El rugby majorero reina en el Archipiélago
El Club de Rugby Mahoh se proclama campeón de Canarias tras casi 20 años de historia y ya piensa en revalidar el título y en hacer crecer la cantera
Tras casi 20 años de historia, el Club de Rugby Mahoh se ha proclamado como el mejor equipo de Canarias en la modalidad de Rugby XV. El único equipo de Fuerteventura nació en 2006, con el regreso de aquellos que tuvieron que salir de la Isla para formarse. Fue entonces cuando comenzó todo un movimiento que cumplirá dos décadas la próxima temporada, pese al hándicap que supone ser un deporte minoritario en una isla no capitalina, pero con la ilusión de revalidar el título regional y seguir trabajando la cantera.
El Club de Rugby Mahoh nació con Miguel Gil como presidente. El origen de la implantación de este deporte en el Archipiélago se produjo en los ambientes universitarios. Desde 1994 existe la Liga Canaria de Rugby XV, con diferentes clubes repartidos por las Islas. “Muchos de los que fundaron el Mahoh venían de algún club de Gran Canaria o del Club Universitario de La Laguna”, explica el actual presidente, Alberto Nironen. Esa generación inicial terminó sus estudios y regresó a la Isla para crear el primer club de este deporte en Fuerteventura. “Ese fue el inicio: universitarios con el gusanillo de esta disciplina, que quisieron instaurar aquí”, resume.
Alberto, a sus 31 años, lleva tres como presidente de la entidad, aunque “más de media vida” en el club. Conoció el deporte con apenas 15 años. En aquel momento ya había probado otros deportes, “como muchos chicos a esas edades”, señala. Nino, como le conocen en el club, descartó el balonmano, el fútbol o el baloncesto, porque ninguno le llamó la atención lo suficiente. Gracias a un primo mayor, Luis, descubrió el rugby. “Era muy flaco y pensaba que no tenía el típico físico que se espera de un jugador de rugby, pero me di cuenta de que realmente no era así, que hay cabida para todos”, indica. Además, conoció los valores que promueve el deporte, como el respeto y la disciplina, y se quedó enganchado por la motivación que le suponía aprender algo nuevo día a día y notar su mejoría.
Cada temporada es una incógnita para el rugby canario, pues se desconoce si los equipos tendrán suficientes jugadores para competir. Por ello, con el fin de intentar ayudar a los diferentes clubes del Archipiélago, se realiza una competición tanto en la modalidad de Rugby XV -la más extendida- como de Rugby X. “Este año separamos la competición por provincias”, explica Nino, quien señala que la liga estuvo compuesta por dos grupos de tres equipos. En la provincia de Las Palmas compitieron el Club de Rugby Las Palmas, el Club de Rugby de Lanzarote y el Club de Rugby Mahoh. Por su parte, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife compitieron el Club Universitario de La Laguna, un equipo de Adeje y otro de El Médano. “En esa liga quedamos segundos”, indica el presidente.
Una vez finalizada la competición de Rugby X, a finales de enero, comenzó la de Rugby XV. Una liga para la que solo se pudieron inscribir cuatro equipos: el Club de Rugby Las Palmas, el combinado de la Universidad de La Laguna, el Tenerife Sur -la unión de los clubes de Adeje y El Médano- y el Club de Rugby Mahoh, con algún integrante de Lanzarote. “Para la próxima temporada ya hay un equipo más confirmado, que es el de Lanzarote. En el norte de Tenerife ha surgido otro equipo que se llama Tizones, de La Orotava, y en Gran Canaria otro club, el Maspalomas. Si todo sale bien, podrían llegar a ser seis o siete equipos”, adelanta Nino. Esta modalidad, la de 15 contra 15, es la más popular. Puede haber 23 convocados y se permiten ocho cambios. “Es muy exigente, sobre todo por la insularidad, porque no todos los jugadores pueden viajar. Es fácil quedarte corto de efectivos”, señala.
