la playa y los palmerales. “Les explicamos dónde está todo para que no se vayan sin conocer nuestra tierra, lo mismo que me gusta que me enseñen a mí cuando salgo fuera”.
En el Jaula de Oro hay relevo generacional, su hija Zaida Delgado dirige el restaurante con mucha dedicación: “Mi hijo es médico y vive fuera, pero mi hija, aunque es peluquera, decidió trabajar con nosotros en el restaurante y ha sido una verdadera suerte porque se encarga de todo y el negocio funciona muy bien”. “Ya con 61 años tengo ilusión por disfrutar de mi nieto, jubilarme y viajar”, destaca.
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Cuidar Ajuy
“Necesitamos que limpien las cuevas y pongan carteles con las zonas de peligro”
Tras recibir el premio Distinguidos del Turismo, María del Pino ruega al Cabildo que arregle el paseo de las cuevas. “Las barandillas de madera están podridas y necesitamos que inviertan en nuestro pueblo, que acondicionen el paseo porque tenemos un paisaje que es un privilegio y no lo cuidan”, lamenta. “Cada dos por tres viene la ambulancia a recoger a alguna persona que ha sufrido caídas, esguinces y daños”, señala la empresaria.
María del Pino explica que esta petición ya la ha trasladado a las autoridades pertinentes pero insiste en denunciarlo públicamente. “Necesitamos que limpien las cuevas y que instalen carteles con las zonas de peligro en los acantilados porque los visitantes se meten por todos lados y cualquier día puede suceder una desgracia”, alerta.

















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