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“Es más fácil acceder a la comida ultraprocesada que a la natural”

María Cambeiro, especialista en dietética, advierte de la necesidad de mantener unos correctos hábitos alimenticios a lo largo del tiempo en lugar de someterse a dietas restrictivas

María José Lahora 0 COMENTARIOS 24/07/2025 - 05:39

María Cambeiro es graduada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Granada en conjunto con la Universidad Complutense de Madrid dentro del programa Sicue. En la actualidad continúa su formación con un máster en Psiconeuroinmunología (PNI) Clínica. Una especialización que ofrece un enfoque integrador de la salud que tiene en cuenta cómo se relacionan el sistema nervioso, inmune y endocrino en su conjunto. “La nutrición es una pieza clave para mantener un buen estado de salud. Lo que comemos afecta al sistema inmune, a las hormonas, al estado de ánimo... Una mala digestión o microbiota desequilibrada puede producir inflamación, fatiga y, por ende, enfermedades”.

La nutricionista, con consulta en Villaverde, señala que el enfoque profesional con respecto a una correcta alimentación ha evolucionado hacia la individualización. Explica que es necesario atender de forma individual a los usuarios para conocer qué necesita cada persona en su contexto y cómo se puede ayudar desde el ámbito de la alimentación a que su cuerpo funcione mejor para lograr un mayor bienestar y mejorar su calidad de vida.

María Cambeiro comenzó a profundizar en los estudios de nutrición a raíz del confinamiento por la pandemia de Covid. “Empecé a cogerle el gusto a la vida saludable justo en el momento en que tenía que elegir por qué rama continuar mi carrera”. Descubrió que era la especialidad que “verdaderamente” más le gustaba, lo que le ha llevado a abrir recientemente su consulta donde pone todos sus conocimientos al alcance de la ciudadanía para mejorar su calidad de vida y prevenir enfermedades. “Es complicado ser autónomo”, explica. Comenzó haciendo menús dietéticos a los amigos por un módico precio y en febrero de este año emprendió su camino hacia la profesionalización de su empresa.

Su enfoque profesional es integral, si bien de manera individualizada. Explica que lo principal es realizar una evaluación y acompañamiento completos, conocer también “cómo nos sentimos en relación con la comida y otros aspectos de la salud, como nuestro estado de ánimo”. Ofrece herramientas prácticas para que las personas atendidas puedan prolongar en el tiempo los hábitos adquiridos para mejorar su alimentación y que sea más saludable.

 “Cuantos menos ingredientes tenga un producto industrial, más saludable es”

La pérdida de peso, “adelgazar”, es la principal causa o problema de salud por el que acuden sus pacientes a la consulta, sin embargo advierte que lo importante es mantener unos hábitos alimenticios que se prolonguen en el tiempo para evitar lo que en nutrición se conoce como “efecto rebote”. “Piden una dieta baja en calorías y cuando ya han alcanzado el peso vuelven a los malos hábitos y acaban aumentando incluso del peso inicial, en parte por la ansiedad que genera la dieta restrictiva a la que se ha visto sometida esta persona”. “La clave es mantener un equilibrio”, incide la nutricionista. Una tarea que no siempre resulta llevadera. “Vivimos en una sociedad en la que es más fácil consumir la comida ultraprocesada que la natural, tanto por el coste que representa como la accesibilidad”.

María Cambeiro recuerda que el ser humano era en sus orígenes primitivos cazador-recolector, sin embargo la evolución de la humanidad y de la industria ha supuesto un cambio en la alimentación y los hábitos de consumo que facilita la adquisición de productos de elaboración industrial con aditivos químicos de manera mucho más asequible a lo natural. Aún así, no es partidaria de prohibir el consumo de ciertos alimentos considerados menos saludables. “La prohibición genera deseo y ansiedad, es mejor comerse una napolitana un día que darse un atracón porque se prohibe su consumo”.

Incluir en la cesta de la compra productos naturales y de cercanía tiene más ventajas. Tanto para los consumidores, por tratarse de alimentos más saludables, como para los productores locales. En su consulta, María ayuda a “comer de manera más consciente”. Productos de las Islas como frutas, verduras o pescado reportan grandes beneficios a la salud y a la economía insular. “Lo verdaderamente sano se asocia a un valor más elevado. Es más fácil y barato comer mal que bien”, insiste.

“En dietética, la prohibición genera deseo y ansiedad, es mejor comerse una napolitana”

Seguir unas sencillas recomendaciones a la hora de hacer la compra en el supermercado ayudará a realizar una compra más consciente. “La clave está en mirar los ingredientes, cuantos menos contenga un producto más saludable es”. Es importante elegir las elaboraciones que contengan alimentos naturales. Otra recomendación es no tener en cuenta las indicaciones de la tabla de Nutricore. Este sistema de etiquetado frontal de alimentos que utiliza una escala de colores y letras (de la A a la E, de verde a naranja/rojo) para indicar supuestamente la calidad nutricional de los productos “no es fiable”, dado que esta empresa colabora con las marcas industriales. Hay unos intereses creados en torno a las multinacionales. “En teoría sirve para orientar al consumidor, pero no tiene en cuenta el aspecto nutritivo”, advierte la profesional.

En materia nutricional, María Cambeiro aboga por seguir la regla del 80/20 por ciento, basada en priorizar la alimentación saludable, pero sin olvidar “la importancia del placer”. Lo más importante es que dejemos ver la nutrición como una forma de prohibición. La salud no se basa en entenderlo todo, sino en tomar decisiones a largo plazo, el enfoque integrativo es importante. La parte emocional influye mucho.

Alimentación infantil

Habla también de enseñar a los niños a comer fruta y verdura y a alimentarse de forma saludable. “Que se prioricen los alimentos naturales frente a los fritos o bollería industrial ayudaría a prevenir la obesidad infantil. Los padres cada vez dedican menos tiempo a los niños, les resulta más fácil adquirir lo que les ponen al alcance en el supermercado”. En la edad escolar recomienda que el alumnado acuda al comedor del centro educativo como una forma de crear hábitos saludables, sobre todo ahora que se incide en aumentar el porcentaje de alimentos naturales en las cocinas de los colegios. En casa, apuesta por crear menús atractivos visualmente a los pequeños: “Hacer dibujos con verduras o darles color. En definitiva, cocina creativa con poco esfuerzo”.

Lamenta que en los centros educativos no siempre se tenga en cuenta la alimentación más saludable para el alumnado y reprocha la política alimentaria que se sigue en los centros sanitarios. “En los hospitales la alimentación causa sonrojo. Se supone que estás en un lugar donde deben cuidar la salud y te dan comida ultraprocesada”.

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