Sin embargo, pese a todas las dificultades, el equipo majorero se proclamó campeón de Canarias en Rugby XV: “El Mahoh, en sus casi 20 años de historia, nunca había conseguido ganar el título. Sí que es verdad que hemos quedado segundos, pero no habíamos sido campeones. Somos un club que tiene mucha gente nueva, pero también sigue manteniendo un buen número de veteranos. Por eso, fue muy especial para esa gente que desde el inicio ha estado trabajando para conseguir el título”.
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“El título fue muy especial para esa gente que ha trabajado desde el inicio”
El formato de competición fue diferente al de Rugby X. “Se disputaron partidos siguiendo el calendario de liga y, al final, los dos primeros compitieron en la final para ganar el título”, explica. En total disputaron ocho encuentros y los majoreros solo perdieron un partido. Vencieron en la final, que se disputó a partido único en Risco Prieto, hogar del Club de Rugby Mahoh, y el tercer tiempo fue en el Abahe. “Siempre es importante el después del partido y consiste en que el equipo anfitrión invita a los equipos que vienen a comer y a beber”, explica Nino.
Trabajo de cantera
Como en cualquier otro deporte, y en especial aquellos que son minoritarios, el trabajo de cantera es esencial, pues es la forma de conseguir que la disciplina perdure en el tiempo. Así lo demuestra la labor que viene realizando la Federación Canaria de Rugby, que se fundó a finales de 1993. “El trabajo que están haciendo es muy bueno. Recientemente se ha ido con la selección sub-16 a Valencia, pero también en diciembre se fueron con los sub-18”, explica Nino, que también forma parte de la asamblea. “Dentro de dos o tres años van a ser los que estén compitiendo en la categoría sénior”, añade. Por parte del Mahoh, para este último viaje fueron dos jugadores masculinos y una fémina, tres en total.
Por su parte, el Club de Rugby Mahoh también realiza trabajo de cantera. “Hemos crecido en todas las categorías”, afirma el presidente. Mientras que la temporada pasada la categoría de menor edad era sub-10, este año han empezado con sub-6. “Tenemos desde sub-6 a sub-18 y un total de 32 niños. Los números son bastante buenos con respecto a otros años”, señala. A esta cifra hay que sumar a los miembros de la primera plantilla, que no todos viven en Fuerteventura, sino que alguno se desplaza también desde Gran Canaria para los partidos, así como algún otro que reside en la península. “En total somos unos 33”, resume.
Cada martes y jueves en Risco Prieto —de los pocos campos en Canarias que cuenta con las líneas de rugby trazadas en el césped— se pueden reunir alrededor de 25 personas. En el club, además, hay miembros de toda la Isla, desde el norte hasta el sur. “Felipe, que vive en Morro Jable, viene una vez por semana, solamente los jueves, pero no falta”, señala Nino, quien destaca la voluntad de sus jugadores: “Y cuando hace falta movilizar a gente para ir a buscar a alguien nos ayudamos entre todos”.
“Va a haber más equipos y está creciendo la familia del rugby”
Los entrenamientos comienzan a las cinco de la tarde con la escuela y terminan a las seis y cuarto. En ese preciso instante comienza el entrenamiento del equipo sénior. A partir de los 16 años ya entrenan con los mayores. En el Mahoh no solo apuestan por la formación de los jugadores de la base, sino también por quienes tienen que formarles. Todos los años se realiza un curso de formación de monitores. “Invitamos a formadores de la península, los hospedamos aquí y los tratamos lo mejor que podemos para que quieran seguir volviendo e incentivar el rugby”, explica Nino.
El club cuenta con dos monitores para las categorías sub-16 y sub-18. Para los más pequeños hay cuatro monitores encargados de los grupos de seis a 14 años, y en el equipo sénior hay otros dos entrenadores, José Luis y Fernando. “En total estamos en activo unos ocho entrenadores, pero este año, por ejemplo, se formaron cinco personas. Y el año pasado otras cinco...”, indica el presidente, quien aclara que no todos pueden ejercer como entrenadores debido a sus horarios, pero que siempre existe la opción de que en algún momento puedan involucrarse.
