En las Islas Canarias, el balonmano es un deporte que está ganando cada vez más popularidad en los últimos años. Los jóvenes atletas españoles e internacionales se van apuntando a esta opción, que se ha vuelto muy atractiva en las escuelas y las comunidades locales. Es en el valor cultural de las islas donde se puede ir reflejando esa creciente pasión juvenil, ya que además fomenta la unión entre las generaciones así como el fomento de hábitos saludables fuera de la pantalla del móvil.

Los orígenes del balonmano en las Islas Canarias

Desde los años 70, el balonmano empezó a tener una posición en las Islas Canarias, especialmente en Tenerife y en Gran Canarias. Es más, no fue hasta la fundación del Club Balonmano Remudas Isla de Gran Canaria (o Rocasa Gran Canaria) en 1978 cuando empezó a tomarse en serio este deporte como competición.

Una década después de su establecimiento, se empezó a competir a nivel nacional, lo que promulgó, sin duda, que el balonmano llegara a los barrios y a las escuelas, es decir, que tuvieran acceso desde temprana edad. Incluso ha llegado a ser en la temporada de 2014/2015 a ser subcampeón de la División de Honor de la liga española.

Pero para llegar a donde han logrado estar, hay que señalar las diferentes iniciativas que han tenido lugar en las islas para que pueda expandirse entre la juventud. A esto se ha unido el trabajo que han ido haciendo también los entrenadores locales, como Antonio Moreno, un exprofesor y actual presidente del Rocasa Gran Canaria.

Participación juvenil y desarrollo

No cabe duda de que las escuelas con profesores como Antonio y otras academias deportivas han tenido un rol muy importante en ir detectando cuáles son las jóvenes promesas para este deporte. Además, el ir incluyendo el balonmano en las actividades extracurriculares ha tenido una gran función.

De acuerdo a fuentes locales, ese aumento se ha notado en los últimos años con más inscripciones en los diferentes clubes de balonmano en Canarias. Y no sólo para los chicos, sino que se ha ido creando programas para niñas, en especial en este auge reciente para promover todo lo posible el deporte femenino. De esta forma, tanto para chicos como para chicas, ha ido creciendo el espíritu competitivo para participar en torneos regionales e intentar destacar a nivel estatal.

Del gimnasio local al reconocimiento nacional

De esta manera es cómo han ido destacando ciertos jugadores que han dado el salto al ámbito profesional. Uno de ellos es Carlos Herrera, el actual entrenador de Rocasa Gran Canaria, que ya cuenta con una amplia experiencia en el balonmano de base grancanaria. Y es que el Rocasa es un referente de cualquier balonmanista canaria, incluso para las mujeres. Silvia Navarro o Davinia López son algunas de ellas, así como Marta Mangué, que consiguió la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012.

Y es que, como recuerda Antonio Moreno en el diario canario de Las Provincias, un grupo de maestros buscó una salida a los chicos en un barrio de viviendas sociales que acababa de construirse y sin apenas infraestructuras. Moreno había jugado al balonmano, por lo que vio una oportunidad para que tanto los chicos como posteriormente las chicas pudieran brillar, incluso en España.

El atractivo global del balonmano

Pero obviamente el balonmano no sólo tiene seguidores en las canchas, sino también se extiende a Internet. Tanto en España como a nivel internacional, este deporte ha ido ganando usuarios para las apuestas deportivas. Si quieres saber más sobre el tema, puedes visitar sitios como BetZillion, que ofrece reseñas detalladas de los mejores sitios de apuestas online para balonmano y cuenta con excelentes valoraciones en plataformas como Trustpilot.

Pero esta expansión a nivel global beneficia muchísimo a las Islas Canarias, dado que además de ser una cuna de talentos que puede conocer muchos usuarios que no son de España, también pone en el foco a las islas para visitarlas. 

Desafíos y oportunidades futuras

Pero no todo es color de rosa con el balonmano en las Islas Canarias. Con los recursos económicos limitados y una escasa cobertura mediática puede haber muchos obstáculos para que estas promesas den el salto profesional. Por ello, se necesita más inversión pública y privada para transformar el balonmano en uno de los pilares de la región.

Conclusión

En definitiva, el balonmano se está consolidado como un deporte favorito entre la juventud canaria. Los inicios tan humildes han atraído a diferente público y a muchos jóvenes que buscan una salida profesional. Ha sido una gran manera de unir las diferentes comunidades y fomentar el trabajo en equipo, así como una disciplina. Además, en España y en todo el planeta puede llegar a conocerse más si todo el mundo pone un granito de arena en que el balonmano en las islas sea todo lo conocido posible.