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Salud del rugby canario
Con respecto a los clubes del Archipiélago, Nino señala que la situación es incierta, después del parón que supuso la pandemia. “Unos años el rugby está mejor y otros años peor”, indica, al tiempo que expone el ejemplo del equipo de la Universidad de La Laguna: “Hay años que tiene muy buenos jugadores, porque de repente viene gente de fuera, de Francia o Inglaterra, que está estudiando y juega esa temporada, pero sabes que el año que viene o dentro de dos se van a ir”.
En cambio, tanto el Mahoh como el club de Lanzarote tienen “una base propia de jugadores que son de la Isla, que viven aquí y que no están de paso”, señala. Esta idea, la de contar con jugadores propios, es la base de la operativa del club, por lo que apuestan por formar a los más pequeños, “que son majoreros y que sabemos que, aunque se vayan fuera a estudiar, van a volver y van a seguir en el club, que es lo que nos pasó tanto a mí como a otros compañeros”.
Nino subraya que en el momento de auge del rugby también influyen la publicidad y los resultados de la selección nacional. “Lo están haciendo muy bien a nivel mundial y se están dando a conocer”, indica el presidente del Mahoh, quien también menciona la viralidad de la selección en redes sociales como TikTok o Instagram como uno de los factores que ha ayudado a popularizar el deporte. “Ya no es desconocido hablar de rugby, no se piensa que es fútbol americano, por ejemplo”, dice.
Pese al prometedor momento que vive el deporte en el Archipiélago, sacar adelante un equipo de un deporte minoritario, que además debe viajar si quiere competir, no es sencillo. El club ha contado esta temporada con una subvención del Cabildo, gracias a la cual han podido costear las licencias federativas, que son las más caras por el seguro deportivo. “Cada jugador son 200 euros”, señala Nino. Se trata de un gran impedimento para un club que, además, no para de realizar iniciativas, como ventorrillos en los carnavales o en FEAGA, con el fin de ser solventes económicamente.
Otra parte importante es la subvención del Gobierno de Canarias para los desplazamientos. “Nos cubre el cien por cien”, aclara el presidente, quien resalta además que el club cuenta con sede propia y que han solicitado una subvención al Ayuntamiento de Puerto del Rosario para poder mantenerla un año más. “Los gastos totales son enormes”, lamenta.
La sede del Mahoh se ha convertido en el corazón de la entidad y la usan para crear “sentimiento de club”. Allí organizan las tardes Mahoh para los más pequeños. Realizan talleres de lectura o jornadas para elaborar carteles que se utilizan para animar a los sénior en los partidos. Papiroflexia o diseño de logos, cualquier excusa es buena para reunir a los niños y mostrar “que hay aspectos más allá del deporte”, indica Nino.
Por su parte, los mayores también sacan provecho del espacio: “Hemos estado haciendo un curso de clown. Ha venido un formador de Gran Canaria y ha estado con nosotros desde enero para preparar una muestra que representamos en el salón de actos del Cabildo”. Se trata, dice, de iniciativas “diferentes” que no están directamente relacionadas con su deporte, pero que sirven como nexo con otras disciplinas.
De cara al futuro, el Club de Rugby Mahoh aspira a revalidar el título que ha conseguido tras casi 20 años de historia. Todo un desafío, por la dificultad añadida de que la próxima temporada la competitividad aumenta con la aparición de nuevos clubes. “Va a haber más equipos y en general está creciendo la familia del rugby”, señala. Por ello, con el fin de incrementar también la familia del Mahoh, el foco está en el trabajo diario, el buen funcionamiento del club, la actividad en redes sociales y en captar la atención de los más pequeños, especialmente en la categoría sub-6, para así sembrar la semilla de los valores que promueve el rugby.













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